Profeta Eliseo

Eliseo, llamado en la tradición católica Profeta Eliseo, es uno de los grandes profetas del Antiguo Testamento, sucesor del profeta Elías y portador de numerosos milagros que prefiguran la obra redentora de Cristo. Su vida y ministerio, relatados principalmente en los libros de los Reyes, son celebrados por la Iglesia como ejemplo de fe, obediencia y poder del Espíritu Santo, y su figura es citada por los Padres de la Iglesia, los doctores de la Iglesia y los papas como modelo de santidad y servicio al pueblo de Dios1.
Tabla de contenido
Vida y llamado
Origen y sucesión de Elías
Eliseo era hijo de Safat y trabajaba como labrador cuando Elías, bajo la dirección divina, le tendió su manto, símbolo de la transmisión del poder profético. Al recibir el manto, Eliseo dejó su labor agrícola y siguió a Elías, acompañándole hasta la asunción de éste en el fuego del cielo1. La Biblia afirma que «el espíritu de Elías se posó sobre Eliseo» (2 Reyes 2, 15), confirmando la continuidad del ministerio profético2.
Formación y carácter
Los escritos patrísticos describen a Eliseo como un profeta activo que no se retiró a la soledad, sino que permaneció en constante servicio, realizando milagros y atendiendo a los necesitados3. Su carácter se muestra también en su disposición a confrontar a los poderosos y a defender la justicia divina.
Ministerio y milagros
División del Jordán
Al recibir el manto de Elías, Eliseo cruzó el río Jordán, y el agua se dividió como señal del poder que había heredado1.
Multiplicación del aceite
Una viuda desesperada por pagar a sus acreedores recibió de Eliseo la instrucción de recoger vasijas vacías y verter su pequeña reserva de aceite, que milagrosamente se multiplicó hasta llenar todas las vasijas, permitiendo a la mujer vender el aceite y salvar a su familia4. Este milagro es citado por San Ambrosio como muestra de la providencia divina en los momentos de necesidad3.
Resurrección del hijo de la mujer de Suném
Eliseo fue hospedado por una mujer rica de Suném, quien mostró gran hospitalidad. En agradecimiento, Eliseo prometió que tendría un hijo, y cuando el niño murió, el profeta lo revivió mediante oración y contacto físico, «poniendo su boca sobre la boca del niño, sus ojos sobre los ojos y sus manos sobre las manos»4. El Papa Juan Pablo II recordó este acto como ejemplo de la misericordia que Dios derrama a través de sus profetas5.
Curación de Naamán
Aunque no se incluye en los documentos citados, la tradición católica reconoce la curación del general sirio Naamán como otro gran milagro de Eliseo, señalado por San Juan Enrique Newman como parte del «conjunto de milagros que reflejan la gracia del Espíritu»6.
Otros milagros
Entre los demás signos destacan: la transformación del agua en vino, la alimentación de cien hombres con poco pan, la cura de la lepra, y la conversión del hierro que se hundió en el Jordán para que flotara7. Estos hechos son comparados por los escritos de los Padres con los milagros de Cristo, subrayando la tipología profética7.
Relación con el profeta Elías
Eliseo es descrito como el heredero del espíritu de Elías, realizando «el doble de señales» y mostrando una fe inquebrantable frente a los reyes y al pueblo2. La Biblia y la Enciclopedia Católica enfatizan que la autoridad profética de Eliseo se fundamenta en la imposición del manto de Elías, símbolo de la continuidad del mensaje divino1.
Tipología cristológica
Los teólogos católicos, como San Juan Enrique Newman, han señalado que los milagros de Eliseo anticipan los signos de Cristo, sirviendo como prefiguraciones de la salvación ofrecida por el Evangelio6. Asimismo, los escritos de los Padres comparan la multiplicación del aceite y el pan de Eliseo con los milagros de la eucaristía y la alimentación de los mil por Jesús7.
Recepción en la tradición católica
Veneración y festividad
La Iglesia celebra la memoria de Eliseo el 13 de junio, reconociendo su papel como profeta y modelo de santidad. Los himnos patrísticos, como los de Efrén el Sirio, alaban la obra de Eliseo al devolver hijos a las viudas, reflejando la compasión divina5.
Influencia patrística
San Ambrosio, San Agustín y otros Padres citan a Eliseo como ejemplo de profeta activo que nunca se apartó de la obra de Dios, y su figura es utilizada en sermones papales para ilustrar la obediencia al Espíritu Santo3. El Papa Juan Pablo II, en su Audiencia General, reiteró que «el espíritu de Elías se posó sobre Eliseo», subrayando la continuidad del llamado profético5.
Legado y enseñanzas
Eliseo nos enseña que:
La obediencia al llamado de Dios transforma la vida ordinaria en obra de salvación.
La hospitalidad y la fe del pueblo son recompensadas con milagros que fortalecen la comunidad.
El poder del Espíritu Santo se manifiesta en actos de compasión y justicia, anticipando la misión de Cristo.
Su vida invita a los creyentes a confiar en la providencia divina y a servir a los necesitados con generosidad, siguiendo el ejemplo del profeta que, bajo la guía de Dios, realizó signos que apuntan a la redención universal.
Citas
Eliseo, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Eliseo. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 14 de febrero de 1990 (1990). ↩ ↩2
Papa Francisco. Estanislao de Jesús María (1631-1701) - Homilía (2016). ↩ ↩2 ↩3
Afrahat/Afraates. Demostración 6 (De los Monjes), § 13 (337). ↩ ↩2
Afrahat/Afraates. Demostración 21 (De la Persecución), § 15 (344). ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. 30 de junio de 1996: Misa en la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes en los Jardines Vaticanos - Homilía (1996). ↩ ↩2
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Sirácides 48. ↩ ↩2 ↩3
