Renovación Carismática Católica
La Renovación Carismática Católica (RCC) es una corriente de gracia dentro de la Iglesia Católica que surgió poco después del Concilio Vaticano II, caracterizada por un énfasis en la experiencia personal del Espíritu Santo, a menudo denominada el «Bautismo en el Espíritu» o «derramamiento del Espíritu», y la manifestación de los carismas o dones espirituales mencionados en las Escrituras. Lejos de ser un movimiento único en el sentido sociológico, la Renovación es considerada por la jerarquía eclesiástica como una «corriente de gracia» que busca una re-vitalización de la vida bautismal en todos los estados de vida—laicos, religiosos, sacerdotes y obispos—impulsando una mayor sed de santidad, una oración más intensa, una lectura de la Escritura a la luz del Espíritu, y una dedicación generosa a la misión evangelizadora de la Iglesia.
Tabla de contenido
Naturaleza y Orígenes
La Renovación Carismática Católica no debe ser clasificada como un Movimiento en el sentido sociológico común, ya que no posee fundadores específicos ni una estructura homogénea, sino que es una corriente de gracia o un «soplo renovador del Espíritu» para todos los miembros de la Iglesia1. Este despertar espiritual surgió a raíz del Concilio Vaticano II2, que, según el Papa Juan Pablo II, fue un «nuevo Pentecostés» que infundió un dinamismo nuevo e imprevisto en la Iglesia3.
Surgimiento y Desarrollo
La corriente de gracia de la Renovación Carismática fue suscitada por la obra soberana del Espíritu Santo en 1967, sin intervención de fundadores humanos1. El surgimiento de la Renovación tras el Concilio Vaticano II fue reconocido por el Papa Juan Pablo II como un «don particular del Espíritu Santo a la Iglesia»2.
Desde su inicio, la Renovación ha sido vista como una manifestación elocuente de la vitalidad continua de la Iglesia, una audaz declaración de lo que «el Espíritu está diciendo a las iglesias» (Apocalipsis 2:7)4,5.
No es un Movimiento Único
Una distinción clave, señalada por el Cardenal Suenens y reiterada por el Papa Francisco, es que la Renovación no es un Movimiento específico1. En cambio, es una corriente de gracia que incluye una gran variedad de realidades1.
Como fruto de esta gracia, hombres y mujeres renovados han dado vida a diversas expresiones, tales como:
Asociaciones1
Escuelas de formación y evangelización1
Comunidades ecuménicas1
Comunidades de ayuda a los pobres y necesitados1
Para servir a todas sus expresiones a nivel mundial, la corriente de gracia cuenta con organizaciones internacionales reconocidas por la Santa Sede, como el «iccrs» y la «Fraternidad Católica»1.
Características Espirituales y Frutos
La Renovación Carismática se distingue por una serie de énfasis espirituales que han producido frutos visibles en la vida de la Iglesia.
El Redescubrimiento del Espíritu Santo
El núcleo de la Renovación es una conciencia profundizada de la Persona y obra del Espíritu Santo2. Se considera que el Espíritu Santo es «el agente principal de la misión de la Iglesia» y la fuente y poder dinámico de su renovación2. La Renovación Carismática ha ayudado a muchos cristianos a redescubrir la presencia y el poder del Espíritu Santo en sus vidas, en la vida de la Iglesia y en el mundo6.
Este redescubrimiento ha fomentado:
Una dedicación generosa a la misión evangelizadora6
Una mayor sed de santidad en la vida de los individuos y en toda la Iglesia2
La Experiencia del «Bautismo en el Espíritu»
Los miembros de la Renovación experimentan un encuentro vivo con Jesús y una vital redescubrimiento de los Sacramentos7. Este «Bautismo en el Espíritu» es la gracia que lleva a hombres y mujeres renovados a dar vida a las diversas comunidades y asociaciones1.
Énfasis en la Oración y la Escritura
La Renovación se caracteriza por un deseo de vivir más plenamente la vocación bautismal, con una experiencia más intensa de la oración individual y grupal2. Los participantes buscan seguir la enseñanza de las Escrituras leyéndolas a la luz del mismo Espíritu que las inspiró2.
Fidelidad a la Vida Sacramental
La Renovación Carismática fomenta el crecimiento de una vida espiritual sólida basada en el poder del Espíritu Santo en la Iglesia, en la riqueza de su Tradición, y particularmente en la celebración de los Sacramentos8. Los Papas han enfatizado que la recepción frecuente de la Eucaristía y el uso regular del Sacramento de la Penitencia son esenciales para una genuina vida en el Espíritu8,9.
Los Carismas y su Función Eclesial
La Renovación Carismática pone de relieve la dimensión carismática de la Iglesia, que el Concilio Vaticano II redescubrió como uno de sus elementos constitutivos3.
Definición de Carismas
En su sentido teológico más estricto, los carismas (del griego charisma) son gracias extraordinarias dadas a cristianos individuales para el bien de otros10. Se distinguen de las gracias que operan la santificación personal (gratiae gratum facientes), y son conocidas como gratiae gratis datae (gracias dadas gratuitamente)10,11.
El Espíritu Santo distribuye estas gracias especiales entre los fieles de todo rango, haciéndolos «aptos y dispuestos a asumir diversas tareas y oficios para la renovación y la construcción de la Iglesia»3,12.
Tipos de Carismas
San Pablo enumera varios carismas en 1 Corintios 12:8-10, entre los que se incluyen:
Diversas clases de lenguas (glosolalia)10,13
Otros carismas mencionados por San Pablo incluyen el apostolado, los profetas, los doctores (maestros), las ayudas y los gobiernos10. Los carismas son ordenados «a la edificación de la Iglesia, al bienestar de la humanidad y a las necesidades del mundo»12.
Dimensión Carismática e Institucional
Los aspectos institucional y carismático son co-esenciales, por así decirlo, a la constitución de la Iglesia3. Ambos contribuyen, aunque de manera diferente, a la vida, renovación y santificación del Pueblo de Dios3. La Iglesia, por la acción del Espíritu, siempre conserva una vitalidad juvenil, y la Renovación Carismática es una manifestación de esta vitalidad4,5.
Relación con la Jerarquía y la Unidad Eclesial
La Santa Sede ha alentado y guiado a la Renovación Carismática, asegurando su plena integración en la vida de la Iglesia4,5.
Fidelidad a la Iglesia y al Magisterio
La Renovación se basa en el principio de que no puede haber conflicto entre la fidelidad al Espíritu y la fidelidad a la Iglesia y a su Magisterio8. Los caminos del Espíritu siempre conducen a Cristo y a su Iglesia8.
Los signos de la fecundidad espiritual de la Renovación incluyen siempre un fortalecimiento de la comunión con la Iglesia universal y las Iglesias locales8,4,5. Es esencial que la Renovación busque siempre profundizar su comunión con toda la Iglesia: con sus Pastores y maestros, con su doctrina y disciplina, y con su vida sacramental4,5.
La obediencia al Magisterio y el amor por la Iglesia son signos relevantes de la intención de evitar el riesgo de favorecer:
Una experiencia puramente emocional de lo divino7
Una búsqueda excesiva de lo «extraordinario»7
Un retiro privado que pueda eludir el alcance apostólico7
Unidad en la Diversidad
La Renovación es un ejemplo de unidad en la diversidad1. El modelo para esta unidad no es la esfera, donde todos los puntos son equidistantes del centro y no hay diferencias, sino el poliedro, que refleja la confluencia de todas las partes que mantienen su originalidad en la unidad1. Esta diversidad incluye los carismas1.
Contribución a la Misión y el Ecumenismo
La Renovación Carismática está llamada a participar activamente en la misión evangelizadora de la Iglesia14. La Iglesia necesita la oración y el compromiso de la Renovación14.
Además, la experiencia de los dones del Espíritu Santo compartidos con hermanos y hermanas separados ha brindado a la Renovación la alegría especial de crecer en el deseo de la unidad ecuménica15. El compromiso ecuménico genuino no busca evadir tareas difíciles como la convergencia doctrinal, ni crear una «iglesia del espíritu» autónoma separada de la Iglesia visible de Cristo15. Más bien, el verdadero ecumenismo sirve para aumentar el anhelo de la unidad eclesial de todos los cristianos en una sola fe15.
Citas
Papa Francisco. Al Movimiento Renovación en el Espíritu Santo (3 de julio de 2015) (2015). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15
Papa Juan Pablo II. A los miembros del Consejo de la «Oficina Internacional de la Renovación Carismática Católica» (14 de marzo de 1992) - Discurso, § 1 (1992). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Papa Juan Pablo II. Vigilia de oración para el Congreso Mundial de Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades (30 de mayo de 1998) - Discurso, § 4 (1998). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Juan Pablo II. A los participantes de la VI Asamblea Internacional de la Renovación Carismática (15 de mayo de 1987) - Discurso (1987). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Juan Pablo II. VI Asamblea Internacional de la Renovación Carismática Católica (15 de mayo de 1987) - Discurso (1987). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Juan Pablo II. A los participantes en la Conferencia Internacional para Líderes Carismáticos Católicos (30 de octubre de 1998) - Discurso, § 1 (1998). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Juan Pablo II. A los miembros de «Renovación en el Espíritu Santo» (14 de marzo de 2002) - Discurso, § 2 (2002). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Juan Pablo II. A los miembros del Consejo de la «Oficina Internacional de la Renovación Carismática Católica» (14 de marzo de 1992) - Discurso, § 4 (1992). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Juan Pablo II. A grupos de peregrinos de diferentes países (30 de abril de 1984) - Discurso (1984). ↩
Carismas, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Carismas. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12
Don de milagros, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Don de Milagros. ↩ ↩2 ↩3
Contenido, Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Colaboradores en la Viña del Señor: Un Recurso para Guiar el Desarrollo del Ministerio Eclesial Laico, § 1. ↩ ↩2
Espíritu Santo, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Espíritu Santo. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9
Papa Juan Pablo II. A los líderes de la Renovación Carismática Católica (18 de septiembre de 1993) - Discurso (1993). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. A los participantes en la Cuarta Conferencia Internacional de Líderes de la Renovación Carismática Católica (7 de mayo de 1981) - Discurso (1981). ↩ ↩2 ↩3