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Rito maronita

El Rito Maronita es una tradición litúrgica distintiva dentro de la Iglesia Católica, caracterizada por su herencia siríaca occidental y su profunda conexión histórica con el Patriarcado de Antioquía. Esta Iglesia sui iuris, en plena comunión con la Santa Sede, ha mantenido una identidad única a lo largo de los siglos, a pesar de las influencias y adaptaciones de otras tradiciones, especialmente la latina. Su liturgia, teología y prácticas sacramentales reflejan una rica síntesis de elementos orientales y, en menor medida, occidentales, conformando una expresión vibrante de la fe católica.

Tabla de contenido

Origen e Identidad

La Iglesia Maronita toma su nombre del monasterio de San Marón, un establecimiento calcedonio en la provincia romana de Siria Secunda, cerca de Apamea y Emesa1. Este monasterio, cuya existencia está documentada desde principios del siglo VI, fue fundado probablemente por el emperador Marciano (450-457) con el objetivo de propagar el monacato calcedonio1. La tradición maronita tiene sus raíces en la rama calcedonia del Patriarcado de Antioquía2.

La Iglesia Maronita surgió como una Iglesia patriarcal a mediados del siglo VIII, en un contexto de divisiones cristológicas y la conquista árabe2,1. Históricamente, se ha afirmado su «ortodoxia perpetua», aunque la historiografía contemporánea subraya la complejidad de las circunstancias históricas, incluyendo la difusión de la teología monotelita del emperador Heraclio, que fue condenada en el Concilio de Constantinopla III (680-681)1. Según el cronista Guillermo de Tiro, en 1182, 40.000 maronitas abjuraron de su error monotelita y se reunieron con la verdadera Iglesia, comprometiéndose a observar las prescripciones de la Iglesia Romana3. Sin embargo, los propios maronitas siempre han defendido la antigüedad y la ortodoxia ininterrumpida de su nación3.

El rito maronita es una adaptación romanizada del rito siríaco occidental4. A lo largo de su historia, especialmente a partir del siglo XVI con la fundación del Colegio Maronita en Roma (1584) y la presencia de misioneros latinos, las relaciones con Roma se estrecharon, lo que llevó a un proceso de latinización de la liturgia2.

Lenguaje Litúrgico

El idioma litúrgico tradicional de los maronitas es el siríaco antiguo o arameo5. Los maronitas, junto con otros ritos que usan el siríaco, se enorgullecen de celebrar la Misa en el mismo idioma que Cristo habló en la tierra5. El siríaco es una lengua semítica estrechamente relacionada con el hebreo, que reemplazó al hebreo antiguo después del cautiverio babilónico5.

Aunque el siríaco es la lengua litúrgica, el Evangelio y muchas oraciones conocidas se leen en árabe para beneficio del pueblo3,5. Para simplificar los misales y libros de servicio maronitas, el árabe vernáculo se emplea a menudo para las rúbricas y oraciones, pero se escribe en caracteres siríacos, una escritura conocida como karshuni3,5. En cualquier caso, las palabras de la consagración (para la anámnesis y la epíclesis) siempre deben pronunciarse en siríaco6.

La Liturgia Eucarística (Misa Maronita)

La liturgia maronita es de tipo siríaco, específicamente la liturgia de Santiago, aunque ha sido notablemente influenciada por las costumbres romanas3,5. Esta adaptación a los usos romanos es una característica distintiva del rito maronita entre los ritos orientales3.

Estructura y Elementos

La Misa Maronita comienza con la ablución y la vestición al pie del altar. El sacerdote recita el Salmo 42, «Introibo ad altare», y luego inciensa el cáliz y la patena, la Hostia, los corporales y los velos5. Vierte vino en el cáliz, añadiendo un poco de agua, y luego lo inciensa antes de cubrirlo5.

La primera parte de la liturgia eucarística se centra en la ofrenda de incienso, acompañada de las oraciones de Ḥussoyō, consideradas un oficio expiatorio6. Esta parte concluye con el Trisagion y es seguida por el mazmūrō y dos lecturas: la primera de las Epístolas (especialmente de San Pablo) y la segunda del Evangelio6. Antes de la lectura del Evangelio, siempre se quema incienso ante el libro del Evangelio, que en domingos y días festivos se lleva al altar en procesión6.

Un rasgo notable de la Misa Maronita es el uso frecuente de incienso, incluso en la Misa baja5. El canto oriental, con sus sonidos distintivos y cambios rápidos, es una característica marcada5. El Kyrie Eleison (Kurrilison) y el «Santo Dios, Santo fuerte, etc.» son cantados por el coro y el pueblo, seguidos por el Pater Noster en árabe5.

El celebrante y el diácono entonan la Synapte por la paz, a la que sigue una forma breve del Gloria in excelsis5. Luego se dice el Phrumiur, una oración introductoria, que precede al Sedro, una oración de alabanza dicha en voz alta por el sacerdote ante el altar mientras se balancea el incensario5.

Anáforas

Una particularidad de las liturgias siríacas, incluyendo la maronita, es la inserción de diferentes anáforas o cánones de la Misa, que cambian según la fiesta celebrada5,6. Estas anáforas son composiciones literarias que, estrictamente hablando, designan la oración eucarística, pero en el uso maronita, indican la composición completa desde las tres oraciones introductorias hasta la oración final de bendición6.

Entre las principales anáforas utilizadas por los maronitas se encuentran: la Anáfora según el Orden de la Santa Iglesia Católica y Romana, la Anáfora de San Pedro, la de los Doce Apóstoles, la de Santiago Apóstol, la de San Juan Apóstol y Evangelista, la de San Marcos Evangelista, la de San Sixto Papa de Roma, la de San Juan Maro (de quien toman su nombre), la de San Juan Crisóstomo, la de San Basilio, la de San Cirilo, la de San Dionisio, la de Juan de Harran, y la de Marutha de Tagrith5. También tienen una forma de liturgia de los Presantificados para el Viernes Santo, siguiendo la costumbre romana5.

Una anáfora inspirada en la liturgia latina, llamada «De la Iglesia Romana», fue muy utilizada y a menudo se convirtió en la anáfora principal en el Misal Maronita6. Sin embargo, una reforma litúrgica posterior a Vaticano II, que buscaba restablecer la tradición maronita original, llevó a la desaparición de la anáfora «De la Iglesia Romana» en la edición de 1992 del Misal2,6.

Prácticas Eucarísticas

Los maronitas utilizan pan sin levadura y una hostia redonda, similar al rito romano3,5. A diferencia de otras tradiciones orientales, no mezclan agua caliente en el cáliz3. La comunión bajo ambas especies fue desaconsejada por Gregorio XIII y formalmente prohibida en 1736, aunque todavía se permite para el diácono en la Misa solemne3. Benito XIV prohibió la comunión de infantes recién bautizados3.

Los Sacramentos

La administración de los sacramentos en el rito maronita también muestra adaptaciones a los usos romanos3.

Bautismo y Confirmación

El Bautismo se administra a la manera latina3. Desde 1736, la Confirmación, que está reservada al obispo, se administra por separado del Bautismo3.

Penitencia

La fórmula para la absolución no es deprecatoria, como en otros ritos orientales, sino indicativa, como en el rito latino. Los sacerdotes maronitas pueden absolver válidamente a católicos de todos los ritos3.

Órdenes Sagradas

Las órdenes en el rito maronita incluyen tonsura, salmista o cantor, lector, subdiácono, diácono y sacerdote3. La ordenación como salmista puede recibirse a los siete años; como diácono, a los veintiuno; y como sacerdote, a los treinta, o con dispensa, a los veinticinco3.

Teología Litúrgica Maronita

La teología litúrgica maronita es fundamentalmente escatológica7. La liturgia maronita se caracteriza por la trepidación por el advenimiento del Reino y un deseo impaciente por su venida7. La escatología se presenta como la culminación y el cumplimiento de la economía de salvación, conocida en siríaco como mdabronūto7.

La Eucaristía es vista como la prenda de inmortalidad y el viático para el viaje a la eternidad. La esperanza de misericordia en el día del Juicio se basa en la presencia del Cuerpo y la Sangre de Cristo en los fieles7. La Eucaristía, oculta en nosotros como fuego bajo las cenizas, es la esperanza y la vida de todas las personas, anticipando la glorificación del cuerpo7.

El Bautismo y la Eucaristía a menudo se mencionan juntos en la liturgia maronita. Ambos contienen la semilla de la resurrección final7. El Bautismo es el «sello de vida» y los bautizados son «sellados»7. Otros nombres para el Bautismo con raíces escatológicas incluyen «nave», «puente», «puerto» y «fuente de agua viva»7. El Bautismo es la «vestidura» que nos identifica con Cristo mismo7.

Vestición y Arquitectura

Las vestiduras sagradas maronitas son apenas distinguibles de las de la Iglesia Romana, aunque en algunos aspectos se acercan a la forma griega5. Incluyen el alba, el cíngulo, el manípulo o puños en cada mano, una forma peculiar de amito, la estola (a veces en forma griega y a veces romana), y la casulla romana ordinaria5. Los obispos usan cruz, mitra y báculo de forma romana5.

En cuanto a la arquitectura eclesiástica, los maronitas construyen sus iglesias de manera muy similar a los latinos, sin las características especiales de los griegos (como el iconostasio y el altar cuadrado) o los armenios (con sus cortinas)5. Los vasos sagrados utilizados en el altar son el cáliz, la patena o disco, y una pequeña estrella o asterisco para cubrir la Hostia consagrada5. Utilizan una pequeña cruz o crucifijo, con un largo estandarte de seda, para las bendiciones5.

Veneración a la Madre de Dios

La Iglesia Siro-Maronita celebra a la Madre de Dios de una manera profundamente influenciada por el monacato8. Su liturgia se inspira en la tradición siríaca occidental y en himnógrafos siríacos como Efrén (f. 373) y Jacob de Sarug (f. 521)8. La rica producción de textos litúrgicos marianos anónimos es una clara indicación de la profunda veneración que los maronitas tienen por la Virgen María8.

El calendario litúrgico mariano maronita fusiona fiestas y conmemoraciones de las tradiciones siríaca occidental y romana8. Comparten con los siríacos occidentales el Ciclo de las Anunciaciones (Sūborē) durante seis domingos antes de Navidad, las fiestas de la Natividad de María, su Entrada en el Templo y sus «Felicitaciones», la Anunciación (25 de marzo), Nuestra Señora de la Cosecha (15 de mayo) y la Dormición (15 de agosto), precedida por catorce días de ayuno8. Del rito latino han adoptado conmemoraciones como la Visitación, Nuestra Señora del Monte Carmelo, Nuestra Señora del Rosario, el Desposorio con San José y la solemnidad de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre)8. Dedican tres meses a María: agosto (con los bizantinos), y mayo y octubre (con los latinos)8. María es celebrada en los servicios diarios con diversas fórmulas siríacas, figuras bíblicas e imágenes, y un lenguaje altamente simbólico8.

Reforma Litúrgica y Perspectivas Futuras

Tras el Concilio Vaticano II, se inició un movimiento de reforma litúrgica con el objetivo de restaurar la tradición litúrgica maronita original2,6. Este trabajo ha sido impulsado por el Instituto Litúrgico de la Universidad del Espíritu Santo en Kaslik, Líbano, fundado en 1969-19702. El instituto ha realizado un formidable trabajo de estudio y reforma, publicando diversas obras y promoviendo conferencias litúrgicas2.

Uno de los principales desafíos en la edición de los misales y libros de oficio es la cuestión del idioma, ya que el siríaco es la lengua litúrgica tradicional mientras que el árabe es la lengua hablada. La solución propuesta suele ser presentar ambas versiones en paralelo6. Aunque se ha avanzado mucho, aún queda trabajo por hacer, especialmente en la edición de textos manuscritos originales y su estudio histórico, lo que sentaría una base más sólida para futuras reformas pastorales2.

Conclusión

El Rito Maronita representa una de las expresiones más antiguas y ricas de la fe católica en Oriente. Su historia, marcada por la fidelidad a Roma y la preservación de su herencia siríaca, lo convierte en un puente cultural y espiritual entre Oriente y Occidente. A pesar de las influencias externas y las adaptaciones, la Iglesia Maronita ha mantenido una identidad litúrgica y teológica distintiva, centrada en la escatología y una profunda veneración mariana, mientras continúa su camino de renovación y estudio de sus raíces más antiguas.

Citas

  1. Iglesia maronita, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, § Iglesia Maronita (2015). 2 3 4

  2. Liturgia maronita, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Liturgia Maronita (2015). 2 3 4 5 6 7 8

  3. Maronitas, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Maronitas. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16

  4. Rito Siríaco Occidental, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Rito Siríaco Occidental.

  5. Ritos en los Estados Unidos, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Ritos en los Estados Unidos. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23

  6. Liturgia eucarística maronita, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Liturgia Eucarística Maronita (2015). 2 3 4 5 6 7 8 9 10

  7. Teología litúrgica maronita, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Teología Litúrgica Maronita (2015). 2 3 4 5 6 7 8 9

  8. Iglesia maronita: La Madre de Dios, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, § Iglesia Maronita: la Madre de Dios (2015). 2 3 4 5 6 7 8