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Cruz

Rituales monásticos

Los rituales monásticos en la Iglesia Católica abarcan las prácticas litúrgicas y ceremoniales que marcan las etapas de la vida monástica, desde la iniciación hasta la profesión solemne, y la observancia diaria de la oración. Estos rituales reflejan la adhesión radical al Reino de Dios y la búsqueda de la santificación a través de una vida dedicada al culto divino y la oración. Si bien existen diferencias entre las tradiciones monásticas de Oriente y Occidente, todas comparten el objetivo fundamental de unir al monje con Cristo Resucitado, simbolizando una nueva vida en Él.

Tabla de contenido

Iniciación a la Vida Monástica

La entrada en la vida monástica es un proceso gradual, marcado por ritos litúrgicos que enfatizan una profunda transformación espiritual1,2. Esta iniciación se considera análoga al bautismo, utilizando fórmulas, símbolos y gestos que recuerdan el inicio de la vida cristiana1.

Etapas de la Iniciación

En las Iglesias Orientales Católicas, la consagración a la vida monástica se estructura en tres etapas que corresponden al crecimiento espiritual: el noviciado (comienzo), la vida monástica (consolidación) y el schema (perfección o votos perpetuos)2.

Símbolos y Signos

Los ritos de iniciación monástica incorporan diversos signos y símbolos que transmiten su significado profundo. Entre ellos se encuentran el revestimiento con el hábito, la tonsura, la recepción de la Regla, el velo o skufia, el paraman, el rosario (chotki), la vela y la cruz2. Estos elementos visibles indican la disposición interna del individuo a dedicarse radicalmente al servicio de Dios y la Iglesia, siguiendo los consejos evangélicos y las Bienaventuranzas2.

El Oficio Divino en la Vida Monástica

La oración litúrgica es un bien insustituible y el centro de la vida interior monástica, alimentándola continuamente6. Los monjes benedictinos, por ejemplo, dedican largas horas al Oficio Divino, considerándolo la obra de Dios por excelencia (opus Dei)6.

Oficios Diarios

La Regla de San Benito dedica trece capítulos (VIII-XX) a la regulación de las horas canónicas para sus monjes, lo que dio origen al Breviario Monástico7. Este breviario es utilizado no solo por los benedictinos, sino también por los cistercienses, olivetanos y otras órdenes que se basan en la Regla de San Benito7. Los benedictinos no pueden sustituir el Breviario Monástico por el Romano para cumplir su obligación de rezar el Oficio Divino7.

El ciclo diario de oración en las Iglesias Orientales Católicas se basa en el ideal de la oración incesante, simbolizado por el número siete, que representa la plenitud y la perfección8. Los servicios del ciclo diario incluyen Vísperas, Completas, Oficio de Medianoche, Maitines y las Horas Primera, Tercera, Sexta y Novena, así como el Servicio de los Típicos8.

Las horas canónicas principales en la tradición occidental son Laudes (oración de la mañana) y Vísperas (oración de la tarde), consideradas los dos pilares del oficio diario9. Completas es la oración adecuada para el final del día9. Maitines, aunque conserva su carácter de alabanza nocturna en el coro, se adapta para ser recitada en cualquier momento del día, con menos salmos y lecturas más largas9. La hora de Prima ha sido suprimida en la revisión del Oficio Divino9. Las horas de Tercia, Sexta y Nona se observan en el coro, y fuera del coro, se permite seleccionar una de ellas según el momento del día9.

Estructura de las Horas

La Regla de San Benito detalla la estructura de las horas. Por ejemplo, en Prima, se recitan tres salmos por separado, seguidos del himno de la hora, una lección, un versículo, el Kyrie eleison y una colecta10. Tercia, Sexta y Nona siguen un esquema similar10. Vísperas incluye cuatro salmos con antífonas, una lección, un responsorio, el himno, el versículo, un cántico del Evangelio, la Letanía, el Padrenuestro y una colecta10. Completas consta de tres salmos sin antífonas, el himno de la hora, la lección, un versículo, el Kyrie eleison y una bendición10.

En la Liturgia Romana, el Oficio de Nona, por ejemplo, también se construye siguiendo el modelo de las Horas Menores del día, con los mismos elementos que en la Regla de San Benito, aunque con algunas variaciones en los salmos11.

El Canto Litúrgico

El canto litúrgico es un elemento vital en la vida monástica. Los monasterios están llamados a ser una «escuela del servicio del Señor», donde el culto divino, especialmente a través del canto, es fundamental para la santificación12. La voz suave de la Iglesia cantando debe resonar y nunca cesar en los edificios sagrados, ya que el canto posee una fuerza inefable que eleva el alma e interpreta el sentido de adoración, alabanza, penitencia y deprecación12.

Bendición de Abades y Abadesas

La bendición de un abad o abadesa, después de su elección canónica, es una tradición litúrgica de la Iglesia que manifiesta la invocación de la gracia divina sobre el líder elegido para guiar a la familia religiosa en el camino de la perfección13. Este rito ha evolucionado a lo largo de los siglos, adaptándose a los tiempos y lugares, con el objetivo de resaltar la función espiritual del superior13.

El Rito de la Bendición

El rito de la bendición de un abad o abadesa comienza con una procesión hacia el altar14. La Liturgia de la Palabra se realiza según las rúbricas, y las lecturas pueden ser tomadas de la Misa del día o de la Misa ritual para la bendición del abad14. Si el prelado que confiere la bendición pronuncia una alocución dentro del rito, la homilía de la Misa se omite14. En esta Misa, no se recita el Credo ni la oración universal14.

Después del Evangelio o la homilía, comienza la bendición del abad14. El prelado se sienta con la mitra, y el elegido es presentado por uno de los religiosos asistentes14. Se le pregunta si ha sido debidamente elegido14.

Durante el rito, el prelado entrega al abad o abadesa la Regla de San Benito, el anillo (símbolo de la fe), la mitra y el báculo pastoral15. La entrega de la Regla se acompaña de las palabras: «Recibe la Regla transmitida por los santos Padres para gobernar y custodiar a los hermanos que te han sido confiados, en la medida en que Dios mismo te fortalezca y la fragilidad humana lo permita»15. El anillo se entrega con la fórmula: «Recibe el anillo, sello de la fe, para que, ceñido de constante virtud, custodias a esta congregación (o a esta familia de monjes) en la caridad fraterna»15. El báculo pastoral se entrega con las palabras: «Recibe el báculo pastoral, y ten solicitud por los hermanos que te han sido encomendados, por quienes habrás de rendir cuenta»15.

Monasticismo Oriental Católico

Las Iglesias Orientales Católicas, aunque en plena comunión con Roma, mantienen sus propias tradiciones monásticas, que a menudo se asemejan a las de las Iglesias Ortodoxas4. A lo largo de los siglos, la vida monástica en Oriente ha sido considerada análoga a la iniciación bautismal, con rituales ricos en simbolismo1. Estos rituales son parte integral de sus tradiciones litúrgicas y son fuentes valiosas para comprender el significado último del monasticismo cristiano1. Es fundamental preservar estos rituales y utilizarlos para las profesiones específicamente monásticas, inspirándose en ellos para las profesiones de las órdenes y congregaciones religiosas de las Iglesias Orientales1.

Existe una tendencia en las Iglesias Orientales Católicas a emular las órdenes religiosas latinas, lo que a menudo implica ir más allá de la mera recitación del Oficio Divino4. Los monjes orientales católicos, como todo el clero oriental, suelen tener una mejor educación que los ortodoxos, y algunos asisten a escuelas occidentales o seminarios de religiosos latinos en Oriente4. Esta tendencia a la latinización ha llevado a que a menudo usen nombres especiales para sus órdenes y desarrollen algo similar a órdenes religiosas separadas, como los «Basilianos» entre los bizantinos católicos, o los Salvatorianos y Shuwerites entre los Melquitas4. Los armenios católicos tienen la famosa Congregación Mechitarista, una orden religiosa especial fundada por Mechitar4.

Conclusión

Los rituales monásticos, tanto en Oriente como en Occidente, son expresiones profundas de la vida de consagración a Dios. A través de la iniciación, la profesión de votos y la observancia del Oficio Divino, los monjes y monjas buscan una unión más íntima con Cristo, sirviendo como un signo del Reino de los Cielos para el Pueblo de Dios2. La riqueza de estas tradiciones litúrgicas subraya la importancia de la oración constante, la renuncia a los bienes terrenales y la obediencia, elementos que contribuyen a la santificación individual y al testimonio de la Iglesia en el mundo12,5. La preservación y el estudio de estos rituales son esenciales para comprender la profundidad y el significado del monasticismo cristiano1.

Citas

  1. Capítulo VII - Los sacramentos de la iniciación cristiana - 52. Los ritos de entrada en la vida monástica, Congregación para las Iglesias Orientales. Instrucción para la aplicación de las prescripciones litúrgicas del Código de Cánones de las Iglesias Orientales, § 52 (1996). 2 3 4 5 6 7

  2. Parte dos - La oración de la Iglesia - II. La oración de la comunidad eclesial - D. Oraciones, bendiciones y consagraciones especiales ocasionales - 1. Consagraciones y bendiciones - B. Monacato, Sínodo de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 503 (2016). 2 3 4 5

  3. Caput I norma ad initiationis vitæ religiosa ritum peragendum, Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Professionis Religiosae (El Orden de la Profesión Religiosa), § 10. 2

  4. Monacato oriental, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Monacato Oriental. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

  5. Monacato, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Monacato (2015). 2 3 4

  6. Papa Pablo VI. A los Abades de la Confederación Benedictina (Septiembre 30, 1970) - Discurso (1970). 2

  7. Ritos, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Ritos. 2 3

  8. Parte dos - La oración de la Iglesia - III. El tiempo y el espacio de la oración de la Iglesia - B. El ritmo de la oración litúrgica - 1. El ciclo diario—horologion (chasoslov), Sínodo de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 540 (2016). 2

  9. Capítulo IV - El oficio divino, Concilio Vaticano II. Sacrosanctum Concilium, § 89 (1963). 2 3 4 5

  10. Capítulo XVIII. - Cuántos salmos deben decirse durante las horas antes mencionadas, Benito de Nursia. Regla de Benito, § XVII (530). 2 3 4

  11. Nona, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Nona.

  12. Papa Pablo VI. A los Abades Benedictinos y Priores Conventuales (Octubre 1, 1973) - Discurso (1973). 2 3

  13. Sacra congregatio pro cultu divino, Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Benedictionis Abbatis et Abbatissae (El Orden de Bendición de un Abad y una Abadesa), § 3. 2

  14. De benedictione abbatis, Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Benedictionis Abbatis et Abbatissae (El Orden de Bendición de un Abad y una Abadesa), § 7. 2 3 4 5 6 7

  15. Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Benedictionis Abbatis et Abbatissae (El Orden de Bendición de un Abad y una Abadesa), § 16. 2 3 4