San Aidan de Lindisfarne

San Aidan de Lindisfarne fue un monje irlandés y obispo, conocido como el «Apóstol de Northumbria» por su papel fundamental en la reevangelización del reino anglosajón en el siglo VII. Estableció su sede episcopal y un monasterio en la isla de Lindisfarne, que se convirtió en un centro vibrante de actividad misionera y formación monástica. Su enfoque pastoral se caracterizó por una notable mansedumbre, humildad y dedicación a los pobres y esclavos, predicando el Evangelio a pie y con el apoyo del rey San Osvaldo. Su legado perduró a través de una sucesión de obispos santos y la influencia de su monasterio en la expansión del cristianismo en el norte de Inglaterra.
Tabla de contenido
Primeros años y vocación monástica
Aidan, de origen irlandés, fue un monje que estudió bajo la dirección de San Senan en la isla de Iniscathay (Scattery Island)1,2. Aunque algunas fuentes lo sitúan como obispo de Clogher, se dice que renunció a esa sede para unirse al monasterio de Iona alrededor del año 6301. Iona, una isla dividida de Gran Bretaña por un pequeño brazo de mar, había sido entregada a los monjes escoceses (irlandeses) por los pictos, quienes habían recibido la fe de Cristo a través de su predicación3. Este monasterio era un centro principal para los escoceses del norte y los pictos, y Aidan fue enviado desde allí para instruir a la nación inglesa en Cristo, recibiendo la dignidad episcopal4,3.
La misión en Northumbria
En el año 634, el rey San Osvaldo de Northumbria, quien había sido educado por monjes celtas en Irlanda durante su exilio, ascendió al trono y deseó extender la fe entre su pueblo, que había vuelto en gran parte al paganismo después de la obra de San Paulino5,2,6. Osvaldo solicitó a los monjes de Iona que le enviaran un obispo para predicar a sus súbditos paganos2,7,6.
El primer misionero enviado fue de temperamento áspero y austero, y al no tener éxito, regresó a Iona culpando a la rudeza y disposición indócil de los ingleses2,7. En una asamblea de ancianos en Iona, Aidan, quien también estaba presente, le dijo al misionero que la culpa recaía más bien en él, por haber sido demasiado severo con un pueblo ignorante. Sugirió que primero debían ser alimentados con la «leche de una doctrina más suave» hasta que pudieran digerir un alimento más sólido, siguiendo la regla apostólica2,7. Ante estas palabras, la asamblea se volcó hacia Aidan, reconociendo su prudencia, y fue designado para la ardua misión2.
Aidan llegó a Northumbria en el año 6351,8. El rey Osvaldo lo recibió favorablemente y le concedió la isla de Lindisfarne como su sede episcopal2,9. Lindisfarne, conocida hoy como Holy Island (Isla Santa), se asemejaba a Iona, de donde provenía Aidan, y se convirtió en el «Iona de Inglaterra»8. La isla está unida a tierra firme dos veces al día por un camino transitable durante la marea baja8,9.
Lindisfarne: Centro de evangelización y vida monástica
Lindisfarne se estableció como el centro de la actividad misionera de Aidan y la sede episcopal de dieciséis obispos sucesivos, con San Cuthbert siendo el más destacado5,8. Aidan no solo fijó su sede allí, sino que también estableció una comunidad monástica, siguiendo la práctica de San Agustín en Canterbury8,10. El obispo y todo el clero eran monjes, y Aidan mismo era abad y obispo9. Desde este monasterio se fundaron iglesias en toda la región entre Edimburgo y el Humber, así como en el distrito central y en el país de los anglos orientales8.
La influencia de estos líderes espirituales fue considerable, en gran parte debido al patrocinio de reyes como San Osvaldo8. El rey Osvaldo asistió a Aidan en todo lo posible, e incluso actuó como intérprete para el obispo, quien no dominaba perfectamente la lengua inglesa, explicando sus sermones e instrucciones al pueblo9,6.
Estilo de vida y método pastoral de San Aidan
San Aidan se distinguió por su humildad y piedad2. San Beda el Venerable lo elogia abundantemente, describiéndolo como un pontífice «inspirado por un amor apasionado por la virtud, pero al mismo tiempo lleno de una mansedumbre y gentileza insuperables»1.
Su método pastoral se basaba en el ejemplo personal y la predicación a pie2,4. Recorría ciudades y campos a pie, rara vez a caballo, a menos que fuera por una necesidad urgente4. De esta manera, podía detenerse y hablar con cualquier persona que encontrara, rica o pobre, invitando a los infieles a recibir la fe y fortaleciendo a los creyentes en la caridad y las buenas obras4.
Aidan y sus compañeros monjes se dedicaban diariamente al estudio de las Escrituras o al aprendizaje de los salmos4. No buscaba ni amaba las cosas de este mundo; los regalos que recibía de reyes o ricos los distribuía inmediatamente entre los pobres2,4. Rara vez asistía a la mesa del rey, y cuando lo hacía, llevaba consigo a uno o dos de sus clérigos, apresurándose después a continuar con su trabajo2,7.
Beda también destaca su libertad apostólica para reprender a los orgullosos y poderosos, y su amor por la paz, la caridad y la continencia2,7. No guardaba silencio ante los pecados de los ricos, sino que los corregía con severas reprimendas7. Nunca dio dinero a los poderosos, solo comida si los agasajaba, pero las donaciones monetarias que recibía las distribuía entre los pobres o las utilizaba para rescatar a personas que habían sido vendidas injustamente como esclavos7. Además, muchos de los que rescató se convirtieron en sus discípulos, a quienes enseñó, instruyó y ordenó sacerdotes7.
Su apostolado fue tan efectivo que Beda atestigua que treinta años después de su llegada, «dondequiera que llegaba un clérigo o monje, era recibido por todos con alegría como un siervo de Dios; y cuando uno era encontrado viajando, corrían hacia él y se inclinaban, contentos de ser signados por su mano o bendecidos por su oración»5. La gente acudía diligentemente a escuchar la palabra de exhortación y los domingos se reunían en iglesias o monasterios5. Los clérigos solo frecuentaban las aldeas para predicar, visitar a los enfermos y cuidar las almas, y estaban tan libres de avaricia que nadie aceptaba tierras o posesiones para construir monasterios a menos que fuera obligado por el poder secular5.
Aunque Aidan seguía las costumbres celtas en cuanto a la fecha de la Pascua, lo cual difería de la práctica romana, Beda lo describe como un obispo «celoso en la causa de Dios, aunque no del todo según el conocimiento» en este aspecto2. Los escoceses del sur de Irlanda ya habían adoptado la costumbre canónica de la Pascua por admonición del obispo de la Sede Apostólica, pero los que habitaban en el norte de Gran Bretaña, incluyendo a Aidan, seguían celebrándola de otra manera9.
Muerte y legado
San Aidan murió en Bamburgh, en el castillo real que utilizaba como centro misionero, el último día de agosto del año 651, solo once días después del asesinato del rey San Oswin, sucesor de San Osvaldo, quien también apoyó su misión1,5. Fue enterrado inicialmente en el cementerio de Lindisfarne, y posteriormente sus restos fueron trasladados al santuario de la nueva iglesia de San Pedro construida allí5.
La fiesta de San Aidan se celebra el 31 de agosto1. Es venerado en el Martirologio Romano y su fiesta se observa en varias diócesis inglesas y en Argyll y las Islas5. Su influencia fue tan significativa que algunos historiadores, como Lightfoot, citado por Dom Gougaud, sugieren que «no fue Agustín, sino Aidan, quien fue el verdadero apóstol de Inglaterra», al menos en lo que respecta al norte de Inglaterra5. Aidan tomó a doce niños ingleses para ser educados en su monasterio y se mostró incansable en el cuidado de los niños y los esclavos, liberando a muchos con las limosnas que recibía5.
Aidan fue sucedido por San Finan, un irlandés y monje de Iona, quien se convirtió en el segundo obispo de Lindisfarne11. Finan continuó la obra de Aidan, bautizando al príncipe Peada de los Anglos Medios y enviando misioneros como San Cedd a predicar a los mercianos11. La diócesis de Lindisfarne bajo Aidan y sus sucesores abarcaba los modernos condados de Northumberland, Durham y York11.
Citas
San Aidan de Lindisfarne, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §San Aidan de Lindisfarne. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
San Aidan, obispo de Lindisfarne (d.C. 651), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 455. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13
Cap. IV. Cuando la nación de los Pictos recibió la fe de Cristo. [565 d.C.], Beda el Venerable. Historia Eclesiástica de Inglaterra - Libro III, § 7. ↩ ↩2
Cap. V. De la vida del obispo Aidan. [635 d.C.], Beda el Venerable. Historia Eclesiástica de Inglaterra - Libro III, § 11. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Beatos Laurence Nerucci y sus compañeros, mártires (d.C. 1420), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 456. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 298. ↩ ↩2 ↩3
Beda el Venerable. Historia Eclesiástica de Inglaterra - Libro III, § 12. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
Antigua diócesis y monasterio de Lindisfarne, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Antigua diócesis y monasterio de Lindisfarne. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Beda el Venerable. Historia Eclesiástica de Inglaterra - Libro III, § 6. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Beda el Venerable. Historia Eclesiástica de Inglaterra - Libro IV, § 78. ↩
San Finan, obispo de Lindisfarne (d.C. 661), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 372. ↩ ↩2 ↩3