Wikitólica

La enciclopedia y wiki católica en español

Cruz

San Anastasio

El nombre Anastasio, que significa «resurrección» en griego, ha sido llevado por varios santos venerados en la Iglesia Católica a lo largo de la historia. Entre ellos se encuentran mártires, obispos y papas, cada uno con una historia única de fe y servicio. Este artículo explorará las vidas y legados de las figuras más destacadas que llevan este nombre, incluyendo a San Anastasio de Persia, los Obispos de Antioquía llamados Anastasio, el Papa Anastasio I, el Papa Anastasio II, y el Papa Anastasio III. También se abordará la figura de Santa Anastasia de Sirmio, quien a menudo se asocia con el nombre y la veneración de otros santos Anastasio.

Tabla de contenido

San Anastasio de Persia (m. 628)

San Anastasio de Persia, originalmente llamado Magundat, fue un soldado persa que se convirtió al cristianismo y sufrió el martirio en el año 6281,2,3. Su conversión se produjo después de que el rey Cosroes llevara la Santa Cruz de Jerusalén a Persia, lo que despertó su curiosidad y lo llevó a buscar información sobre la fe cristiana3. Tras su conversión, Magundat dejó el ejército y se hizo monje en Jerusalén, adoptando el nombre de Anastasio3.

Después de siete años de estricta observancia monástica, Anastasio sintió el impulso del Espíritu Santo para buscar el martirio3. Viajó a Cesarea, entonces bajo dominio persa, donde reprochó a sus compatriotas su práctica de la magia y el culto al fuego, prácticas que él mismo había ejercido anteriormente3. Fue arrestado y cruelmente torturado para que abjurara de su fe3.

Finalmente, Anastasio fue llevado cerca del Éufrates, a un lugar llamado Barsaloe o Bethsaloe3. Allí, sus sufrimientos se renovaron, y se le prometieron los más altos honores al servicio del rey Cosroes si renunciaba al cristianismo3. Sin embargo, Anastasio se mantuvo firme en su fe, declarando que despreciaba la pompa del mundo y que las riquezas de un rey mortal no eran tentación para él2. Fue golpeado sin piedad con bastones, y en un tormento posterior, le colocaron una pesada viga sobre las piernas, aplastando la carne hasta el hueso2. Su tranquilidad y paciencia asombraron a sus verdugos2.

Finalmente, Anastasio y otros sesenta y seis cristianos fueron estrangulados y decapitados el 22 de enero de 6282,3. Su cuerpo fue arrojado a los perros, pero estos no lo tocaron2,3. Posteriormente, los cristianos lo rescataron y lo depositaron en el monasterio de San Sergio, que más tarde fue llamado Sergiópolis (actual Rasafa, en Irak)2. Sus reliquias fueron trasladadas a Palestina, luego a Constantinopla y finalmente a Roma, donde fueron consagradas en la iglesia de San Vicente2,3. Por esta razón, San Anastasio de Persia y San Vicente son celebrados juntos en una misma fiesta2. El Séptimo Concilio General, convocado contra los iconoclastas, utilizó la imagen milagrosa de este mártir, conservada en Roma, como prueba del uso de las imágenes sagradas2.

Obispos de Antioquía llamados Anastasio

Existen registros de al menos dos obispos de Antioquía que llevaron el nombre de Anastasio.

San Anastasio I de Antioquía (m. 598)

San Anastasio I fue obispo de Antioquía alrededor del año 5593. Se distinguió por su erudición y austeridad de vida3. Se ganó la enemistad del emperador Justiniano al oponerse a ciertas doctrinas imperiales sobre el Cuerpo de Cristo3. Aunque Justiniano planeó deponerlo y exiliarlo, el emperador murió antes de llevarlo a cabo3. Sin embargo, Justino II, el sucesor de Justiniano, ejecutó el propósito de su tío cinco años después, y otro obispo, llamado Gregorio, fue puesto en su lugar3.

Tras la muerte de Gregorio en 593, Anastasio fue restaurado en su sede episcopal, en gran parte gracias a la intercesión del Papa Gregorio Magno ante el emperador Mauricio y su hijo Teodosio3. Anastasio I murió en el año 5983. Algunas cartas del Papa Gregorio sugieren que Anastasio no fue lo suficientemente enérgico al denunciar las pretensiones del Patriarca de Constantinopla de ser obispo universal3.

San Anastasio II de Antioquía (m. 599)

Se dice que otro obispo del mismo nombre sucedió a Anastasio I en el año 5993. A este Anastasio se le atribuye la traducción de la «Regula Pastoralis» de Gregorio Magno3. Los registros indican que fue asesinado durante una insurrección de los judíos3. Sin embargo, Nicephorus (Hist. Eccl., XVIII, xliv) declara que Anastasio I y Anastasio II son la misma persona, y existe una dificultad similar con respecto a ciertos Sermones de orthodoxâ fide, algunos atribuyéndolos al segundo Anastasio y otros afirmando que solo hubo un obispo con ese nombre3.

Papas llamados Anastasio

Papa Anastasio I (399-401)

El Papa Anastasio I fue elegido obispo de Roma en el año 399 y sirvió hasta su muerte en el 4014. Es conocido por su vigilancia contra la doctrina errónea. Se opuso a las traducciones de las obras de Orígenes al latín, creyendo que la lectura de Orígenes había introducido una «niebla de ceguera» en las mentes puras y buscaba disolver la fe establecida por la tradición apostólica4. Consideró que, si bien una traducción podría ser aceptable si acusaba al autor y exponía sus errores, un traductor que aprobara tales males y los presentara al pueblo estaría socavando la fe católica4. La lectura de Orígenes fue prohibida por edictos imperiales durante su pontificado4.

Papa Anastasio II (496-498)

El Papa Anastasio II, nativo de Roma, fue elegido el 24 de noviembre de 496 y falleció el 16 de noviembre de 4985. Una carta de felicitación a Clodoveo por su conversión, que se le atribuyó, ahora se considera una falsificación del siglo XVII5. Insistió en la eliminación del nombre de Acacio, Patriarca de Constantinopla, de los dípticos, pero reconoció la validez de sus actos sacramentales, una postura que desagradó a los romanos5. También condenó el Traducianismo5.

Papa Anastasio III (911-913)

El Papa Anastasio III fue obispo y siervo de los siervos de Dios6. Se le atribuye un privilegio para la Iglesia de Vercelli, dirigido al obispo Ragemberto de esa diócesis6. En este documento, Anastasio III reflexiona sobre la responsabilidad de los pastores de almas, comparándola con la vigilancia de los pastores de ovejas que soportan el sol y el frío para proteger a su rebaño6. Destaca la necesidad de una vigilancia constante y un gran cuidado en el cumplimiento del deber pastoral para con la custodia de las almas dominicales6.

Santa Anastasia de Sirmio (m. 304?)

Aunque no lleva el nombre de Anastasio, Santa Anastasia es una mártir de gran importancia y a menudo se la asocia con el nombre debido a la similitud1,7. Su culto es notablemente antiguo y su nombre fue insertado en el canon de la Misa romana a fines del siglo V1,7.

Vida y Martirio Legendarios

La passio de Santa Anastasia relata que era hija de un noble romano llamado Praetextatus y tuvo a San Crisógono como consejero1. Se casó con un pagano, Publio, y durante la persecución de Diocleciano, cuidó a los confesores de la fe en prisión1. Su esposo le prohibió salir de casa, pero ella mantuvo correspondencia con Crisógono1. Tras la muerte de Publio, Anastasia viajó a Aquileia para socorrer a los cristianos allí1.

Después del martirio de Santa Ágape, Quionia e Irene, Anastasia fue arrestada y llevada ante el prefecto de Iliria en Sirmio1. Fue visitada en prisión y alimentada por la difunta Santa Teodota1. Luego, junto con otro cristiano y varios criminales paganos, fue puesta en un barco y abandonada en el mar1. Sin embargo, Teodota apareció nuevamente y guio el barco a tierra, lo que llevó a la conversión de todos los paganos1. Anastasia fue llevada a la isla de Palmaria y ejecutada siendo quemada viva, atada al suelo con los brazos y piernas extendidos, y el fuego encendido a su alrededor1. Doscientos hombres y setenta mujeres fueron martirizados de diversas maneras al mismo tiempo1.

Estas historias son consideradas apócrifas y puramente legendarias, sin fundamentos históricos1,7. Lo único cierto es que una mártir llamada Anastasia dio su vida por la fe en Sirmio y que su memoria fue mantenida sagrada en esa iglesia7.

Culto y Veneración

Santa Anastasia no es una santa romana, ya que sufrió el martirio en Sirmio, en Panonia, y no fue venerada en Roma hasta casi finales del siglo V1,7. Su culto se originó en Sirmio, donde probablemente fue martirizada bajo Diocleciano, pero no han llegado hasta nosotros detalles auténticos de su vida y pasión1,7.

Durante el patriarcado de Genadio (458-471) en Constantinopla, las reliquias de Santa Anastasia fueron trasladadas de Sirmio a esa ciudad, lo que dio lugar a un considerable culto a la santa1,7. De manera similar, el culto de Santa Anastasia fue introducido en Roma desde Sirmio a través de una iglesia ya existente7.

En Roma, desde el siglo IV, existía una iglesia al pie del Palatino y sobre el Circo Máximo, conocida como «titulus Anastasiae»7,8. Esta iglesia, adornada por el Papa Dámaso (366-384) con un gran mosaico, era muy prominente7. Hay cierta incertidumbre sobre el origen de su nombre: podría deberse a una matrona romana llamada Anastasia que la fundó, o a que originalmente era una iglesia «Anastasis» (dedicada a la Resurrección de Cristo), de donde eventualmente derivó el nombre «titulus Anastasiae»7.

La inserción de su nombre en el Canon Romano de la Misa a fines del siglo V demuestra la posición única que ocupaba entre los santos venerados públicamente en Roma7,8. Desde entonces, la iglesia del Palatino se conoció como «titulus sanctae Anastasiae», y la mártir de Sirmio se convirtió en la santa titular de la antigua basílica del siglo IV7. La conmemoración de Santa Anastasia en la segunda Misa del día de Navidad es el último vestigio de la antigua prominencia de esta santa y su iglesia en la vida de la Roma cristiana7,8.

Patrona de los Exorcistas

Santa Anastasia de Sirmio es considerada la patrona de los exorcistas debido a su fuerte fe, coraje y su papel en la lucha contra el mal a través de su devoción inquebrantable a Cristo9. Se la conocía por sus poderes curativos y su capacidad para proteger a otros de las influencias demoníacas9. Su reputación de enfrentar y superar las fuerzas de la oscuridad, junto con su martirio por la fe, la llevó a ser asociada con los exorcistas, quienes se encargan de combatir el mal y la opresión espiritual9. Su ejemplo de fuerza y devoción la convierte en una poderosa intercesora para quienes participan en el exorcismo9.

Otros Mártires Anastasio y Anastasia

Además de las figuras mencionadas, los martirologios registran otros santos con nombres similares.

Mártires de Nicomedia (303 d.C.)

El Martirologio Romano registra el martirio de, según los griegos, 20.000 cristianos en Nicomedia el día de Navidad del año 3031. El emperador Diocleciano ordenó cerrar las puertas de la iglesia y preparar fuego a su alrededor, ofreciendo a quienes quisieran escapar que salieran y ofrecieran incienso a Júpiter1. Todos declararon a una voz que estaban listos para morir por Cristo, y el fuego fue encendido, consumiéndolos1. Así, merecieron nacer en el Cielo el mismo día en que Cristo quiso nacer en la tierra para la salvación del mundo1. Aunque el número es exagerado, hay mucha evidencia en Eusebio y en el breviario siríaco de que Nicomedia fue un foco de persecución en el año 3031.

Santa Anastasia la Mayor y San Cirilo (Fecha Desconocida)

El Cardenal Baronio añadió una entrada al Martirologio Romano conmemorando a «Santa Anastasia la Mayor, virgen, y Cirilo»10. Sin embargo, las tradiciones de la Iglesia de Roma no tienen conocimiento de estos mártires, que fueron venerados por primera vez en Oriente11. Su passio griega describe a Santa Anastasia como una doncella de veintidós años de noble cuna que vivía en una comunidad de vírgenes consagradas. Fue arrestada, torturada con golpes, fuego y azotes, y al permanecer inquebrantable en su confesión de Cristo, le cortaron los senos, le arrancaron las uñas, le rompieron los dientes y le amputaron las manos y los pies. Finalmente, fue decapitada11. Cirilo, quien le llevó agua cuando ella la pidió, recibió el martirio como recompensa11. Se sugiere que la única mártir histórica fue la viuda de Sirmio (25 de diciembre), y que un hagiógrafo griego inventó una nueva historia de una virgen con el mismo nombre, embelleciéndola con detalles fantásticos11.

Conclusión

El nombre Anastasio y Anastasia resuena en la historia de la Iglesia Católica a través de diversas figuras de santidad. Desde el valiente Anastasio de Persia, que abandonó su vida militar para abrazar la fe y el martirio, hasta los Papas Anastasio que defendieron la ortodoxia y guiaron a la Iglesia, y la venerable Santa Anastasia de Sirmio, cuya legendaria vida y martirio la convirtieron en una figura central de devoción y patrona de los exorcistas. Sus vidas, aunque a veces envueltas en leyendas, reflejan la inquebrantable fe y el sacrificio de los cristianos a lo largo de los siglos, inspirando a los fieles a mantener su compromiso con Cristo frente a la adversidad.

Citas

  1. Muchos mártires en Nicomedia (a.D. 303), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 617. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22

  2. Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 161. 2 3 4 5 6 7 8 9 10

  3. San Anastasio, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §San Anastasio. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23

  4. Papa Anastasio I. Epistolae et decreta (Papa Anastasio I), § 1. 2 3 4

  5. Papa Anastasio II, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Anastasio II. 2 3 4

  6. I. Privilegium pro ecclesia vercellensi. *[opera Attonis, tomo I, praef, pág. IX], Papa Anastasio III. Privilegia, §p. 1183B (911). 2 3 4

  7. Santa Anastasia, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Santa Anastasia. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

  8. Beato Jacopone de Todi (a.D. 1306), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 618. 2 3

  9. Exorcistas - Anastasia de Sirmio, Magisterium AI. Santos Patronos en la Iglesia Católica, §Exorcistas (2024). 2 3 4

  10. Santos Anastasia y Cirilo, mártires (fecha desconocida), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 218.

  11. San Fidel de Como, mártir (a.D. 303?), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 219. 2 3 4