San Bernardo
San Bernardo de Clairvaux (1090‑1153) fue un monje cisterciense, reformador, teólogo, predicador y místico francés, canonizado en 1174 y declarado Doctor de la Iglesia en 1830. Su vida y obra influyeron decisivamente en la espiritualidad medieval, la política eclesiástica y la defensa de la ortodoxia contra herejías como el catarismo y el nominalismo. Es recordado como el «Doctor mellifluo» por la dulzura y profundidad de sus escritos, y como un «oráculo de la cristiandad» por su autoridad en asuntos eclesiásticos y políticos1,2.
Tabla de contenido
Vida temprana y vocación monástica
Orígenes familiares y educación
Bernardo nació en 1090 en la fortaleza de Fontaines, cerca de Dijon, hijo del señor Tescelin y de Aleth, pertenecientes a la nobleza burgundesa3. Fue el tercer hijo de siete y recibió una educación cuidadosa, estudiando gramática, retórica y dialéctica en la escuela canónica de Châtillon‑sur‑Seine3. Desde joven mostró una inclinación a la soledad y a la contemplación, lo que lo llevó a decidir, tras la muerte de su madre, seguir la vida monástica cisterciense3.
Ingreso en Cîteaux y fundación de Clairvaux
A los veinte años ingresó en la abadía de Cîteaux, fundada por San Roberto, Alberico y San Stephen Harding, cuyo objetivo era una estricta observancia de la Regla de San Benedicto1. En 1115, bajo la dirección de Stephen Harding, fue enviado a fundar la nueva casa de Clairvaux, donde, a los veinticinco años, estableció una comunidad que rápidamente se convirtió en modelo de reforma cisterciense1.
Reforma y expansión cisterciense
Espíritu de austeridad y caridad
Bernardo promovió una vida de sobriedad extrema en la mesa, el vestido y la arquitectura, al tiempo que fomentó la asistencia a los pobres2. Su carisma atrajo a numerosos monjes, y bajo su liderazgo se fundaron más de sesenta‑ocho monasterios en toda Europa, extendiendo la influencia cisterciense más allá de Francia4.
Escritos y enseñanzas
Entre sus obras más importantes destacan De Gradibus Superbiae (primer tratado), De amore Dei (sobre el amor a Dios sin medida), De Gratiâ et Libero Arbitrio (gracia y libre albedrío) y los Sermones sobre el Cántico de los Cantares1. En sus propios escritos, como el capítulo III de On Loving God, exhorta a los cristianos a llenar sus corazones con la meditación del amor y la misericordia de Cristo, describiendo esa experiencia como «más dulce que la miel»5.
Acción apostólica y defensa de la ortodoxia
Combate a las herejías
Bernardo se erigió como defensor de la fe contra el catarismo, cuya visión despreciante del cuerpo y la materia él condenó con vehemencia6. Asimismo, en sus polémicas contra Pedro Abelardo, criticó la excesiva dependencia de la razón filosófica frente a la fe, subrayando la necesidad de la contemplación y la oración6.
Predicación de la Segunda Cruzada
En 1146, ante la convocatoria de la Segunda Cruzada, Bernardo predicó en Vézelay, donde su elocuencia movilizó a la nobleza francesa y a la propia reina Leonor para tomar la cruz7. Su campaña estuvo acompañada de relatos de milagros que reforzaron su autoridad espiritual, aunque la cruzada resultó en fracaso militar; él explicó la derrota como consecuencia de los pecados de los cruzados, no de la falta de gracia divina7.
Influencia política y eclesiástica
Su reputación le valió la intervención en disputas entre príncipes y obispos, y su consejo fue buscado por papas y monarcas. Fue llamado «oráculo de la cristiandad» por la confianza que la Iglesia depositó en sus juicios sobre cuestiones doctrinales y disciplinarias2.
Canonización, doctorado y legado
Canonización y Doctorado de la Iglesia
Bernardo fue canonizado por el Papa Alejandro III el 18 de enero de 11741. En 1830, el Papa Gregorio XVI le concedió el título de Doctor de la Iglesia, reconociendo la profundidad teológica y espiritual de sus escritos1. Su apodo «Doctor mellifluo» proviene de la descripción de sus sermones como «fluidos como la miel» por su dulzura y claridad6.
Influencia en la espiritualidad y la teología
Su énfasis en el amor a Cristo como camino hacia la unión con Dios marcó la espiritualidad medieval y anticipó la mística de la reforma carmelita. La devoción mariana de Bernardo, expresada en sus sermones sobre la Cantica y en la frase «per Mariam ad Iesum», subraya la mediación de la Madre de Dios en la salvación6.
Veneración contemporánea
Hoy, San Bernardo es celebrado el 20 de agosto y su figura sigue siendo objeto de estudio en seminarios y de inspiración para la vida monástica. Sus escritos continúan siendo recomendados por la Santa Sede como guías para la oración contemplativa y la defensa de la fe.
Bibliografía seleccionada
Catholic Encyclopedia, «St. Bernard of Clairvaux»1
Audiencia General del Papa Benedicto XVI, 21 octubre 2009, «Saint Bernard of Clairvaux»6
Citas
San Bernardo de Claraval, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §San Bernardo de Claraval. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 366. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
B20: San Bernardo, abad de Claraval, doctor de la Iglesia (d.C. 1153), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 364. ↩ ↩2 ↩3
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 369. ↩ ↩2
Capítulo III - Qué mayores incentivos tienen los cristianos, más que los paganos, para amar a Dios, Bernardo de Claraval. Sobre el amor a Dios, §Capítulo III (1142). ↩
San Bernardo de Claraval, Papa Benedicto XVI. Audiencia General del 21 de octubre de 2009: San Bernardo de Claraval (2009). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 368. ↩ ↩2 ↩3