San Cirilo de Jerusalén

San Cirílo de Jerusalén, nacido alrededor del año 315 y fallecido en 386, fue obispo de Jerusalén y Doctor de la Iglesia. Reconocido por su profunda catequesis y su papel conciliador en las controversias teológicas del siglo IV, sus Catequesis constituyen una de las fuentes más valiosas para comprender la liturgia y la doctrina cristiana de la época. Su vida, su obra y su legado siguen inspirando la catequesis y la vida sacramental de la Iglesia Católica1.
Tabla de contenido
Vida temprana y formación
Orígenes y educación
Cirílo nació probablemente en Jerusalén alrededor del año 315. Los detalles de su infancia son escasos; sin embargo, los testimonios de contemporáneos como Epifanio, Jerónimo y Rufino indican que recibió una sólida educación cristiana y bíblica, lo que le permitió dominar las Escrituras y la tradición patrística1.
Ordenación y primeros ministerios
Fue ordenado sacerdote por el obispo San Máximo, quien lo consideró apto para instruir a los catecúmenos. Tras la muerte de Máximo, el metropolitano Acacio de Cesarea intentó manipular su ascenso, pero Cirílo aceptó servir como diácono para evitar el conflicto, lo que finalmente le valió la episcopación1.
Episcopado en Jerusalén
Contexto histórico y controversias
Durante su episcopado, Cirílo vivió una época de intensas disputas teológicas, especialmente entre arrianos y defensores de la homoousios (consubstancialidad). Aunque algunos críticos lo describen como cercano al semi‑arianismo, su enseñanza se mantuvo fiel a la ortodoxia cristiana y recibió el reconocimiento de la Iglesia como Doctor de la Iglesia2.
Obras y actividades pastorales
Como obispo, Cirílo dirigió la comunidad cristiana de Jerusalén, supervisó la construcción y el uso del Basilica del Santo Sepulcro, y se destacó por su pastoral cercana y su disposición a dialogar con los fieles. Su labor incluyó la defensa de la fe contra herejías y la promoción de la vida sacramental entre los creyentes3.
Las Catequesis de Cirílo
Estructura y contenido
Cirílo compuso veinticuatro catequesis que se dividen en dos grupos principales:
Las primeras 18 catequesis están dirigidas a los catecúmenos (candidatos al bautismo) y fueron pronunciadas en la Basílica del Santo Sepulcro. Tratan temas como los requisitos para el bautismo, la conversión del paganismo, la doctrina del Credo y la confesión de fe3.
Las cinco catequesis mistagógicas se dieron durante la Semana Santa a los recién bautizados, abordando el crismón, la Eucaristía y la oración del Padre Nuestro3.
Enfoque pedagógico
Cirílo utilizó un método catequético que combinaba la procatequesis (bienvenida) con la exposición clara de la doctrina, apoyándose en pasajes bíblicos y en la tradición apostólica. En sus palabras, «habéis sido atrapados en las redes de la Iglesia; morid al pecado y vivid en justicia»3, invitando a los fieles a una conversión profunda y a una vida sacramental.
Contribuciones litúrgicas
Sus catequesis describen con detalle la liturgia de la misa, incluyendo el signo de la cruz en la vida cotidiana, la disciiplina arcana (secreto litúrgico) y la reverencia al cuerpo y sangre de Cristo. Estas descripciones son una fuente primaria para entender la práctica litúrgica del siglo IV1.
Doctrina y legado teológico
El credo de Cirílo
En su exposición del Credo, Cirílo reafirma la fe trinitaria y la encarnación: «Creo en un solo Dios… y en un solo Señor Jesucristo, unigénito, Dios de Dios, Luz de Luz”1. Esta formulación influenció la elaboración del Credo niceno‑constantinopolitano.
Influencia en la catequesis cristiana
Las Catequesis de Cirílo son consideradas la primera obra sistemática de teología que ha llegado completa a nuestros tiempos. Su método de instrucción ha sido modelo para la catequesis posterior, y su énfasis en la bautismo, confirmación y Eucaristía sigue siendo central en la formación cristiana actual3.
Veneración y reconocimiento
Canonización y Doctorado de la Iglesia
San Cirílo fue proclamado Doctor de la Iglesia por el Papa León XIII en 1882, reconociendo su aporte doctrinal y pastoral. Su festividad se celebra el 18 de marzo en la Iglesia Occidental y el 20 de marzo en la Oriental1.
Relicarios y devoción popular
Las reliquias de Cirílo se conservan en la Basílica del Santo Sepulcro y en otras iglesias de Oriente. Su figura es invocada como intercesor para la comprensión de la fe y la unidad litúrgica.
Obras completas
Catequesis (24 discursos) – publicados en latín y traducidos a múltiples idiomas.
Sermón sobre la piscina de Betesda.
Carta al emperador Constantino (sobre la aparición de la cruz de luz).
Bibliografía
St. Cyril of Jerusalem, Catholic Encyclopedia1.
Butler’s Lives of the Saints, vol. I, p. 6382.
General Audience of 27 June 2007: Saint Cyril of Jerusalem, Pope Benedict XVI3.
Citas
San Cirilo de Jerusalén, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §San Cirilo de Jerusalén. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
B18: San Cirilo, Arzobispo de Jerusalén, Doctor de la Iglesia (386 d.C.), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 638. ↩ ↩2
San Cirilo de Jerusalén, Papa Benedicto XVI. Audiencia General del 27 de junio de 2007: San Cirilo de Jerusalén (2007). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6