San Dionisio Areopagita

San Dionisio Areopagita es una figura significativa en la tradición cristiana, conocido principalmente por su conversión a manos de San Pablo en el Areópago de Atenas, tal como se relata en los Hechos de los Apóstoles. A lo largo de los siglos, su figura ha sido objeto de diversas interpretaciones y confusiones, especialmente en lo que respecta a la autoría de influyentes escritos teológicos y su identificación con otros santos. Este artículo explorará la información bíblica y las tradiciones históricas sobre Dionisio Areopagita, desentrañando las complejidades que rodean su identidad y el impacto duradero de los escritos atribuidos a él, conocidos como el Corpus Dionysiacum.
Tabla de contenido
La Conversión en el Areópago
La primera y más fiable mención de Dionisio Areopagita se encuentra en el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 17:34)1. San Pablo, mientras esperaba a Silas y Timoteo en Atenas, se sintió profundamente conmovido al ver la ciudad entregada a la idolatría1. Predicó en el mercado y en la sinagoga, y luego fue llevado al Areópago, la colina de Marte, que era el lugar de reunión del consejo ateniense1. Allí, San Pablo pronunció su famoso discurso sobre el «Dios Desconocido», buscando un punto de encuentro con la religiosidad espontánea de los atenienses2,3.
Aunque muchos de sus oyentes se burlaron de él, algunos creyeron y se unieron a Pablo4. Entre ellos se encontraban una mujer llamada Damaris y un hombre llamado Dionisio, quien era miembro del consejo del Areópago, de ahí su distinción como «el Areopagita»1,4,5. Esta conversión es el único dato conocido con completa certeza sobre San Dionisio Areopagita1.
Tradiciones Posteriores y Confusiones Históricas
Después de su conversión, la tradición cristiana ha añadido varios detalles a la vida de Dionisio Areopagita, aunque estos son a menudo objeto de debate y han llevado a importantes confusiones a lo largo de la historia.
Primer Obispo de Atenas
Eusebio de Cesarea, basándose en el testimonio de San Dionisio de Corinto (un obispo del siglo II), afirma que Dionisio Areopagita se convirtió en el primer obispo de Atenas1,6,7,8. San Dionisio de Corinto, quien floreció alrededor del año 170 d.C. y fue uno de los principales líderes de la Iglesia en el siglo II, escribió varias cartas a diversas iglesias, incluida una a los atenienses7,9,10. En esta carta, exhortaba a los atenienses a vivir de acuerdo con el Evangelio y mencionaba el reciente martirio de su obispo Publio, afirmando que Dionisio Areopagita había sido el primer obispo de Atenas7,8. Otros, como San Sofronio de Jerusalén, también lo mencionan como mártir1. El Menologio de Basilio añade que fue quemado vivo en Atenas bajo el emperador Domiciano1. Su fiesta se celebra el 3 de octubre en los calendarios antiguos, y todavía es observada por los bizantinos y sirios en esa fecha1.
Identificación con San Dionisio de París
Una de las confusiones más significativas en torno a la figura de Dionisio Areopagita es su identificación con San Dionisio (Denis) de París, el primer obispo de París y mártir de la Galia6,11,12. Esta identificación, aunque todavía registrada en el Martirologio Romano y en la liturgia del día, es considerada un error histórico1,6.
San Gregorio de Tours, en el siglo VI, relata que San Dionisio de París, de origen italiano, fue enviado a la Galia en el año 250 con otros seis obispos misioneros y sufrió el martirio12. El Martirologio de Jerónimo lo menciona el 9 de octubre junto a San Rústico y San Eleuterio, quienes se cree fueron su sacerdote y diácono12. Se dice que predicaron en Lutetia Parisiorum (París), fueron arrestados, encarcelados y decapitados en Montmartre11,12,13. La leyenda cuenta que el cuerpo decapitado de San Dionisio se levantó y caminó dos millas llevando su cabeza en las manos hasta el lugar donde hoy se encuentra la abadía de Saint-Denis, donde fue enterrado11.
La fusión de estas dos figuras comenzó a ganar terreno alrededor del siglo VII, pero no fue ampliamente aceptada hasta el siglo IX1,11. En el año 827, el emperador Miguel II envió copias de los escritos atribuidos a Dionisio Areopagita como regalo al emperador de Occidente, Luis el Piadoso11. Por una desafortunada coincidencia, estos escritos llegaron a París y fueron llevados a la abadía de Saint-Denis en vísperas de la fiesta de su patrón11. Hilduino, abad de Saint-Denis, tradujo estos textos al latín y, cuando Luis le pidió una vida de San Dionisio de París, Hilduino produjo una obra que persuadió a la cristiandad durante los siguientes setecientos años de que Dionisio de París, Dionisio de Atenas y el autor de los escritos «Dionisianos» eran la misma persona11. La obra de Hilduino, Areopagitica, se basó en materiales espurios y es considerada una «trama de fábulas»11.
Los Escritos del «Pseudo-Dionisio»
Otro aspecto crucial en la historia de Dionisio Areopagita es la atribución de una serie de influyentes escritos teológicos y místicos, conocidos como el Corpus Dionysiacum1,6. Estos textos, que incluyen tratados como Sobre los Nombres Divinos, Sobre las Jerarquías Celestes y Eclesiásticas, y Teología Mística, fueron inmensamente valorados y admirados tanto en Oriente como en Occidente desde el siglo VII hasta el XV1.
Autoría y Origen
Durante siglos, se creyó que estos escritos eran obra del mismo Dionisio Areopagita, el discípulo de San Pablo1,14. Sin embargo, a partir del siglo XV y con la creciente convicción de que no podían ser obra de un contemporáneo de San Pablo, sino de alguien que falsamente los atribuyó al Areopagita, estos textos cayeron en una especie de «nube»1. La investigación histórico-crítica moderna ha confirmado que el autor de estas obras es un teólogo misterioso del siglo VI cuyo nombre es desconocido4,15,14. Por esta razón, se le conoce como el «Pseudo-Dionisio Areopagita»6.
El Pseudo-Dionisio probablemente era originario de Siria y mostró una gran familiaridad con las obras de los neoplatónicos, especialmente Plotino y Proclo6. Su intención al usar el pseudónimo de Dionisio Areopagita era poner la sabiduría griega al servicio del Evangelio, buscando una convergencia entre el pensamiento griego y la proclamación de San Pablo4.
Contenido e Influencia
Los escritos del Pseudo-Dionisio presentan una profunda visión teológica y filosófica, combinando elementos del neoplatonismo con la teología cristiana15. Su pensamiento se caracteriza por una epistemología alejandrina de la Escritura, una teología cirílica de la encarnación y una comprensión de los sacramentos como medios de la acción divina15. Fue el primero en acuñar la palabra «jerarquía», que significa «orden sagrado» o «administración de cosas santas»15,14. Sus ideas sobre la jerarquía influyeron en una amplia gama de teorías metafísicas, eclesiales y políticas en la Edad Media15.
El Corpus Dionysiacum fue introducido en Occidente a través de la traducción latina de Escoto Eriúgena en el siglo IX y ejerció una inmensa influencia en los escolásticos1,6,15. Figuras como Santo Tomás de Aquino, que citó a Dionisio más de mil setecientas veces, y otros pensadores medievales como Roberto Grosseteste y Alberto Magno, se vieron profundamente afectados por su misticismo de la oscuridad y el desconocimiento15,5. Este misticismo resultó ser muy convincente, moldeando la perspectiva de figuras influyentes en Italia, Francia, Inglaterra y Alemania15.
Sin embargo, en el Renacimiento, y más tarde con los Reformadores Protestantes como Martín Lutero, la doctrina de las jerarquías de Dionisio fue criticada, en parte debido a su explotación por algunos teólogos católicos para apoyar la institución divina del papado14.
Relevancia Actual
A pesar de la controversia sobre su autoría, el valor intrínseco de los escritos del Pseudo-Dionisio ha sido reconocido en tiempos modernos1. Su pensamiento sigue siendo relevante, especialmente en el diálogo contemporáneo entre el cristianismo y las teologías místicas de Asia4. Su enfoque en la imposibilidad de definir a Dios y la vía de la experiencia indirecta, o la «vía negativa», encuentra similitudes con las religiones asiáticas, convirtiéndolo en un mediador valioso en este diálogo4. El Papa Benedicto XVI destacó que este diálogo profundo no acepta la superficialidad, y que al encontrarse con la luz de la verdad en Cristo, se abre un amplio espacio para la comprensión y la cercanía con los demás4.
Conclusión
San Dionisio Areopagita, el converso de San Pablo en Atenas, es una figura histórica cuya vida se entrelaza con tradiciones posteriores y la atribución de escritos de profunda influencia teológica. Si bien la certeza histórica se limita a su conversión y su posible episcopado en Atenas, la figura del «Pseudo-Dionisio» y sus obras han dejado una huella indeleble en el pensamiento cristiano. A través de los siglos, su legado ha evolucionado, desde ser venerado como un mártir y el primer obispo de Atenas, hasta ser confundido con San Dionisio de París, y finalmente, como el autor anónimo de textos místicos que continúan inspirando y facilitando el diálogo interreligioso en la actualidad. La complejidad de su historia nos recuerda la rica y a veces enrevesada transmisión de la fe y la sabiduría a lo largo del tiempo.
Citas
St. Dionisio el Areopagita (siglo primero), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 70. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17
Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 15 de enero de 1986 (1986). ↩
Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 23 de noviembre de 1983 (1983). ↩
Pseudo-Dionisio, el Areopagita, Papa Benedicto XVI. Audiencia General del 14 de mayo de 2008: Pseudo-Dionisio, el Areopagita (2008). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
John Haldane. ¿Qué tiene que ver la metafísica con la sabiduría? , § 8. ↩ ↩2
Dionisio el pseudo-Areopagita, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Dionisio el Pseudo-Areopagita. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
St. Dionisio, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §St. Dionisio. ↩ ↩2 ↩3
Dionisio, obispo de Corinto, y las epístolas que escribió, Eusebio de Cesarea. Historia Eclesiástica (Eusebio de Cesarea), §Libro IV. Capítulo 23. 3 (325). ↩ ↩2
Dionisio, obispo de Corinto, y las epístolas que escribió, Eusebio de Cesarea. Historia Eclesiástica (Eusebio de Cesarea), §Libro IV. Capítulo 23. 1 (325). ↩
B8: St. Dionisio, obispo de Corinto (c. A.D. 180), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 56. ↩
St. Publia, viuda (c. A.D. 370), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 72. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
St. Demetrio, obispo de Alejandría (A.D. 231), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 71. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
B9 de octubre, Papa Benedicto XIV. El Martirologio Romano, § 9 de octubre (1749). ↩
Jerarquía, humildad y santidad: El significado de los rangos eclesiales según Dionisio el Areopagita, Adam G. Cooper. Jerarquía, Humildad y Santidad: El significado de los rangos eclesiales según Dionisio el Areopagita, § 1. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Dionisio el Areopagita, Adam G. Cooper. Jerarquía, Humildad y Santidad: El significado de los rangos eclesiales según Dionisio el Areopagita, § 3. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8