San Eduardo
San Eduardo se refiere a varios santos venerados en la Iglesia Católica, siendo los más prominentes San Eduardo el Confesor, rey de Inglaterra, y San Eduardo el Mártir, también rey de Inglaterra. Ambos son figuras importantes en la historia inglesa y en la tradición católica, conocidos por su piedad, justicia y, en el caso del mártir, por su trágico fin. Este artículo explorará la vida, el reinado y el culto de estos dos santos, destacando sus contribuciones a la Iglesia y a la sociedad de su tiempo.
Tabla de contenido
San Eduardo el Confesor
San Eduardo el Confesor fue rey de Inglaterra desde 1042 hasta su muerte el 5 de enero de 10661. Nació en 1003, hijo de Etelredo II y Emma de Normandía1. Su vida temprana estuvo marcada por el exilio en Normandía, donde fue criado en la corte de su tío, el duque de Normandía, debido al dominio danés en Inglaterra1. Esta experiencia de exilio le enseñó la futilidad de la ambición, y creció en inocencia, dedicándose a la asistencia a la Misa, a los oficios eclesiásticos y a la compañía de religiosos1.
Reinado y Virtudes
Eduardo fue aclamado rey a la edad de cuarenta años tras la muerte de Canuto y Hardicanuto, siendo bienvenido incluso por los colonos daneses debido a su carácter gentil y santo1. Su reinado fue notablemente pacífico, evitando invasiones y resolviendo conflictos internos sin derramamiento de sangre gracias a su prudencia1. Se le atribuye la remisión del impopular «Danegeld», un impuesto que se había seguido cobrando innecesariamente1,2. A pesar de su generosidad en limosnas para los pobres y para fines religiosos, logró que su patrimonio real fuera suficiente sin imponer nuevos impuestos1. La satisfacción que generaron «las buenas leyes de San Eduardo» llevó a que generaciones posteriores las reclamaran repetidamente cuando se sentían oprimidas1,3.
Guillermo de Malmesbury lo describió como «un hombre por elección dedicado a Dios, viviendo la vida de un ángel en la administración de su reino» y tan gentil que «no diría una palabra de reproche a la persona más humilde»2. Era generoso con los pobres y los extranjeros, y un gran promotor de los monjes2. A pesar de sus aficiones como la caza y la cetrería, nunca dejó de asistir a Misa cada mañana2.
Vida Matrimonial y Voto de Castidad
Cediendo a la súplica de sus nobles, Eduardo tomó como consorte a la virtuosa Editha, hija del conde Godwin1,3. Sin embargo, habiendo hecho un voto de castidad, le pidió a ella que aceptara vivir con él solo como hermana1. Aunque la tradición afirma su vida de continencia por amor a Dios, la certeza y el motivo exacto de este hecho no son completamente claros para los cronistas de la época3.
Reconstrucción de la Abadía de Westminster
Durante su exilio en Normandía, Eduardo había hecho un voto de peregrinar a la tumba de San Pedro en Roma si Dios ponía fin a las desgracias de su familia2. Una vez en el trono, un consejo de nobles le disuadió de dejar el reino, y el Papa San León IX conmutó su voto2. En lugar de la peregrinación, se le pidió que diera a los pobres la suma que habría gastado en su viaje y que construyera o reparara y dotara un monasterio en honor a San Pedro2. Eduardo eligió la abadía existente en Thorney, cerca de Londres, que reconstruyó y dotó magníficamente con su propio patrimonio2. Esta abadía, conocida como West Minster para distinguirla de la iglesia de San Pablo al este de la ciudad, fue dedicada apenas una semana antes de su muerte, y allí fue sepultado1,2. La actual Abadía de Westminster se construyó en el siglo XIII sobre el sitio del edificio de San Eduardo2.
Milagros y Canonización
A San Eduardo el Confesor se le atribuyó el primer ejercicio del poder de «tocar para el mal del rey» (escrufulosis y afecciones similares), con curaciones aparentemente obtenidas4. Fue canonizado por el Papa Alejandro III en 11611,4. Dos años más tarde, el 13 de octubre de 1163, su cuerpo incorrupto fue solemnemente trasladado a un relicario en el coro por Santo Tomás de Canterbury en presencia del Rey Enrique II1,4. Esta fecha, el 13 de octubre, es ahora el día de su fiesta principal1,4. Su cuerpo aún reposa en un relicario detrás del altar mayor de la Abadía de Westminster, siendo una de las pocas reliquias de santos que permanecen in situ en Inglaterra después de la Reforma4.
Patrocinio
San Eduardo el Confesor es el patrono principal de la ciudad de Westminster y un patrón menor de la archidiócesis4. Su fiesta se celebra en toda Gran Bretaña y en la Iglesia Occidental desde 16894. También es considerado el patrón de los reyes debido a su reinado ejemplar como un gobernante justo y piadoso, su devoción a Dios, su equidad y su compromiso con la paz y la justicia5.
San Eduardo el Mártir
San Eduardo el Mártir fue rey de Inglaterra, hijo de Edgar el Pacífico y tío de San Eduardo el Confesor6. Nació alrededor de 962 y ascendió al trono en 975 tras la muerte de su padre6,7. Su reinado fue breve, durando aproximadamente tres años y medio6,8.
Ascenso al Trono y Desafíos
La ascensión de Eduardo al trono fue disputada por un partido liderado por su madrastra, la Reina Elfrida, quien deseaba asegurar la corona para su propio hijo, Etelredo, entonces de siete años6,7. Sin embargo, la reclamación de Eduardo fue apoyada por San Dunstán y el clero, así como por la mayoría de los nobles, y fue coronado por San Dunstán6,9. Aunque era joven, el rey Eduardo ya mostraba promesas de gran santidad y se ganó el afecto de su pueblo por sus muchas virtudes6.
Martirio
La madrastra de Eduardo persistió en sus designios traicioneros6. El 18 de marzo de 979, mientras cazaba en Dorsetshire, Eduardo visitó el Castillo de Corfe, donde residía Elfrida6,8. Mientras bebía un vaso de hidromiel que le ofrecieron en la puerta del castillo, fue apuñalado por un asesino en las entrañas6. Aunque intentó huir, cayó de su caballo y fue arrastrado por el estribo hasta que murió, siendo arrojado a un profundo pantano6,8. Su cuerpo fue descubierto más tarde por un pilar de luz6.
El cuerpo de San Eduardo fue enterrado inicialmente en Wareham6,8. Tres años después, su cuerpo, encontrado intacto, fue trasladado a la Abadía de Shaftesbury por San Dunstán y el Conde Alfere de Mercia6. Se dice que muchos milagros se obtuvieron a través de su intercesión6. La violencia de su muerte, junto con el hecho de que el partido que se le oponía era el de los irreligiosos, mientras que él siempre había actuado como defensor de la Iglesia, le valió el título de Mártir6,8. Su fiesta se celebra el 18 de marzo y se menciona en el Martirologio Romano6.
Otros Santos de Nombre Eduardo
Si bien San Eduardo el Confesor y San Eduardo el Mártir son los más conocidos, es importante recordar que el nombre Eduardo ha sido llevado por otras figuras santas. Por ejemplo, la Catholic Encyclopedia menciona a San Edmundo el Mártir, rey de Estanglia, que murió en 870 y es representado con espada y flecha, instrumentos de su tortura10,11. Aunque no se llama Eduardo, su historia como rey mártir es similar a la de San Eduardo el Mártir. La tradición de reyes santos en Inglaterra es rica y diversa, y el nombre Eduardo resuena con piedad y sacrificio real.
Conclusión
Los santos Eduardo, tanto el Confesor como el Mártir, ofrecen ejemplos poderosos de fe y liderazgo en la historia de Inglaterra. San Eduardo el Confesor, con su reinado pacífico, su justicia y su devoción, sentó un modelo de gobernante piadoso, cuya influencia se extendió a través de la reconstrucción de la Abadía de Westminster y su posterior canonización. San Eduardo el Mártir, por su parte, es un testimonio de la fidelidad a la fe hasta la muerte, incluso frente a la traición y la violencia. Ambos santos continúan siendo venerados en la Iglesia Católica, recordándonos la importancia de la virtud, la justicia y la fe en todas las esferas de la vida, incluso en el ejercicio del poder real.
Citas
San Eduardo el Confesor, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §San Eduardo el Confesor. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15
Alban Butler. Butler’s Lives of the Saints: Volume IV, § 106. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10
Alban Butler. Butler’s Lives of the Saints: Volume IV, § 105. ↩ ↩2 ↩3
Santos Fausto, Januario y Marcial, mártires (d. C. 304?), Alban Butler. Butler’s Lives of the Saints: Volume IV, § 107. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Reyes - Eduardo el Confesor, Magisterium AI. Santos Patronos en la Iglesia Católica, §Reyes (2024). ↩
San Eduardo el Mártir, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §San Eduardo el Mártir. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16
San Eduardo el Mártir (d. C. 979), Alban Butler. Butler’s Lives of the Saints: Volume I, § 642. ↩ ↩2
San Anselmo, obispo de Lucca (d. C. 1086), Alban Butler. Butler’s Lives of the Saints: Volume I, § 643. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
San Dunstán, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §San Dunstán. ↩
San Edmundo el Mártir, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §San Edmundo el Mártir. ↩
Alban Butler. Butler’s Lives of the Saints: Volume IV, § 399. ↩