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Cruz

San Evagrio de Kellia

San Evagrio de Kellia
Evagrio se representa en MS 285 del Patriarcado Armenio de Jerusalén (datado 1430), procedente de Kaffa, el monasterio armenio de San Antonio el Grande. Los colores vivos (no mostrados aquí) sugieren que Evagrio sea menos austero que otros ascetas representados en la misma obra. El manuscrito contiene el texto de Las Vidas de los Padres del Desierto egipcios. La ilustración se publicó en la placa 18 de Nira Stone, Las Vidas de Kaffa de los Padres del Desierto: Un estudio de la iluminación de manuscritos armenios, Corpus Scriptorum Christianorum Orientalis 566 (Leuven: Peeters, 1997). Gracias a A. Casiday por señalar esta ilustración. Dominio Público.

San Evagrio de Kellia, también conocido como Evagrio Póntico (ca. 345-399), fue un monje y teólogo ascético del siglo IV, figura clave en el desarrollo del monasticismo oriental, especialmente en los desiertos de Egipto. Discípulo de grandes Padres de la Iglesia como San Gregorio Nacianceno y San Basilio Magno, se retiró a las comunidades eremíticas de Nitria y Kellia, donde se distinguió por su vida de oración, penitencia y guía espiritual. Autor de numerosas obras sobre la lucha contra las pasiones y la contemplación divina, su pensamiento influyó profundamente en la espiritualidad monástica cristiana, aunque sus ideas fueron objeto de controversia por presuntas influencias origenistas, condenadas en concilios posteriores.1,2

Tabla de contenido

Vida temprana

Evagrio nació alrededor del año 345 en Ibora, una pequeña localidad próxima al mar Negro, en la región del Ponto.2 Hijo de un corobispo, recibió una sólida formación en letras sagradas y profanas, lo que le valió una reputación de erudito desde joven.3 Su trayectoria eclesiástica comenzó bajo la tutela de figuras prominentes: fue ordenado lector por San Basilio Magno (ca. 330-379) y diácono por San Gregorio de Nisa (ca. 335-395), a quien acompañó al II Concilio de Constantinopla en 381.1,2

En Constantinopla, durante el patriarcado de Nectario (381-397), sirvió como arcediano, destacando por su elocuencia y profundidad intelectual.4 Sin embargo, un episodio de debilidad humana —una relación inapropiada que suscitó celos— lo impulsó a huir de la ciudad. Una visión divina en sueños, en la que era liberado de cadenas al prometer abandonar Constantinopla, confirmó su vocación ascética.4 Tras un breve paso por Jerusalén, donde conoció a Melania la Mayor, se dirigió al desierto egipcio en busca de soledad y purificación.1

Llamado al desierto y vida monástica

El monasticismo egipcio, cuna del eremitismo cristiano, atrajo a Evagrio por su rigor. Llegó primero a Nitria en 383, una «aldea monástica» famosa por sus comunidades de eremitas que vivían en celdas dispersas, unidos por la obediencia a un padre espiritual y encuentros litúrgicos semanales.5,6 Bajo la guía del Macario el Joven (m. 394), abrazó la vida anchorítica: soledad absoluta, oración incesante, trabajo manual y penitencia extrema.6,1

Dos años después, en 385, se trasladó a Kellia (las «Celdas»), un sitio más interior y exigente, a varias millas de Nitria. Allí convivió con ascetas como los Macarios (de Alejandría y el Egipcio), Ammonium y los célebres «Cuatro Hermanos Altos», expulsados más tarde como origenistas.5,1 Kellia representaba el ideal de la lavra: eremitas en celdas aisladas —tan distantes que no se veían ni oían—, reunidos solo sábados y domingos para la Eucaristía.6 Evagrio rechazó el obispado ofrecido por Teófilo de Alejandría (m. 412), prefiriendo la humildad del desierto.1,2

Su rutina diaria combinaba ora et labora: oración continua, tejido de lino, panadería y atención a huéspedes, todo bajo disciplina estricta simbolizada por tres látigos en Nitria para faltas, ladrones y visitantes díscolos.6 Evagrio se convirtió en abbas (padre espiritual), admirado por su continentia y milagros, aunque su longevidad se vio truncada a los 54 años.3

Influencia de los grandes eremitas

En Kellia, Evagrio dialogó con la tradición pachomiana y antoniana. San Antonio el Grande (250-356) había inspirado el eremitismo solitario, mientras San Pacomio (290-346) organizó el cenobitismo comunitario.7,8 Evagrio optó por la via media de la lavra, equilibrando soledad y comunidad.5 Su estancia en estos oasis monásticos —junto a Sketes y Enaton— lo posicionó como puente entre la ascesis primitiva y la teología sistemática.5,7

Obras y enseñanzas espirituales

Evagrio fue un prolífico escritor ascético, cuyas obras, muchas preservadas en siríaco, armenio o latín por Rufino y Genadio, se dirigían a monjes.3,2 Destacan:

Su síntesis espiritual divide la vida en tres etapas: praktikē (lucha pasional), physikē (contemplación creada) y theologia (visión divina), reflejando a Dios como luz en el alma purificada.1 Influido por los Padres Cappadocios, integró la tradición evangélica de pobreza, castidad y obediencia.8

Controversias teológicas y condena

Pese a su santidad práctica, Evagrio fue acusado de origenismo: exageración de la cristología de Orígenes y especulaciones sobre la preexistencia de almas.1,2 San Jerónimo lo tildó de precursor del pelagianismo.2 La Primera Crisis Origenista (ca. 399), impulsada por Teófilo, lo condenó póstumamente; sus obras fueron destruidas, salvo fragmentos.1 Los VI, VII y VIII Concilios Ecuménicos lo anatematizaron junto a Orígenes.2

Investigaciones modernas (Guillaumont, Bunge) matizan: su ortodoxia cristológica es debatida, pero su mística es central en la historia del cristianismo.1 Rahner y McGinn lo vindican como figura esencial.1

Legado en el monasticismo

Evagrio moldeó la espiritualidad oriental: su esquema de logismoi influyó en Casiano, Juan Clímaco y la Filocalia.8,2 En Egipto, fortaleció la lavra frente al cenobitismo basiliano.7 Su modelo —monje laico, no clérigo— preservó el monasticismo como radicalización bautismal.8 Hoy, Kellia evoca su huella en ruinas excavadas, testigo de un monasticismo que irradió Oriente y Occidente.5,6

En la tradición católica, se valora su ascetismo pese a errores doctrinales, como ejemplo de búsqueda de Dios en el desierto.

Citas

  1. Evagrio Pontico, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Evagrio Pontico. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

  2. Evagrio Pontico, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Evagrio Pontico. 2 3 4 5 6 7 8 9

  3. Gennadio de Marsella. Suplemento a De Viris Illustribus, §Capítulo 11 (480). 2 3 4 5

  4. Capítulo 30. Monjes de Scetis: Orígenes, Didimo, Cronión, Orsisio, Putubato, Arsio, Serapión, Amón, Eusebio y Dioscoro, los hermanos que se llaman largos, y Evagrio el filósofo, Salamanes Hermías Sozómenos (Sozomen). Historia eclesiástica – Rufo de Aquilea, §Libro VI – Capítulo 30. 2

  5. Monasterios coptos, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Monasterios coptos. 2 3 4 5

  6. Monacato oriental antes del Concilio de Calcedonia (451 d.C.), The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Monacato oriental antes del Concilio de Calcedonia (451 d.C.). 2 3 4 5

  7. Monasterio, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Monasterio. 2 3

  8. Monacato, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Monacato. 2 3 4