San Gerardo Mayela

San Gerardo Majella (1726‑1755) fue un religioso italiano de la Congregación del Santísimo Redentor, conocido por su profunda humildad, su entrega a los pobres y una abundante serie de milagros que le valieron el título de patrón de las embarazadas. Su vida, marcada por la obediencia y la caridad, culminó con la canonización por el Papa Pío X en 1904, y hoy es venerado en todo el mundo como un intercesor poderoso ante los peligros del parto y las enfermedades graves1.
Tabla de contenido
Vida temprana y familia
Nacimiento y infancia
Gerardo nació en Muro, cerca de Nápoles, en abril de 1726, hijo de Dominic Majella y Benedicta Galella, una familia humilde que sufrió la muerte prematura del padre1. Desde pequeño mostró una inclinación natural hacia la oración y la devoción, aunque su entorno familiar lo obligó a aprender el oficio de sastre para ayudar a su madre1.
Juventud y primeros años
A los quince años ingresó como aprendiz en la sastrería de un maestro bondadoso, pero el ambiente del taller también le expuso a la crueldad de algunos compañeros, lo que reforzó su paciencia y su deseo de servir a los más necesitados1. Su vocación religiosa se manifestó temprano, intentando sin éxito incorporarse a la Orden Franciscana y luego a la vida eremítica, antes de decidirse por la Congregación del Santísimo Redentor en 17491.
Vocación religiosa y vida en la Congregación del Redentor
Entrada en la Redemptorista
Gerardo tomó los votos religiosos en 1751, añadiendo a los tradicionales una promesa personal de «hacer siempre lo que le pareciera más perfecto», reflejo de su deseo de perfección cristiana1. Su obediencia fue tan notable que, según San Alfonso Liguori, obedecía tanto a los superiores presentes como a los ausentes, anticipándose a sus deseos1.
Carácter y obras de caridad
A pesar de su debilidad física, Gerardo realizó el trabajo de tres hombres, ganándose el apodo de «Padre de los pobres» por su generosidad al repartir sus ingresos entre su madre, los necesitados y las ofrendas por las almas del purgatorio1. Su compasión se extendió a los enfermos y a los religiosos; frecuentemente visitaba conventos para consolar a las monjas enfermas, imponiendo la señal de la cruz y pronunciando «¡Sé sanada!» con resultados inmediatos2.
Milagros y fama de milagroso
Intervenciones en partos difíciles
La tradición más difundida atribuye a Gerardo la salvación de una mujer embarazada que, temiendo por su vida y la del hijo, acudió a él y recibió su bendición; ambos nacieron sin daño. Este episodio consolidó su patronato de las embarazadas, y desde entonces innumerables madres han invocado su intercesión para partos seguros3.
Curaciones y otros milagros
Los relatos de la Vita dei Compagni describen numerosos milagros:
Una noble de Benevento, gravemente enferma, colocó una imagen de Gerardo sobre su cabeza y, al amanecer, estaba completamente curada4.
Sconarde Miocore, ciega por una membrana ocular «incurable», recuperó la vista tras rezar a Gerardo con fe viva4.
Un niño de cuatro años, afligido por una fiebre mortal, vio una visión de Gerardo y se curó al día siguiente, lo que llevó a su familia a ofrecer gracias en la tumba del santo5.
Un canon de Trevico, atormentado por una hernia dolorosa, fue liberado de su sufrimiento después de suplicar a Gerardo, sin recaídas posteriores5.
Estos y otros prodigios, como la restauración de la vida a un bebé prematuro y la curación de una fiebre mortal en un marqués, fueron recopilados por Antonio Maria Tannoja, quien los describe como «signos que no están escritos en el libro»6.
Sufrimientos y pruebas de fe
Gerardo también enfrentó acusaciones falsas de conducta inmoral, provocadas por una joven llamada Neria Caggiano. A pesar de la gravedad de los cargos, él aceptó el castigo sin defenderse, confiando en la justicia divina; finalmente la verdad salió a la luz y los acusadores confesaron su mentira7. Esta prueba fortaleció su reputación de obediencia y humildad ante la adversidad.
Beatificación y canonización
Después de su muerte el 16 octubre 1755, la devoción popular creció rápidamente. Fue beatificado por el Papa León XIII el 29 enero 1893 y canonizado por el Papa Pío X el 11 diciembre 1904, quien en la bula Haud tenui resaltó la «infancia prodigiosa» y los «milagros que manifestaron la gracia divina» en Gerardo1,8.
Patrocinio y devoción popular
La Iglesia reconoce a San Gerardo como patrón de las embarazadas y madres, una designación basada en el milagro inicial y reforzada por la larga lista de curaciones obstétricas y neonatales atribuidas a su intercesión3. En Foggia y otras ciudades del sur de Italia, es costumbre colocar su imagen bajo la almohada o llevar un relicario durante el embarazo, como testimonio de fe y confianza en su ayuda6.
Legado y veneración actual
Hoy, la figura de San Gerardo Majella inspira a millones de fieles a través de:
Oraciones y novenas dirigidas a él, especialmente en el mes de octubre, cuando se celebra su fiesta litúrgica.
Santoral y arte religioso, con numerosas iglesias y capillas dedicadas a su memoria, y una abundancia de imágenes que representan su ternura y su hábito redentorista.
Obras de caridad que siguen su ejemplo, impulsadas por comunidades redentoristas y organizaciones laicas que atienden a los pobres, a los enfermos y a las madres embarazadas.
Su vida ejemplifica la unión de la humildad, la obediencia y la caridad, y su intercesión continúa siendo un pilar de esperanza para quienes enfrentan los peligros del parto y la enfermedad.
Citas
San Gerard Majella, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §San Gerard Majella. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9
Antonio Maria Tannoja. Las Vidas de los Compañeros de San Alphonso Liguori, § 355. ↩
Mujeres embarazadas - Gerard Majella, Magisterium AI. Santos patronos en la Iglesia Católica, §Mujeres embarazadas (2024). ↩ ↩2
Antonio Maria Tannoja. Las Vidas de los Compañeros de San Alphonso Liguori, § 470. ↩ ↩2
Antonio Maria Tannoja. Las Vidas de los Compañeros de San Alphonso Liguori, § 467. ↩ ↩2
Antonio Maria Tannoja. Las Vidas de los Compañeros de San Alphonso Liguori, § 472. ↩ ↩2
Alban Butler. Las Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 137. ↩
Haud tenui (diciembre 11, 1904), Papa Pío X. Haud tenui (diciembre 11, 1904) (1904). ↩