San Hugh el Grande
San Hugh el Grande, conocido también como San Hugo de Lincoln, fue un obispo y reformador inglés del siglo XII, canonizado en 1220. Nacido en la región de Borgoña, ingresó en la vida monástica carmelita antes de ser nombrado obispo de Lincoln, donde destacó por su profunda piedad, su incansable labor pastoral, su defensa de la justicia y su papel como constructor de la catedral de Lincoln. Su vida estuvo marcada por milagros, enfrentamientos con los monarcas de su época y una influencia duradera en la espiritualidad y arquitectura inglesa. Su fiesta se celebra el 17 de noviembre.
Tabla de contenido
Vida temprana
Orígenes y formación
Hugo nació alrededor del año 1135 en el castillo de Avalon, cerca de Pontcharra, en Borgoña, hijo del señor William de Avalon y de su esposa Ana1. Tras la muerte de su madre, su padre se retiró al monasterio agustino de Villard‑Benoît, llevándole al pequeño Hugo al mundo religioso desde la infancia1. A los diecinueve años fue ordenado diácono y, poco después, recibió el hábito canónico, desempeñándose como prior de la pequeña dependencia de St‑Maximin y mostrando ya una gran capacidad predicadora1.
Vocación cartusiana
Movido por el deseo de una vida contemplativa, Hugo visitó la Grande Chartreuse, donde el prior le presentó la regla cartusiana. Aunque inicialmente su superior le prohibió el ingreso, Hugo persistió y, tras una profunda reflexión, volvió a la Chartreuse para ser admitido en la orden carmelita1. Esta experiencia marcó su espiritualidad, caracterizada por la soledad, la oración y la disciplina monástica1.
Episcopado y reformas
Elección y consagración
En 1180 el rey Enrique II convocó una elección para el vacante de Lincoln. Tras dos votaciones —la primera influida por el rey y la segunda respetando el derecho canónico— Hugo fue elegido obispo, aunque aceptó el cargo sólo después de obtener el permiso de su superior cartusiano1. Fue consagrado el 21 de septiembre de 1181 en la capilla de Santa Catalina, en la Abadía de Westminster, por el arzobispo Baldwin de Canterbury2.
Reforma del clero y pastoral
Al asumir su episcopado, Hugo encontró una diócesis sumida en la corrupción: simonía, usura, clericalismo y falta de instrucción entre los fieles3. Durante los dos primeros años dedicó su vida a predicar, a imponer ayunos rigurosos y a visitar personalmente las parroquias, corrigiendo abusos y fomentando la vida sacramental3. Su método combinaba la predicación enérgica con la caridad práctica, atendiendo a los enfermos de lepra y a los pobres con sus propias manos4.
Defensa de la justicia y confrontación con los reyes
San Hugo se ganó la reputación de juez justo. En un caso famoso, dos huérfanos acudieron a Roma solicitando que él juzgara su disputa; el obispo intervino con equidad tanto en asuntos grandes como pequeños5. Cuando el rey Ricardo I intentó exigir a los obispos un impuesto para la guerra contra Felipe Augusto, Hugo se negó, argumentando que su sede sólo debía contribuir a la defensa del reino, no a campañas extranjeras5. Ante la confiscación de sus bienes, Hugo reprendió al monarca cara a cara, logrando su reconciliación mediante una muestra de humildad y un beso que «calmó la ira del rey»5.
Obras arquitectónicas
Reconstrucción de la catedral de Lincoln
Tras el terremoto de 1185 que destruyó la catedral, San Hugo emprendió una ambiciosa reconstrucción. Fue responsable de los cuatro tramos del coro, un ejemplo sobresaliente del estilo gótico temprano inglés, y de la gran sala del palacio episcopal2. Su labor dejó una huella perdurable en el paisaje eclesiástico de Lincoln, convirtiéndola en un centro de peregrinación de gran renombre2.
Otros proyectos y el símbolo del cisne blanco
Además de la catedral, fundó conventos y hospitales, entre ellos un leprosario donde atendía a los enfermos con sus propias manos2. El emblema de San Hugo es un cisne blanco, asociado a la leyenda del cisne de Stowe que guardó al santo mientras dormía2.
Milagros y santidad
Curaciones y exorcismos
Los relatos de sus contemporáneos describen numerosos milagros: sanación de enfermos, expulsión de demonios y conversión de pecadores obstinados5. Un caso destacado es la curación de la esposa de un thegn mediante agua bendita que él había consagrado para la consagración de una iglesia6.
Defensa de los judíos
Durante la persecución antijudía al comienzo de la Tercera Cruzada, San Hugo se opuso firmemente a la violencia contra la comunidad judía de Lincoln, interviniendo personalmente para proteger a los inocentes y reprimiendo a las turbas violentas2,4.
Relaciones con los monarcas
Con Enrique II y Ricardo I
San Hugo mantuvo una relación compleja con los reyes. Con Enrique II excomulgó al forester del rey por violar la ley forestal y defendió los derechos eclesiásticos frente a la interferencia real2. Con Ricardo I, después de la disputa por los impuestos, logró el perdón del monarca, quien reconoció que «si todos los prelados fueran como él, ningún rey se atrevería a alzarse contra un obispo»5.
Con Juan Sin Tierra
Después de la muerte de Ricardo, San Hugo acompañó al nuevo rey Juan en asuntos de Estado, viajando a Francia y visitando la Grande Chartreuse, donde recibió gran veneración5. Su muerte ocurrió en Londres, en la Casa del Antiguo Templo, el 16 de noviembre de 1200, y sus restos fueron trasladados con gran pompa a la catedral de Lincoln5.
Canonización y culto
Proceso de canonización
Veinte años después de su muerte, el papa Honorio III canonizó a San Hugo en 1220, reconociendo su vida de virtud heroica y sus numerosos milagros2. En 1280 sus reliquias fueron trasladadas a un lugar prominente del transepto sur de la catedral, convirtiéndose en objeto de gran devoción popular2.
Fiesta y veneración
Su fiesta se celebra el 17 de noviembre. La antigua gran capilla de su sepulcro, ricamente ornamentada con oro y piedras preciosas, fue saqueada durante la Reforma bajo Enrique VIII, aunque la memoria del santo permaneció viva en la tradición local2. En la Orden cartusiana es considerado el segundo santo más importante después de San Bruno, y la Cartuja moderna de Park minster lleva su nombre2.
Legado y patronazgo
Influencia espiritual y social
San Hugo es recordado como un obispo modelo, que combinó la autoridad eclesiástica con la humildad pastoral, la defensa de los más vulnerables y la firmeza frente al poder secular. Su ejemplo inspiró reformas episcopales posteriores y consolidó la idea de que el obispo debe ser «el pastor que protege a su rebaño»4.
Patronazgo
Es patrono de los pobres, los enfermos, los leprosos y de la justicia. Su emblema, el cisne blanco, simboliza la pureza y la protección divina, y sigue apareciendo en escudos y arte sacro vinculados a la diócesis de Lincoln y a las casas cartusianas.
Conclusión
San Hugh el Grande encarna la síntesis perfecta entre la vida contemplativa cartusiana y la acción apostólica episcopal. Su legado perdura en la arquitectura gótica de la catedral de Lincoln, en la tradición de defensa de los derechos humanos y en la devoción popular que lo celebra cada 17 de noviembre. Su vida sigue siendo un faro de justicia, caridad y fe para los creyentes de hoy.
Citas
San Hugo, obispo de Lincoln (d.C. 1200), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 374. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
San Hugo de Lincoln, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §San Hugo de Lincoln. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 8. ↩ ↩2
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 376. ↩ ↩2 ↩3
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 377. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Cap. IV. Cómo curó a la esposa de un noble que estaba enferma, con agua bendita, Beda el Venerable. Historia Eclesiástica de Inglaterra - Libro V, § 7. ↩
