San José Sánchez del Río

San José Sánchez del Río, conocido afectuosamente como Joselito, fue un joven mártir mexicano que entregó su vida por la fe católica durante la Guerra Cristera en México. Nacido en Sahuayo, Michoacán, en 1913, demostró una piedad y valentía excepcionales desde temprana edad. A los catorce años, se unió a los Cristeros, un movimiento en defensa de la libertad religiosa, y sufrió un martirio brutal en 1928, negándose a renunciar a su fe. Su testimonio de amor a Cristo Rey y a la Virgen de Guadalupe lo ha convertido en un modelo de fortaleza y fidelidad para los jóvenes católicos de todo el mundo, siendo beatificado en 2005 y canonizado en 2016.
Tabla de contenido
Vida Temprana y Piedad
José Sánchez del Río nació el 28 de marzo de 1913 en Sahuayo, Michoacán, México1,2,3. Desde muy joven, Joselito mostró una profunda devoción religiosa. Recibió su Primera Comunión entre los nueve y diez años de edad3. Su familia se trasladó por un tiempo a Guadalajara, donde José asistió a la escuela primaria parroquial y participó activamente en la vida de la parroquia, destacándose por su particular devoción a la Santísima Virgen María2.
Durante su estancia en Guadalajara, José visitó la tumba de Anacleto González Flores, un joven abogado martirizado el 1 de abril de 1927. En esa ocasión, Joselito pidió a Dios poder morir como Anacleto en defensa de la fe3. Este deseo de martirio se despertó en él desde los inicios de la persecución religiosa en México, mostrando una convicción tan fuerte de querer derramar su sangre por Cristo que admiraba a quienes lo conocían4,5,6,7,8,9.
La Guerra Cristera y su Integración al Movimiento
La Guerra Cristera fue un conflicto armado en México entre 1926 y 1929, provocado por las severas leyes anticlericales del gobierno que restringían la libertad religiosa y la práctica del catolicismo. En este contexto, surgieron los «Cristeros», un movimiento de católicos que se levantaron en armas para defender su fe3.
Los hermanos mayores de José, miembros de la Acción Católica de la Juventud Mexicana (A.C.J.M.), se unieron a los Cristeros3. Inspirado por su ejemplo y con un ardiente deseo de defender la fe y los derechos de los católicos, José expresó su intención de unirse al movimiento cuando estaba a punto de cumplir los catorce años2. Su madre, preocupada por su corta edad, se opuso inicialmente. Sin embargo, Joselito le respondió con una frase que revelaba su profunda fe: «Mamá, nunca como ahora es tan fácil ganarse el cielo»2.
Después de mucha insistencia, fue aceptado en las filas cristeras, donde se le asignaron las tareas de trompetista y abanderado2. Su participación no implicó directamente los conflictos armados, sino que sirvió en un rol de apoyo3.
Captura y Martirio
El 6 de febrero de 1928, durante un enfrentamiento, José Sánchez del Río fue capturado por las tropas gubernamentales2. En un acto de generosidad y sacrificio, cedió su caballo a uno de los Cristeros para que pudiera escapar, sabiendo plenamente que esto significaría su propia captura y una muerte atroz3.
Fue encerrado en el presbiterio de la parroquia de Santiago Apóstol2. Allí, al ver gallos y el caballo del diputado Picazo Sánchez dentro del perímetro de la iglesia, no pudo soportar tal profanación y decidió defender el honor de la Casa de Dios2. Fue condenado a muerte tras un juicio sumario2. Durante su cautiverio, se fortaleció a través de la oración y pudo recibir el Santo Viático2.
La noche del 10 de febrero de 1928, José Sánchez del Río fue llevado al cementerio del pueblo para ser ejecutado1,2. En el camino, se negó rotundamente a blasfemar2. Los soldados lo golpearon y lo hirieron gravemente, pero José, a pesar del dolor, continuaba cantando himnos y alabanzas a Cristo Rey y a la Santísima Virgen2. Sus últimas palabras a sus padres, antes de recibir la palma del martirio, fueron: «Nos veremos en el cielo. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!»4,5,6,7,8,9. El jefe del pelotón de ejecución, exasperado por su inquebrantable fe, le disparó, causándole la muerte2.
Proceso de Canonización
La fama de martirio de José Sánchez del Río se extendió rápidamente entre el pueblo de Dios desde el momento de su muerte, debido a la firmeza de su fe y la gran fortaleza con la que enfrentó las torturas y la muerte. Esta fama se ha mantenido viva por generaciones, convirtiendo el lugar de su martirio y donde reposan sus restos mortales en un destino de peregrinación10.
El proceso para su canonización siguió varias etapas:
Beatificación
En septiembre de 1995, el Episcopado Mexicano dio su aprobación para iniciar la Causa de Canonización de José Sánchez del Río. Se estableció una Comisión de Peritos Históricos y de Archivística y se publicó el decreto de apertura de la Investigación diocesana. Durante este tiempo, se realizó una nueva exhumación y tratamiento de sus restos mortales. La fase diocesana de la Causa concluyó el 25 de octubre de 199610.
La Congregación para las Causas de los Santos reconoció la validez jurídica de la investigación diocesana el 29 de noviembre de 2002. Por razones prácticas, el Obispo de Zamora solicitó que la Causa de José Sánchez del Río se uniera a la de los mártires Anacleto González Flores y sus siete compañeros. Esta unión fue autorizada por la Congregación el 22 de octubre de 200310.
José Sánchez del Río, junto con Anacleto González Flores y sus compañeros mártires, fue beatificado el 20 de noviembre de 2005 en Guadalajara, Jalisco, México10.
Canonización
El 10 de julio de 2013, la Causa del Beato José Sánchez del Río fue separada de la de los otros mártires con quienes había sido beatificado, ya que a él se le atribuyó una presunta curación milagrosa11.
El 4 de septiembre de 2013, se estableció en Zamora el Tribunal diocesano para investigar canónicamente la supuesta curación milagrosa de una niña. Esta niña padecía de «tuberculosis pulmonar con localizaciones infartuales intracerebrales bilaterales secundarias, epileptógenas (estado de mal epiléptico refractario)»11. La investigación concluyó el 30 de enero de 2015, y la Congregación para las Causas de los Santos reconoció su validez jurídica el 16 de octubre del mismo año11.
El 21 de diciembre de 2015, la Consulta Médica dictaminó por unanimidad la inexplicabilidad científica de la curación. El Congreso de Consultores Teólogos también emitió un dictamen positivo el 12 de enero de 2016. Finalmente, los Cardenales y Obispos, reunidos en Sesión Ordinaria el 19 de enero de 2016, consideraron la curación como un verdadero milagro atribuible a la intercesión del Beato11.
El Santo Padre Francisco, el 21 de enero de 2016, autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar el decreto sobre el milagro11. José Sánchez del Río fue canonizado el 16 de octubre de 2016 por el Papa Francisco.
Legado y Relevancia Actual
San José Sánchez del Río es un testimonio elocuente de fe, valentía y amor incondicional a Cristo. Su vida y martirio son un recordatorio poderoso de la importancia de defender la fe en medio de la adversidad. Su ejemplo es una inspiración para todos, especialmente para los jóvenes4,5,6,7,8,9.
Cristo no siempre pide el derramamiento de sangre, pero sí exige el testimonio de la verdad en la vida diaria, especialmente en un ambiente de indiferencia a los valores trascendentales, materialismo y hedonismo que buscan sofocar las conciencias4,5,6,7,8,9. San José Sánchez del Río nos anima a estar abiertos a los proyectos vocacionales que Dios tiene para cada uno, ya sea en la vida matrimonial, sacerdotal o religiosa, pues solo Él tiene las respuestas a los interrogantes de nuestras vidas4,5,6,7,8,9.
Su historia resuena con fuerza en la Iglesia Católica, recordándonos que la fe puede ser vivida con heroísmo a cualquier edad y en cualquier circunstancia, proclamando siempre: «¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!»4,5,6,7,8,9,2.
Citas
Papa Benedicto XVI. José Sanchez del Río (1913-1928) - Carta apostólica, § 9 (2016). ↩ ↩2
José Sánchez del Río, Dicasterio para las Causas de los Santos. Anacleto González Flores y 8 compañeros: los compañeros (20 de noviembre de 2005) (2005). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15
Vida y martirio - Perfil biográfico del beato, El Dicasterio para las Causas de los Santos. José Sanchez del Río (1913-1928) - Biografía, § 2 (2016). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Dicasterio para las Causas de los Santos. Leonardo Pérez: Homilía de beatificación (20 de noviembre de 2005), § 6 (2005). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Dicasterio para las Causas de los Santos. José Trinidad Rangel: Homilía de beatificación (20 de noviembre de 2005), § 6 (2005). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Dicasterio para las Causas de los Santos. Darío Acosta: Homilía de beatificación (20 de noviembre de 2005), § 6 (2005). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Dicasterio para las Causas de los Santos. Anacleto González Flores y 8 compañeros: Homilía de beatificación (20 de noviembre de 2005), § 6 (2005). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Dicasterio para las Causas de los Santos. Andrés Solá Molist: Homilía de beatificación (20 de noviembre de 2005), § 6 (2005). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Card. José Saraiva Martins. José Sanchez del Río (1913-1928) - Homilía de beatificación, § 6 (2016). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
«Iter» de la causa - A) en vista de la beatificación, El Dicasterio para las Causas de los Santos. José Sanchez del Río (1913-1928) - Biografía, §a (2016). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
«Iter» de la causa - B) en vista de la canonización, El Dicasterio para las Causas de los Santos. José Sanchez del Río (1913-1928) - Biografía, §b (2016). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5