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San Juan Bosco

San Juan Bosco
San Juan Bosco, santo italiano. Dominio Público.

San Juan Bosco, conocido afectuosamente como Don Bosco, fue un sacerdote italiano del siglo XIX que dedicó su vida a la educación y evangelización de jóvenes, especialmente los más pobres y abandonados. Fundó la Sociedad Salesiana y, junto con Santa María Domenica Mazzarello, el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, estableciendo un legado duradero en la pedagogía católica a través de su innovador «Sistema Preventivo», basado en la razón, la religión y el amor. Su obra se extendió rápidamente, convirtiéndolo en un «padre y maestro de la juventud» reconocido mundialmente, y su carisma de alegría y santidad sigue inspirando a innumerables personas.

Tabla de contenido

Vida Temprana y Vocación Sacerdotal

Giovanni Melchior Bosco nació el 16 de agosto de 1815 en Becchi, un pequeño caserío cerca de Castelnuovo, Piamonte, Italia1. Su padre falleció cuando Juan tenía poco más de dos años, dejando a su madre, Margarita Bosco, a cargo de tres hijos1. Sus primeros años transcurrieron como pastor, recibiendo su primera instrucción del párroco local1. Demostró una inteligencia aguda, una memoria prodigiosa y un creciente deseo de estudiar1. A pesar de la pobreza familiar que a menudo lo obligaba a dejar los libros para trabajar en el campo, su anhelo por el conocimiento nunca lo abandonó1.

A los dieciséis años, Juan Bosco ingresó al seminario de Chieri2. Su pobreza era tal que su manutención y vestimenta dependían de la caridad; el alcalde contribuyó con su sombrero, el párroco con su capa, un feligrés con su sotana y otro con un par de zapatos2. Tras seis años de estudio, fue ordenado sacerdote el 5 de junio de 1841, en la víspera del Domingo de la Santísima Trinidad, por el Arzobispo Franzoni de Turín3,1.

Inicio del Apostolado y la Fundación del Oratorio

Después de su ordenación, Don Bosco se trasladó a Turín, donde comenzó su apostolado en la cercana Iglesia de San Francisco de Asís, dedicándose a los jóvenes más desfavorecidos3. Estos jóvenes, a menudo provenientes de zonas rurales, se encontraban desorientados por el proceso de industrialización y vagaban por las calles, obras de construcción y prisiones3. Un incidente en particular, durante sus visitas a las cárceles de la ciudad con Don Cafasso, dejó una impresión imborrable en él: la condición de los niños confinados, expuestos a influencias malignas y con un futuro sombrío, lo impulsó a dedicar su vida a rescatar a estos marginados1.

Inspirado por San Felipe Neri, Don Bosco fundó su primer oratorio el 8 de diciembre de 1844, dedicándolo a San Francisco de Sales3. Este oratorio, que más tarde se establecería en Valdocco, se convirtió en el corazón de su obra3. Inicialmente, Don Bosco reunía a niños pobres y abandonados, les proporcionaba un lugar para jugar, les enseñaba el catecismo y escuchaba sus confesiones al aire libre4. Luego los llevaba a una de las iglesias de la ciudad para la Misa y la Sagrada Comunión4. Estas reuniones, conocidas como «Oratorios Festivos», fueron fundamentales para atraer a los muchachos4.

Debido a la escasez de personal, Don Bosco tuvo que recurrir a sus alumnos mayores y más avanzados para que actuaran como maestros y monitores4. Sin embargo, la necesidad lo llevó a formar un equipo de personal capacitado y permanente4. En 1845, abrió la primera escuela nocturna en Valdocco, que se convirtió en una institución permanente en un año4. Su éxito fue tal que se abrieron dos más en Porto Nuovo (1847) y Vanchiglia (1849)4.

La Sociedad Salesiana y las Hijas de María Auxiliadora

En diciembre de 1859, Don Bosco, junto con veintidós compañeros, decidió formalizar la organización de una congregación religiosa5. Las reglas de esta congregación recibieron la aprobación general del Papa Pío IX, aunque las constituciones definitivas no serían aprobadas hasta quince años después, permitiendo la presentación de candidatos al sacerdocio5. Así nació la Sociedad Salesiana, que tomó su nombre distintivo de su patrón, San Francisco de Sales4. El objetivo principal de la sociedad era la perfección cristiana de sus miembros a través de obras de caridad espirituales y corporales hacia los jóvenes, especialmente los pobres, y la educación de niños para el sacerdocio4.

La nueva sociedad creció rápidamente: en 1863 contaba con 39 salesianos, y al momento de la muerte de Don Bosco, ascendían a 7685. Hoy en día, se cuentan por miles en todo el mundo5. Las obras salesianas incluyen escuelas de todos los niveles, desde primaria hasta colegios y seminarios, escuelas para adultos, escuelas técnicas y agrícolas, imprentas, librerías y hospitales, además de misiones extranjeras y trabajo pastoral5.

En 1872, Don Bosco emprendió su siguiente gran obra: la fundación de una orden de mujeres para atender a las niñas pobres, de manera similar a lo que los salesianos hacían por los niños5,3. Este instituto, fundado en colaboración con Santa María Domenica Mazzarello, recibió el nombre de Hijas de María Auxiliadora3,5. Esta comunidad también creció rápidamente, estableciendo escuelas primarias en Italia, Brasil y Argentina, entre otras actividades5.

Para complementar la labor de estas dos congregaciones, Don Bosco organizó a sus numerosos colaboradores externos en una especie de tercera orden, a la que llamó Salesianos Cooperadores5. Estos eran hombres y mujeres de todas las clases sociales, comprometidos a ayudar de alguna manera en las labores educativas de los Salesianos5.

El Sistema Preventivo de Don Bosco

El método educativo de San Juan Bosco, conocido como el Sistema Preventivo, se distingue por su enfoque en la razón, la religión y el amor (o «amorevolezza»)6. Este sistema se opone al método represivo y busca evitar el castigo formal3,1. Don Bosco creía firmemente que para influir en los jóvenes, era necesario amarlos y que ese amor fuera visible5.

Los pilares de su método incluyen:

Don Bosco no recordaba haber utilizado castigos formales5,1. Su método se basaba en inculcar un verdadero sentido del deber, eliminar las ocasiones de desobediencia y apreciar cada esfuerzo hacia la virtud, por trivial que fuera1. Él sostenía que el maestro debía ser padre, consejero y amigo1.

La pedagogía de Don Bosco se inspira en el Evangelio, reflejando la mansedumbre y humildad del Corazón de Cristo8. Él se convirtió en un verdadero «siervo» para los jóvenes, especialmente los más pobres, ejerciendo su ministerio educativo con una bondad evangélica8. Esta pedagogía, según San Juan Pablo II, es atemporal y está llamada a perdurar como el Evangelio mismo8.

Obras y Legado

La misión salesiana de Don Bosco pronto adquirió un carácter internacional3. El Boletín Salesiano, hoy difundido en 26 idiomas y 135 países, y sus textos hagiográficos y pedagógicos, siempre inspirados en un enfoque educativo preventivo, fueron traducidos a varias lenguas incluso en vida del santo3. Don Bosco fue un promotor convencido de la «buena prensa católica» para contrarrestar los efectos de la «mala prensa», que difundía mentiras y herejías3.

Una de las realizaciones de Don Bosco fue el envío de sus primeros misioneros a la Patagonia, y pronto otros se extendieron por Sudamérica5,9. Él llegó a ver veintiséis casas salesianas fundadas en el Nuevo Mundo y treinta y ocho en el Viejo5.

Don Bosco también fue un constructor de iglesias5. Su primera pequeña iglesia pronto resultó insuficiente, lo que lo llevó a construir una mucho más grande, completada en 18685. A esta le siguió una espaciosa y necesaria basílica en un barrio pobre de Turín, dedicada a San Juan Evangelista5. La Iglesia del Sagrado Corazón en Roma, construida por invitación del Papa León XIII y con el apoyo de la Divina Providencia, se convirtió en un lugar de espiritualidad y redención social para innumerables jóvenes3,10.

El trabajo de Don Bosco se caracterizó por su intensa simpatía y su asombrosa capacidad para leer los pensamientos de sus muchachos, lo que le permitía gobernarlos con una aparente indulgencia y ausencia de castigo que a menudo escandalizaba a los educadores de su tiempo11. Su nombre evoca imágenes de excursiones dominicales al campo con grupos de muchachos, donde celebraba la Misa, desayunaban al aire libre, jugaban, recibían lecciones de catecismo y cantaban Vísperas5,1. Don Bosco creía firmemente en los efectos civilizadores y espiritualizantes de la buena música, y en todas sus escuelas cultivó el gusto por ella5,1.

Santidad y Reconocimiento

San Juan Bosco falleció el 31 de enero de 18883,1,10. Su fama de santidad, que ya era grande en vida, creció día a día, y muchos acudían a su tumba para honrarlo, cumplir promesas o invocar su ayuda12. Se corrió la voz de que Dios obraba numerosos milagros por su intercesión, lo que llevó a un ferviente deseo de que fuera canonizado12.

Fue beatificado el 2 de junio de 1929 por el Papa Pío XI3,12. El mismo Pío XI lo canonizó el 1 de abril de 1934, en la Basílica Vaticana, en la solemnidad de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo3,12,10,13. San Juan Pablo II, en el centenario de su fallecimiento, lo declaró «padre y maestro de la juventud»3.

Don Bosco es el patrono de los aprendices debido a su compromiso con la educación, el desarrollo juvenil y la formación profesional14. Su enfoque holístico combinó la guía espiritual con la instrucción práctica, convirtiéndolo en un modelo para aprendices y aquellos en oficios14. También es reconocido como patrono de la juventud y de los editores católicos, entre otros.

El carisma de la alegría, que San Juan Bosco promovía a través de su alumno Santo Domingo Savio («ser bueno consiste en estar muy alegre y en el cumplimiento perfecto de los deberes»), fue algo que el Papa Francisco afirmó haber aprendido de niño al asistir a la escuela salesiana en Argentina3. La Iglesia sigue confiando a los Salesianos la tarea de ser educadores y evangelizadores de la juventud del tercer milenio, llamados a ser «centinelas de la aurora»15,16.

Espiritualidad Salesiana

La espiritualidad salesiana se caracteriza por un profundo optimismo cristiano y una fuerte conciencia de los valores morales17. Don Bosco instó a sus seguidores a confiar siempre en la Santísima Virgen, a quien llamaban «María Auxiliadora», y a promover su devoción, pues él solía decir que «ella lo ha hecho todo» en su congregación16.

La santidad es un elemento central de la espiritualidad salesiana. Don Bosco imprimió en su instituto una forma especial de santidad, y el mundo de hoy necesita santidad por encima de todo18. El Capítulo General de los Salesianos propone «luchar por la santidad» como la primera respuesta a los desafíos del mundo contemporáneo18. Se trata de vivir y testimoniar el Evangelio sin concesiones, para estimular a la santidad a los jóvenes con los que trabajan18.

Don Bosco fue un «signo» del amor preferencial por los jóvenes, especialmente los más necesitados19. Su vida y obra continúan siendo una fuente de inspiración para la Iglesia en su misión educativa y evangelizadora.

Citas

  1. San Giovanni Melchior Bosco, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §San Giovanni Melchior Bosco. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15

  2. Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 224. 2 3

  3. El Dicasterio para las Causas de los Santos. Giovanni Bosco (1815-1888) - Biografía (1934). 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17

  4. La Sociedad Salesiana, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §La Sociedad Salesiana. 2 3 4 5 6 7 8 9

  5. Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 226. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19

  6. Papa Juan Pablo II. A las Hijas de María Auxiliadora (12 de diciembre de 1981) - Discurso (1981). 2 3 4 5 6

  7. Papa Juan Pablo II. 4 de septiembre de 1988: Celebración solemne en honor de Don Bosco en Turín - Homilía (1988).

  8. Papa Juan Pablo II. A las Hijas de María, Auxilio Nuestro durante la visita a la Facultad Pontificia de Ciencias de la Educación «Auxilium» (31 de enero de 1992) - Discurso, § 2 (1992). 2 3

  9. Papa Juan Pablo II. Mensaje a la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco (13 de noviembre de 2000) - Discurso, § 1 (2000).

  10. Ss. Ciro y Juan, mártires (c. 303 d.C.), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 227. 2 3

  11. Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 225.

  12. Papa Pío XI. Giovanni Bosco (1815-1888) - Homilía (1934). 2 3 4

  13. Papa Pío XII. Invicti Athletae, § 20 (1957).

  14. Aprendices - Juan Bosco, Magisterium AI. Santos Patronos en la Iglesia Católica, §Aprendices (2024). 2

  15. Papa Juan Pablo II. Mensaje a los Salesianos (26 de febrero de 2002) (2002).

  16. Papa Juan Pablo II. Mensaje a los Salesianos (26 de febrero de 2002) - Discurso, § 6 (2002). 2

  17. Papa Juan Pablo II. Mensaje a los Salesianos (26 de febrero de 2002) - Discurso, § 5 (2002).

  18. Papa Juan Pablo II. Mensaje a los Salesianos (26 de febrero de 2002) - Discurso, § 3 (2002). 2 3

  19. Papa Juan Pablo II. A los miembros del Consejo General de los Salesianos (4 de febrero de 1989) - Discurso, § 2 (1989).