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San Luis María Grignion de Montfort

San Luis María Grignion de Montfort
Luis de Monfort, el fundador de los hermanos de San Gabriel, acompañado de uno de los primeros hermanos que formó. Dominio Público.

San Luis María Grignion de Montfort (1673-1716) fue un sacerdote francés, misionero apostólico y fundador de dos congregaciones religiosas: la Compañía de María (Misioneros Montfortianos) y las Hijas de la Sabiduría. Es reconocido por su profunda devoción mariana y su influyente obra Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, que promueve la consagración total a Jesús a través de María. A lo largo de su vida, se dedicó incansablemente a la predicación del Evangelio, la instrucción catequética de los pobres y la reforma espiritual en Francia, enfrentando a menudo la oposición de jansenistas y críticos, pero dejando un legado duradero de avivamiento espiritual y devoción mariana. Fue canonizado en 1947 por el Papa Pío XII.

Tabla de contenido

Primeros Años y Formación

Luis María Grignion nació el 31 de enero de 1673 en Montfort-la-Cane, Bretaña, en el seno de una familia profundamente cristiana y numerosa, siendo el segundo de dieciocho hijos1. Desde su infancia, mostró una notable piedad y una devoción inquebrantable a la oración ante el Santísimo Sacramento2,3.

A la edad de doce años, Luis asistió al colegio jesuita de Santo Tomás Becket en Rennes, donde nunca dejó de visitar la iglesia antes y después de sus clases1,3. Durante las vacaciones, se unió a un grupo de jóvenes que servían a los pobres y a los enfermos incurables en los hospitales, leyéndoles libros edificantes durante sus comidas3.

A los diecinueve años, emprendió un viaje a pie a París para estudiar teología. En el camino, distribuyó todo su dinero entre los pobres, intercambió su ropa con ellos y hizo voto de subsistir en adelante solo de limosnas3. Continuó sus estudios en la Sorbona y en el seminario de San Sulpicio1. Fue ordenado sacerdote el 5 de julio de 1700, día de Pentecostés, a la edad de veintisiete años. Testigos de su ordenación relataron que permaneció en adoración durante un día entero, como «un ángel en el altar»1,3.

Ministerio Sacerdotal y Misiones

Después de su ordenación, San Luis María Grignion de Montfort sirvió brevemente en Nantes con un sacerdote que capacitaba a hombres para misiones internas, antes de ser nombrado capellán del hospital de Poitiers4. En esta institución, trabajó para mejorar la atención a los enfermos pobres y organizó a partir del personal femenino y de las residentes el núcleo de la congregación de las Hijas de la Sabiduría, para quienes redactó una regla4. Sin embargo, las mejoras que introdujo generaron resentimiento, y se vio obligado a renunciar a su puesto4,1.

A partir de 1705, a los treinta y dos años, Grignion de Montfort encontró su verdadera vocación como misionero, dedicándose a la predicación del Evangelio en innumerables ciudades y pueblos durante diecisiete años3. Su apostolado se distinguió por la defensa de la fe católica contra el racionalismo, el protestantismo, el galicanismo y el jansenismo, que estaba muy extendido en ese momento1. A menudo, sus métodos eran poco convencionales; por ejemplo, invitaba a su audiencia a quemar libros irreligiosos en una gran pira o representaba dramáticamente la parte de un pecador moribundo5. A pesar de esto, la respuesta que obtenía era frecuentemente práctica y duradera, manifestándose en la restauración de iglesias, la erección de grandes cruces conmemorativas, generosas limosnas a los pobres y un verdadero avivamiento espiritual5.

Su celo misionero lo llevó a viajar a pie por toda Francia, visitando ciudades, pueblos y aldeas solitarias6. En una ocasión, en un barco de mercado, logró que pasajeros que cantaban canciones obscenas se unieran a él para rezar el Rosario y escuchar su homilía5. También obtuvo grandes triunfos en La Rochelle, un bastión calvinista, donde celebró varias misiones concurridas y reconcilió a muchos protestantes con la Iglesia5,3.

A pesar de su éxito, las críticas y la oposición no cesaron. Eclesiásticos con inclinaciones jansenistas lo excluyeron de ciertas iglesias e incluso diócesis5. Sufrió persecuciones y humillaciones; los jansenistas, irritados por su éxito, lograron su destierro de distritos donde estaba dando misiones3. Incluso hubo intentos de envenenamiento y asesinato, aunque escapó gracias a un presentimiento3. Un ejemplo notable de su perseverancia fue la construcción de un calvario monumental en Pontchâteau, donde cientos de campesinos trabajaron sin remuneración durante quince meses. Cuando la obra estaba casi terminada, el rey ordenó su demolición debido a las intrigas de los jansenistas, pero el Padre de Montfort recibió la noticia con la exclamación: «¡Bendito sea Dios3.

Espiritualidad y Obras

La espiritualidad de San Luis María Grignion de Montfort estaba centrada en Dios (teocéntrica) y se caracterizaba por un amor intenso a Cristo y una profunda devoción a la Santísima Virgen María7,8,6. Su lema era «Solo Dios» (Dieu Seul)7.

Devoción Mariana

La devoción a la Santísima Virgen María fue una piedra angular de su apostolado. Grignion de Montfort enseñó que la verdadera devoción a María es un camino seguro y eficaz para llegar a Jesucristo9. Para él, María es tan inseparable de Jesús «que sería más fácil separar la luz del sol»9. Su objetivo al establecer una sana devoción a la Virgen era «establecer la devoción a Nuestro Señor de manera más perfecta, proporcionando un camino suave pero seguro para llegar a Jesucristo»9,10.

Su obra más conocida, el Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, propone la consagración total a Jesús por medio de María como una forma de vivir plenamente el compromiso bautismal11,10. Esta consagración es un reconocimiento consciente del papel singular de María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, de su importancia ejemplar como testigo del Evangelio, de la confianza en su intercesión y de la eficacia de su patrocinio maternal11.

Montfort invitaba a los fieles a abandonarse enteramente a María para acoger su presencia en lo más profundo de sus almas, creyendo que «María se convierte en todo para el alma que desea servir a Jesucristo»9. También recomendaba recurrir a María antes de la comunión, implorándola para que nos preste su corazón para recibir a su Hijo con sus disposiciones9.

Su visión mariana está totalmente impregnada de la fe trinitaria. En sus oraciones a María, la llama «bienamada hija del Padre eterno, admirable Madre del Hijo, esposa fidelísima del Espíritu Santo, glorioso templo de la Santísima Trinidad»12.

El Rosario

El Rosario fue una de las devociones más importantes que San Luis María inculcó en sus misiones, estableciendo numerosas cofradías para su recitación5. Su gran amor por el Rosario lo llevó a convertirse en terciario de la Orden de Santo Domingo5. En 1710, hizo su profesión para seguir la regla de la Tercera Orden Dominicana, y en 1712, solicitó y recibió permiso del Maestro General de la Orden, Antoninus Cloche, para predicar el Santo Rosario y enrolar a tantas personas como pudiera en la Cofradía del Rosario13.

Otros Aspectos de su Espiritualidad

La persona de Cristo domina el pensamiento de Grignion de Montfort. Para él, «Jesús, nuestro Salvador, verdadero Dios y verdadero hombre, debe ser el fin último de todas las demás devociones»14. La Encarnación del Verbo es la realidad central absoluta de su fe14.

Su mensaje se fundamenta inseparablemente en las meditaciones de un místico y en la enseñanza pastoral de un apóstol8. A pesar de que su estilo puede sorprender a los contemporáneos, sus intuiciones fértiles siguen siendo una fuente de inspiración8.

Fundaciones Religiosas

Un año antes de su muerte, el Padre de Montfort fundó dos congregaciones religiosas3:

Al momento de su muerte, estas congregaciones eran pequeñas, con solo cuatro hermanas y dos sacerdotes con algunos hermanos, lo que humanamente parecía un fracaso. Sin embargo, San Luis María, quien había mostrado el don de la profecía en varias ocasiones, sabía que «el árbol crecería»3. A principios del siglo XX, las Hijas de la Sabiduría contaban con cinco mil miembros y se habían extendido por todo el mundo, con cuarenta y cuatro casas y educando a 60,000 niños3.

Muerte y Canonización

San Luis María Grignion de Montfort falleció a la edad de cuarenta y tres años en 1716, mientras estaba en medio de una misión en Saint-Laurent-sur-Sèvre, a causa de una enfermedad repentina5.

Fue beatificado por el Papa León XIII en 18883. El 20 de julio de 1947, fue canonizado por el Papa Pío XII, quien lo definió como Santo, estableciendo que su memoria debía ser celebrada anualmente por la Iglesia Universal el 28 de abril5,6. La canonización reavivó el interés en su obra principal, Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen5.

Legado e Influencia

El legado de San Luis María Grignion de Montfort es profundo y duradero. Su espiritualidad teocéntrica y su devoción mariana han influido en innumerables fieles y movimientos dentro de la Iglesia Católica. El Papa Juan Pablo II, en su mensaje con motivo del 50 aniversario de la canonización de San Luis María, agradeció al Señor por la creciente influencia de este misionero santo, cuyo apostolado fue nutrido por una vida de intensa oración, una fe inquebrantable en el Dios Trino y una profunda devoción a la Santísima Virgen María7. El mismo Juan Pablo II adoptó el lema «Totus Tuus» (Todo tuyo), inspirado en la espiritualidad de Montfort, repitiéndolo cada día y viviendo en armonía con María para alcanzar una experiencia del Padre en confianza y amor ilimitado12.

La Familia Montfortiana (la Compañía de María, los Hermanos de San Gabriel y las Hijas de la Sabiduría) continúa difundiendo su espiritualidad, adaptándola a diferentes culturas y apoyando movimientos que se inspiran en su mensaje para dar a la devoción mariana una autenticidad cada vez más segura7. Su enseñanza sobre la verdadera sabiduría sigue siendo relevante para muchos jóvenes que buscan sentido en sus vidas7.

San Luis María Grignion de Montfort es recordado como un evangelizador incansable, un defensor de la fe y un maestro de la devoción mariana que, a través de su vida y sus escritos, ha guiado a innumerables almas hacia una relación más profunda con Jesucristo a través de su Santísima Madre7.

Citas

  1. El Dicasterio para las Causas de los Santos. Luigi Maria Grignion da Montfort (1673-1716) - Biografía (1947). 2 3 4 5 6

  2. Antonio Maria Tannoja. Las Vidas de los Compañeros de San Alfonso Liguori, § 110.

  3. San Luis-María Grignion de Montfort, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §San Luis-María Grignion de Montfort. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16

  4. San Luis María de Montfort, fundador de la Compañía de María y de las Hijas de la Sabiduría (d.C. 1716), Alban Butler. Las Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 188. 2 3 4

  5. Alban Butler. Las Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 189. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

  6. Papa Pío XII. Luigi Maria Grignion da Montfort (1673-1716) - Homilía (1947). 2 3

  7. Papa Juan Pablo II. Mensaje a la Familia Religiosa Montfortiana con motivo de las celebraciones del 50º aniversario de la Canonización de San Luis María Grignion de Montfort (21 de junio de 1997) (1997). 2 3 4 5 6 7

  8. Carta del Papa Juan Pablo II con motivo del 50º aniversario de la canonización de San Luis-María Grignion de Montfort, Papa Juan Pablo II. Carta con motivo del 50º aniversario de la canonización de San Luis-María Grignion de Montfort, § 2 (1997). 2 3

  9. Carta del Papa Juan Pablo II con motivo del 50º aniversario de la canonización de San Luis-María Grignion de Montfort, Papa Juan Pablo II. Carta con motivo del 50º aniversario de la canonización de San Luis-María Grignion de Montfort, § 4 (1997). 2 3 4 5

  10. Romanus Cessario, OP. María en la Tradición Dominicana, § 14. 2

  11. Parte II: Orientaciones para la armonización de la piedad popular con la liturgia - Capítulo V: Veneración de la Santa Madre de Dios - Ejercicios piadosos recomendados por el magisterio - Consagración y encomienda a María, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia: Principios y Orientaciones, § 204 (2001). 2

  12. Papa Juan Pablo II. Al 8º Coloquio Mariológico Internacional (13 de octubre de 2000) - Discurso, § 3 (2000). 2

  13. Romanus Cessario, OP. María en la Tradición Dominicana, § 13.

  14. Carta del Papa Juan Pablo II con motivo del 50º aniversario de la canonización de San Luis-María Grignion de Montfort, Papa Juan Pablo II. Carta con motivo del 50º aniversario de la canonización de San Luis-María Grignion de Montfort, § 3 (1997). 2