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San Mariano

El nombre «San Mariano» puede referirse a varias figuras veneradas en la tradición católica, aunque la más destacada y con mayor información disponible es el Beato Mariano de Roccacasale, un religioso franciscano. También existe un mártir llamado San Mariano, asociado con San Santiago, cuya festividad se celebra el 30 de abril. Es importante distinguir entre estas figuras para comprender su lugar en la hagiografía católica. Este artículo explorará las vidas y legados de las principales figuras conocidas como San Mariano o Beato Mariano, destacando su contribución a la Iglesia y los motivos de su veneración.

Tabla de contenido

Beato Mariano de Roccacasale

El Beato Mariano de Roccacasale (1778-1866), cuyo nombre de nacimiento era Domenico Di Nicolantonio, fue un religioso franciscano de origen italiano, beatificado por el Papa Juan Pablo II el 3 de octubre de 19991,2.

Vida Temprana y Vocación

Domenico Di Nicolantonio nació el 14 de enero de 1778 en Roccacasale, cerca de Roma, en el seno de una familia campesina de gran pobreza2. Durante sus primeros 23 años, se dedicó al pastoreo, una labor que, a través de largas horas de soledad y contacto directo con la naturaleza, le permitió una profunda conexión con Dios2. Esta experiencia bucólica fue fundamental para el desarrollo de su vocación religiosa, llevándolo a desear ingresar en la Orden de los Frailes Menores2.

Vida Religiosa y Espiritualidad

La vida del Beato Mariano se caracterizó por su pobreza y humildad, siguiendo de cerca el ejemplo de San Francisco y Santa Clara de Asís1,2. Su existencia estuvo constantemente orientada hacia el prójimo, con un profundo deseo de escuchar y compartir los sufrimientos de cada persona1,2. Posteriormente, presentaba estas penas al Señor durante las largas horas que dedicaba a la adoración eucarística1,2.

Como portero del convento, el Beato Mariano se distinguió por su caridad, abriendo siempre la puerta a los pobres y peregrinos y asistiéndolos con la mayor solicitud2. Su vida y espiritualidad pueden resumirse en el deseo del apóstol Pablo a la comunidad cristiana de Filipos: «El Dios de la paz estará con vosotros» (Filipenses 4:9)1,3,4,5,6,7,8. Llevó la paz, un don de Dios, a todos los lugares donde estuvo1,2.

Legado y Beatificación

El Beato Mariano de Roccacasale falleció el 31 de mayo de 1866, día de la fiesta del Corpus Christi2. Su ejemplo y su intercesión son vistos como una ayuda para redescubrir el valor fundamental del amor de Dios y el deber de testimoniarlo a través de la solidaridad con los pobres1,2. Se destaca su ejemplo en el ejercicio de la hospitalidad, una virtud considerada de gran importancia en el contexto histórico y social actual1,2. Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 3 de octubre de 19991,2.

San Mariano, Mártir

Existe otro San Mariano, un mártir cuya festividad se conmemora el 30 de abril en el Martirologio Romano9.

Martirio con San Santiago

San Mariano es mencionado en las actas de los mártires junto con San Santiago. Ambos fueron entrevistados por el gobernador y luego enviados a Lambesa, a unas ochenta millas de distancia, donde fueron sentenciados a muerte9. El lugar de su martirio fue un valle fluvial, descrito como un «teatro» natural con terrenos elevados a cada lado que servían de asientos9. Debido a la gran cantidad de personas ejecutadas al mismo tiempo, fueron dispuestos en filas, para que «la hoja del impío asesino pudiera decapitar a los fieles, uno tras otro, en un arrebato de furia»9. Antes de su turno, Mariano profetizó las desgracias vengadoras que caerían sobre los verdugos de los justos9. Tras su muerte, su cuerpo fue abrazado y besado por su madre, «llamada con razón María, bendita tanto en su hijo como en su nombre»9.

La Pasión de los Santos Mariano y Santiago y sus compañeros es un documento auténtico y de gran interés, escrito por uno de los que compartieron su prisión9. La catedral de Gubbio, en Umbría, está dedicada en honor a los Santos Mariano y Santiago y afirma poseer sus reliquias9.

Otros Marianos en la Tradición Católica

Es importante señalar que el nombre «Mariano» o «Mariana» aparece en otras figuras veneradas, aunque no siempre con el título de «San Mariano» directamente.

Santa Mariana de Quito, Virgen (1618-1645)

Santa Mariana de Quito, conocida como «el Lirio de Quito», fue una virgen ecuatoriana nacida en 1618 y canonizada en 1950, noventa y seis años después de su beatificación10. Desde su infancia, mostró una piedad notable, dedicándose a la oración y a prácticas ascéticas10. A los doce años, intentó ir a Japón para convertir a la gente y luego vivir como ermitaña en una montaña cercana a Quito10. Finalmente, llevó una vida de solitaria en la casa de su cuñado, dedicada a austeridades extremas y ejercicios religiosos10. Se le atribuyeron dones de profecía y milagros10. En 1645, durante una época de terremotos y epidemias en Quito, se ofreció públicamente como víctima por los pecados del pueblo10. Los terremotos cesaron inmediatamente, y aunque la epidemia comenzó a remitir, Mariana fue afectada por varias enfermedades que la llevaron a la muerte el 26 de mayo de 1645, a la edad de veintiséis años10.

San Marino, Diácono (siglo IV)

Aunque su nombre es similar, San Marino el Diácono (del cual deriva el nombre de la República de San Marino) es una figura distinta. Nació en la costa dálmata y fue cantero11. Se trasladó a Rimini para trabajar en la reconstrucción de la ciudad y las murallas, junto con otro cantero, San León11. Ambos ayudaron a cristianos sentenciados a trabajos forzados en las canteras por su fe y realizaron conversiones11. Marino fue ordenado diácono y continuó cuidando a los confesores y conversos11. Después de un incidente en el que una mujer dálmata lo reclamó como su marido, Marino huyó y vivió como ermitaño en el Monte Titano, donde más tarde surgirían un monasterio y la ciudad de San Marino11. El Papa Juan Pablo II conmemoró el 1700 aniversario de la fundación de la sociedad civil y comunidad eclesial de San Marino por San Marino el Diácono12.

Conclusión

El nombre «San Mariano» puede referirse a diferentes figuras en la rica tradición católica. El Beato Mariano de Roccacasale es un ejemplo de humildad, caridad y servicio al prójimo, especialmente a través de la hospitalidad y la adoración eucarística. Por otro lado, San Mariano, el mártir, nos recuerda la fortaleza de la fe frente a la persecución. La diversidad de estas figuras subraya la amplitud de la santidad en la Iglesia, manifestada en vidas dedicadas a Dios de diversas maneras.

Citas

  1. Papa Juan Pablo II. 3 de octubre de 1999, Beatificación de Fernando María Baccilieri, Edward Joannes Maria Poppe, Arcángel Tadini, Mariano de Roccacasale, Diego Oddi y Nicolás de Gesturi, § 5 (1999). 2 3 4 5 6 7 8 9

  2. Resumen, Dicasterio para las Causas de los Santos. Mariano da Roccacasale: Biografia (3 de octubre de 1999) (1999). 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13

  3. Papa Juan Pablo II. Arcángel Tadini (1846-1912) - Homilía de beatificación, § 5 (2009).

  4. Dicasterio para las Causas de los Santos. Mariano da Roccacasale: Homilía de beatificación (3 de octubre de 1999), § 5 (1999).

  5. Dicasterio para las Causas de los Santos. Diego Oddi: Homilía de beatificación (3 de octubre de 1999), § 5 (1999).

  6. Dicasterio para las Causas de los Santos. Fernando María Baccilieri: Homilía de beatificación (3 de octubre de 1999), § 5 (1999).

  7. Dicasterio para las Causas de los Santos. Nicolás de Gesturi: Homilía de beatificación (3 de octubre de 1999), § 5 (1999).

  8. Dicasterio para las Causas de los Santos. Edward Poppe: Homilía de beatificación (3 de octubre de 1999), § 5 (1999).

  9. Sto. Eutropio, obispo de Saintes, mártir (siglo III), Alban Butler. Las Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 203. 2 3 4 5 6 7 8

  10. Sta. Mariana de Quito, virgen (a.D. 1645), Alban Butler. Las Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 405. 2 3 4 5 6 7

  11. Sto. Marino (siglo IV?), Alban Butler. Las Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 488. 2 3 4 5

  12. Papa Juan Pablo II. Mensaje al Obispo de San Marino-Montefeltro, S.E. Mons. Paolo Rabitti con motivo del 1700º aniversario de la República de San Marino (14 de septiembre de 2001) - Discurso, § 1 (2001).