San Nuno Álvares Pereira
Nuno Álvares Pereira, conocido en la vida religiosa como Nuno de Santa María, fue un condestable y general portugués del siglo XIV y XV, cuya vida ejemplifica la profunda integración de la fe cristiana en el servicio militar y la vida monástica. Nacido en una familia noble, se destacó como estratega militar, siendo fundamental en la consolidación de la independencia de Portugal. Sin embargo, su trayectoria no se limitó al ámbito bélico; su profunda devoción mariana y eucarística lo llevó a una radical transformación personal, culminando en su ingreso a la Orden de los Carmelitas, donde vivió en pobreza y dedicación a los más necesitados. Su canonización en 2009 por el Papa Benedicto XVI lo reconoce como un modelo de santidad en diversas vocaciones, demostrando que los principios cristianos pueden vivirse plenamente en cualquier contexto, incluso en tiempos de guerra.
Tabla de contenido
Vida Temprana y Carrera Militar
Nuno Álvares Pereira nació el 24 de junio de 1360 en Portugal, probablemente en Cernache do Bomjardim1. Era hijo ilegítimo de Fray Álvaro Gonçalves Pereira, caballero hospitalario de San Juan de Jerusalén y prior de Crato, y de Doña Iria Gonçalves do Carvalhal1. Aproximadamente un año después de su nacimiento, fue legitimado por decreto real, lo que le permitió recibir la educación caballeresca propia de los jóvenes nobles de su época1.
A la edad de trece años, Nuno sirvió como paje de la reina Leonor en la corte, donde fue nombrado caballero. A los dieciséis, por deseo de su padre, contrajo matrimonio con Doña Leonor de Alvim, una viuda adinerada. De esta unión nacieron tres hijos: dos varones que fallecieron en la infancia, y una hija, Beatriz, quien más tarde se casaría con Afonso, el primer duque de Bragança e hijo del rey Juan I1.
La vida de Nuno tomó un giro decisivo tras la muerte del rey Fernando en 1383, quien no dejó herederos varones. Su hermano, Juan, se vio envuelto en una disputa por la corona portuguesa, la cual era reclamada por el rey de Castilla, esposo de la hija del difunto rey1. Nuno Álvares Pereira se alió con Juan, quien lo designó como condestable, es decir, comandante en jefe del ejército1.
Como condestable, Nuno lideró al ejército portugués a la victoria en varias ocasiones, siendo la Batalla de Aljubarrota el 14 de agosto de 1385 un punto culminante que marcó el inicio del fin del conflicto y consolidó la independencia de Portugal1. Su liderazgo militar fue crucial en este período de la historia portuguesa.
Espiritualidad y Devoción
Las habilidades militares de Nuno estaban intrínsecamente ligadas a una espiritualidad sincera y profunda1. El amor por la Eucaristía y por la Virgen María eran los pilares de su vida interior1. Era asiduo a la oración mariana, practicando el ayuno en honor a María los miércoles, viernes, sábados y en las vigilias de sus festividades1. Participaba en la Misa diariamente, aunque la recepción de la Eucaristía se limitaba a las festividades mayores1.
El estandarte personal que eligió como insignia llevaba las imágenes del Crucifijo, de María y de los santos caballeros Santiago y Jorge1. Esta elección simboliza su profunda fe y la protección divina que buscaba en sus batallas. Nuno también financió la construcción de numerosas iglesias y monasterios, entre los que destacan el Carmen de Lisboa y la iglesia de Santa María de la Victoria en Batalha1.
El Papa Benedicto XVI, en su homilía de canonización, destacó que Nuno de Santa María se esforzó por no interponer obstáculos a la acción de Dios en su vida, imitando a la Virgen María, a quien era devotísimo y a quien atribuía públicamente sus victorias2,3,4,5,6. Su vida de oración y su absoluta confianza en la ayuda divina fueron características distintivas, y nunca permitió que sus talentos personales prevalecieran sobre la acción suprema que proviene de Dios2,3,4,5,6.
Transición a la Vida Religiosa
Tras el fallecimiento de su esposa en 1387, Nuno Álvares Pereira decidió no volver a casarse, viviendo una vida de castidad ejemplar1. Una vez alcanzada la paz en el reino, distribuyó gran parte de sus bienes entre los veteranos de guerra1.
En 1423, tomó la decisión radical de ingresar al convento de los Carmelitas que él mismo había fundado, adoptando el nombre de Fray Nuno de Santa María1. Esta elección significó el abandono de las armas y el poder para revestirse de la armadura espiritual recomendada por la Regla del Carmelo1. Este cambio representó la culminación de un auténtico camino de fe que siempre había seguido1. Aunque deseaba retirarse a una comunidad lejana de Portugal, el hijo del rey, Don Duarte, se lo impidió1.
En el convento, Fray Nuno no buscó privilegios, sino que eligió para sí el rango más humilde de fraile donado, dedicándose por completo al servicio del Señor, de María —su Patrona siempre venerada— y de los pobres, en quienes reconocía el rostro mismo de Jesús1. Organizaba una distribución diaria de alimentos para los necesitados y nunca se negaba a sus peticiones1.
El Papa Benedicto XVI resaltó que la figura de San Nuno es un ejemplo para toda la Iglesia, demostrando que es posible vivir una vida de fe y oración incluso en contextos aparentemente desfavorables, como el militar y bélico, si se ponen los valores y principios cristianos al servicio del bien común y la gloria de Dios2,3,4,5.
Canonización
La fama de santidad de Nuno Álvares Pereira se mantuvo constante y creció con el tiempo, aunque el proceso de canonización fue complejo y enfrentó numerosos obstáculos externos7. El proceso, promovido inicialmente por los soberanos portugueses y luego por la Orden Carmelita, comenzó formalmente en 1894 cuando el P. Anastasio Ronci, postulador general de los Carmelitas, logró introducir el proceso para el reconocimiento de su culto ab immemorabili7.
Este proceso concluyó felizmente el 23 de enero de 1918 con el decreto Clementissimus Deus de Su Santidad Benedicto XV, por el cual Nuno Álvares Pereira fue beatificado1,7.
Las reliquias de Nuno fueron trasladadas varias veces desde su sepulcro original en la iglesia del Carmen. En 1961, durante el sexto centenario de su nacimiento, se organizó una peregrinación con su precioso relicario de plata; sin embargo, poco después fue robado y las reliquias nunca fueron recuperadas, siendo reemplazadas por algunos huesos conservados en otros lugares7.
El descubrimiento en 1996 del sitio primitivo de su tumba, con fragmentos óseos compatibles con las reliquias conocidas, reavivó el deseo de ver al Beato Nuno proclamado santo7. El postulador general de los Carmelitas, P. Felipe M. Amenós y Bonet, logró la reanudación de la causa, que fue corroborada por un presunto milagro ocurrido en el año 20007. Tras las investigaciones pertinentes, el 3 de julio de 2008, el Santo Padre Benedicto XVI dispuso la promulgación del decreto sobre el milagro para la canonización7.
Finalmente, durante el Consistorio del 21 de febrero de 2009, el Papa Benedicto XVI decretó que el Beato Nuno fuera inscrito en el Álbum de los Santos el 26 de abril de 2009 en la Plaza de San Pedro1,7.
Legado y Significado
San Nuno Álvares Pereira falleció el Domingo de Pascua, el 1 de abril de 14311. Inmediatamente después de su muerte, fue considerado santo por el pueblo, que comenzó a llamarlo «o Santo Condestável»1.
Su vida es un testimonio de cómo la fe puede transformar y santificar cualquier vocación. De ser un brillante comandante militar, se convirtió en un humilde fraile carmelita dedicado a los pobres, mostrando una continuidad en su compromiso con Dios y el prójimo. Su ejemplo subraya que la militia Christi —el servicio de testimonio que cada cristiano está llamado a dar en el mundo— puede manifestarse de diversas maneras, siempre con una intensa vida de oración y absoluta confianza en la ayuda divina2,3,4,5,6.
San Nuno Álvares Pereira es un modelo de santidad que nos enseña la importancia de poner los dones personales al servicio de la acción suprema de Dios, y de vivir los valores cristianos en cualquier circunstancia de la vida, buscando siempre el bien común y la gloria de Dios2,3,4,5. Su festividad se celebra el 1 de noviembre1.
Citas
Resumen biográfico, El Dicasterio para las Causas de los Santos. Nuno de Santa Maria Álvares Pereira (1360-1431) - Biografía (2009). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25 ↩26
Papa Benedicto XVI. Arcangelo Tadini (1846-1912) - Homilía (2009). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Benedicto XVI. Nuno de Santa Maria Álvares Pereira (1360-1431) - Homilía (2009). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Benedicto XVI. Geltrude Comensoli (1847-1903) - Homilía (2009). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Benedicto XVI. 26 de abril de 2009: Santa Misa para la canonización de Arcangelo Tadini, Bernardo Tolomei, Nuno de Santa Maria Álvares Pereira, Geltrude Comensoli y Caterina Volpicelli, § 26 de abril de 2009: Santa Misa para la canonización de Arcangelo Tadini, Bernardo Tolomei, Nuno de Santa Maria Álvares Pereira, Geltrude Comensoli y Caterina Volpicelli (2009). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Benedicto XVI. Caterina Volpicelli (1839-1894) - Homilía (2009). ↩ ↩2 ↩3
El Dicasterio para las Causas de los Santos. Nuno de Santa Maria Álvares Pereira (1360-1431) - El Milagro (2009). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8