San Pedro Pascual

San Pedro Pascual (1540‑1592), también conocido como San Pascal Bailón, fue un hermano laico franciscano de la reforma alcantarina, célebre por su profunda devoción al Santísimo Sacramento y por su vida de humildad, penitencia y caridad. Nacido en una familia campesina de la región de Aragón, pasó su juventud como pastor antes de ingresar al mundo religioso, donde se distinguió por largas vigilias ante el altar mayor, milagros atribuidos a su intercesión y una defensa valiente de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Fue beatificado en 1618 y canonizado en 1690, y su fiesta se celebra el 29 de junio.
Tabla de contenido
Vida temprana
Orígenes familiares y infancia
Pedro Pascual nació el 24 de mayo de 1540 en Torre‑Hermosa, en el Reino de Aragón, hijo de los humildes campesinos Martín Baylón y Isabel Jubera1. Su nombre, Pascual, se lo dieron por haber nacido en la época de la Pascua, una costumbre común en España para niños nacidos cerca de grandes fiestas litúrgicas1.
Juventud como pastor
Desde los siete hasta los veinticuatro años trabajó como pastor, cuidando ovejas y ganados para su familia. A pesar de la falta de educación formal, se enseñó a leer y escribir por su propio empeño, motivado por el deseo de recitar la Pequeña Oficina de la Virgen María, la oración popular de los laicos de su tiempo1. Su vida de austeridad incluía caminar descalzo por senderos espinosos, vivir con la más pobre alimentación y guardar bajo su capa una imitación del hábito franciscano1.
Sentido de justicia y caridad
Durante su labor pastoral, Pedro mostró una notable preocupación por la justicia: cuando sus animales dañaban viñas o cultivos, él mismo pagaba la indemnización, a menudo sacrificando su escaso salario para reparar los daños1. Esta actitud le granjeó el respeto de sus vecinos, aunque algunos lo consideraban excesivo1.
Vocación religiosa
Ingreso a la Orden franciscana
Alrededor de los dieciocho años, Pedro solicitó ingresar a la Orden de los Frailes Menores bajo la reforma de San Pedro de Alcántara. Inicialmente los frailes dudaron de su fortaleza, pero al admitirlo descubrieron en él «un tesoro que Dios había confiado a su cuidado»1. Fue recibido como hermano laico dentro de la rama alcantarina de la familia franciscana2.
Vida en el convento
En la vida conventual, Pedro se destacó por su continua oración y su devoción al Santísimo Sacramento. Pasaba largas horas arrodillado ante el tabernáculo, a veces sin apoyo, con las manos elevadas sobre el rostro, y asistía a misa en sucesión desde la madrugada hasta la noche3. Su amor por la Eucaristía le valió el título de «Santo del Sacramento» entre sus hermanos y en la tradición popular3.
Devoción eucarística y milagros
Vigilias y experiencias místicas
Según los relatos de sus contemporáneos, en varias ocasiones ángeles le presentaron el Cuerpo de Cristo suspendido sobre una copa, permitiéndole contemplar y venerar el Santísimo Sacramento de forma sobrenatural1. Estas visiones reforzaron su fervor y su reputación como protector de la fe eucarística.
Defensa de la presencia real
Durante un viaje a Francia, Pedro fue desafiado por un predicador calvinista que negaba la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Con valentía, defendió el dogma, lo que provocó la ira de una turba hugonote que intentó apedrearle; sin embargo, los proyectiles pasaron cerca sin herirlo, lo que se interpretó como una intervención divina2.
Milagros y curaciones
A su muerte, numerosos milagros de curación fueron atribuidos a su intercesión, tanto en vida como después de su fallecimiento, lo que impulsó una rápida causa de beatificación2.
Muerte y canonización
Fallecimiento
Pedro Pascual murió el 29 de junio de 1592, un día de Pentecostés, mientras pronunciaba el nombre de Jesús en sus últimos momentos, al sonar la campana que anunciaba la consagración de la Misa2. Su muerte fue vista como un signo de su vida dedicada al Santísimo Sacramento.
Beatificación y canonización
Fue beatificado en 1618 por el Papa Pío XI (según la tradición) y canonizado en 1690 por el Papa Inocencio XI (según la Enciclopedia Católica)4. La Iglesia lo reconoce como patrón de los congresos eucarísticos y de los fieles que buscan una vida de adoración al Hostio.
Legado y veneración
Patronazgo y devoción popular
San Pedro Pascual es considerado patrón de la Eucaristía, de los franciscanos y de los pastores. Su vida ejemplar inspira a los fieles a cultivar la humildad, la penitencia y la caridad. Las imágenes que lo representan lo muestran adorando el Santísimo Sacramento, a menudo con una visión del Hostio sobre una copa.
Fiesta litúrgica
Su fiesta se celebra el 29 de junio, día de su fallecimiento, aunque en algunas localidades se conmemora el 17 de mayo, fecha vinculada a la tradición de su culto.
Influencia en la espiritualidad franciscana
La figura de San Pedro Pascual destaca en la espiritualidad franciscana por su amor a la pobreza evangélica, su obediencia silenciosa y su persistente oración ante el altar. Los frailes y laicos que siguen su ejemplo buscan imitar su continua vigilancia y su disposición a servir a los más necesitados.
Bibliografía
Butler, Alban. Lives of the Saints, Vol. II, pp. 338‑340.
Catholic Encyclopedia. «St. Pascal Baylon».
Citas
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 338. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 340. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 339. ↩ ↩2
San Pascual Bailón, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §San Pascual Bailón. ↩