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Cruz

San Pelayo

San Pelayo es uno de los mártires más venerados de la España medieval, conocido por su firme defensa de la fe cristiana y su muerte en defensa de la castidad mientras era rehén de los musulmanes en el siglo X. Su historia, recogida en las crónicas medievales y en la Acta Sanctorum, ha inspirado una profunda devoción popular, especialmente en la región de Asturias, donde sus reliquias fueron trasladadas a Oviedo y donde se le reconoce como patrono de la ciudad de Tuy. El culto a San Pelayo ha influido en la identidad religiosa y cultural de la zona, convirtiéndolo en símbolo de resistencia y pureza cristiana frente a la persecución.

Tabla de contenido

Vida y martirio

Orígenes y contexto histórico

San Pelayo nació en el siglo X en la zona de Tuy, al noroeste de la actual Galicia. Era sobrino del obispo de Tuy, quien, tras la derrota en la batalla de Valdejunquera, fue capturado por los árabes y llevado a Córdoba como rehén; allí, como parte del rescate, su sobrino Pelayo fue entregado como rehén a los musulmanes1.

El episodio del martirio

Según la Acta Sanctorum y la narración de Alban Butler, Pelayo tenía apenas trece años cuando se encontró bajo la custodia del califa Abd‑ar‑Rahmán III. El sultán le ofreció libertad, riquezas y honores a cambio de que renunciara a la fe cristiana y aceptara el islam. Pelayo respondió con firmeza: «Soy cristiano, he sido cristiano, y seguiré siendo cristiano2. Ante su negativa, fue condenado a muerte. Las fuentes describen dos versiones del método de ejecución: una relata que fue atado a una “caballo de hierro” y sometido a una tortura prolongada; la otra indica que fue colgado de una horca y desmembrado, con sus restos arrojados al río Guadalquivir2. En ambos casos, el joven mantuvo su integridad y testimonio hasta el último momento.

Traslado de sus restos

Los fieles cristianos rescataron el cuerpo de Pelayo y lo guardaron en Córdoba hasta el año 967, cuando fue trasladado a León y, finalmente, en 985, a Oviedo, donde sus reliquias fueron depositadas en la catedral de San Salvador y se convirtieron en objeto de veneración pública2.

Culto y reliquias

Desarrollo del culto

El culto a San Pelayo se expandió rápidamente en el norte de España. En el siglo XI, la ciudad de Tuy declaró al joven mártir su patrono, y se construyeron numerosas iglesias en su honor, tanto en Asturias como en Galicia1. La devoción se reforzó durante la Reconquista, cuando los reyes cristianos invocaban su intercesión para obtener victoria contra los musulmanes.

Reliquias en Oviedo

Las reliquias de San Pelayo fueron alojadas en la cámara santa de la catedral de Oviedo, junto a otros santos asturianos. La presencia de sus restos atrajo peregrinos de toda la península, convirtiendo a Oviedo en un importante centro de peregrinación antes de la fama de Santiago de Compostela3.

Significado y patronazgo

Patrón de Tuy y de la castidad

San Pelayo es considerado patrón de la ciudad de Tuy y protector de los jóvenes que buscan vivir una vida casta y fiel a la fe cristiana1. Su ejemplo ha sido citado por la Iglesia como modelo de virtuosa resistencia ante la presión de la cultura pagana o islámica.

Influencia en la identidad española

El relato de su martirio se incorporó a la narrativa nacionalista cristiana durante la Edad Media, sirviendo como símbolo de la defensa de la fe frente a la ocupación musulmana. El Papa Juan Pablo II, en su visita a Asturias en 1989, recordó a Don Pelayo (el fundador del reino asturiano) como el iniciador de la lucha cristiana, pero también al joven mártir como ejemplo de la constancia cristiana en la región4.

Representaciones artísticas

Iconografía

En la iconografía medieval, San Pelayo suele representarse como un joven adolescente con una cruz pequeña, a veces acompañado de una cadena que simboliza su condición de rehén. En algunas obras se le muestra con la cabeza inclinada y la mano levantada en señal de oración, enfatizando su entrega total a Dios.

Obras destacadas

Legado histórico y espiritual

Influencia en la Reconquista

El relato de San Pelayo fue utilizado por los monarcas cristianos como motivo moral para la lucha contra los musulmanes, reforzando la idea de una causa justa y divina. La figura del mártir inspiró a los caballeros de la Orden de Santiago, que adoptaron su ejemplo de valor y fe en sus campañas.

Veneración contemporánea

Hoy en día, la fiesta de San Pelayo se celebra el 26 de junio en el calendario litúrgico español, con misas y procesiones en Tuy y Oviedo. Las parroquias dedicadas a él continúan promoviendo la oración por la pureza y la fortaleza espiritual, especialmente entre los jóvenes.

Bibliografía y referencias

Citas

  1. Tuy, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Tuy. 2 3

  2. San Pelagio, mártir (925 d. C.), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 653. 2 3

  3. Diócesis de Oviedo, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Diócesis de Oviedo.

  4. Reflexión sobre la peregrinación a Santiago de Compostela, Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 23 de agosto de 1989, § 7 (1989).