San Silvestre I

San Silvestre I fue el trigésimo tercer Papa de la Iglesia Católica, cuyo pontificado abarcó desde el 31 de enero de 314 hasta el 31 de diciembre de 3351. Su liderazgo se desarrolló en una de las épocas más trascendentales para el cristianismo, inmediatamente después de la conversión del emperador Constantino el Grande y la promulgación del Edicto de Milán en 313, que legalizó el cristianismo en el Imperio Romano1,2. Aunque su vida personal no está ampliamente documentada por registros históricos fiables, su papado es recordado por los importantes eventos eclesiásticos y la consolidación de la Iglesia en un imperio recientemente cristianizado. Desempeñó un papel crucial en el desarrollo de la doctrina de la Iglesia, especialmente a través del Primer Concilio de Nicea en 325, que abordó la herejía arriana y afirmó la divinidad de Cristo1. Su influencia también se manifestó en la construcción de importantes basílicas en Roma, estableciendo la presencia pública del cristianismo1,3.
Tabla de contenido
Pontificado y Contexto Histórico
El pontificado de San Silvestre I se inició en un momento de profunda transformación para la Iglesia1,2. Tras siglos de persecución, el Edicto de Milán de 313, emitido por el emperador Constantino, otorgó libertad religiosa a los cristianos, marcando un antes y un después en la historia del cristianismo1,4. San Silvestre I sucedió al Papa San Melquíades (Miltiades), quien había gobernado la Iglesia desde 311 hasta 3144,5,6. La Liber Pontificalis lo identifica como hijo de un romano llamado Rufino, aunque su madre, Justa, es mencionada solo en relatos legendarios2,3.
Durante sus veintiún años como obispo de Roma, la posición pública de la Iglesia mejoró drásticamente, un cambio particularmente notable en la capital del imperio1,3. A pesar de la importancia de esta era, existe poca información autorizada sobre los detalles específicos de su pontificado3.
Relación con el Emperador Constantino
La figura de San Silvestre I está estrechamente ligada a la del emperador Constantino el Grande, aunque gran parte de esta relación se ha visto envuelta en leyendas2,3. Los relatos apócrifos, como la Vita beati Sylvestri y el Constitutum Sylvestri, así como la famosa «Donación de Constantino», presentan a Constantino sufriendo de lepra, siendo curado y bautizado por Silvestre, y en gratitud, otorgando numerosos derechos y propiedades a los Papas y a la Iglesia2,3,7.
Sin embargo, los historiadores han demostrado que la «Donación de Constantino» es una falsificación medieval, utilizada con fines políticos y eclesiásticos2,8. Además, el relato del bautismo de Constantino por San Silvestre es históricamente incorrecto. Constantino, de hecho, permaneció como catecúmeno hasta su lecho de muerte, siendo bautizado por un obispo arriano en Nicomedia dieciocho meses después del fallecimiento de San Silvestre2. A pesar de esto, la leyenda del bautismo de Constantino por Silvestre todavía aparece en el Martirologio Romano y el Breviario2.
Aunque las leyendas no son históricamente precisas, es probable que Constantino haya donado el palacio de Letrán al Papa Silvestre, donde este estableció su cátedra, convirtiendo la Basílica de Letrán en la iglesia catedral de Roma2. Durante su pontificado, Constantino también ordenó la construcción de importantes iglesias en Roma, como la primera Basílica de San Pedro en el Vaticano, la Basílica de la Santa Cruz en el palacio Sessoriano, y la Iglesia de San Lorenzo Extramuros2,3,9,10. San Silvestre también construyó una iglesia en el cementerio de Priscila en la Vía Salaria, donde fue sepultado2,3.
El Primer Concilio de Nicea (325 d.C.)
Uno de los eventos más significativos del pontificado de San Silvestre I fue el Primer Concilio Ecuménico de Nicea en 325 d.C.1,2,3. Este concilio, convocado por el emperador Constantino, tuvo como objetivo principal abordar la controversia arriana, que cuestionaba la divinidad de Cristo1,11,12.
Aunque San Silvestre I no asistió al concilio en persona, envió legados papales, dos sacerdotes (Vito y Vicente), para representarlo1,2,11,13. La presencia de estos legados reflejó la creciente influencia del papado en los asuntos de la Iglesia1. Un obispo occidental, Osio de Córdoba, presidió el concilio2,11.
El concilio, al que asistieron más de 220 obispos, principalmente de Oriente, condenó la herejía de Arrio y afirmó la doctrina de la divinidad de Cristo, estableciendo el término homoousios (consubstancial) para describir la relación entre el Padre y el Hijo1,2,11. Se cree que la expresión homoousios pudo haber sido acordada con Silvestre antes del concilio3. El Credo Niceno, surgido de este concilio, sigue siendo fundamental para todas las grandes Iglesias de Oriente y Occidente14.
No hay un registro formal de que San Silvestre confirmara explícitamente las firmas de sus legados a los actos del concilio, más allá de las propias firmas2,3. Sin embargo, el papado de Silvestre solidificó el papel de la Iglesia en un Imperio Romano cristianizado1.
Otros Sínodos y Desarrollo de la Iglesia
Unos meses después de su ascenso al papado, San Silvestre I fue representado en un sínodo convocado en Arlés para tratar la disputa donatista2. Los obispos presentes elogiaron al Papa por no asistir en persona, sino por permanecer en el lugar «donde los Apóstoles se sientan diariamente en juicio»2.
Durante su reinado, también se cree que se elaboró el primer martirologio de mártires romanos3. Se le relaciona con el establecimiento de la escuela romana de canto y contribuyó al desarrollo de la liturgia de la Iglesia en Roma3.
Muerte y Veneración
San Silvestre I falleció el 31 de diciembre de 335 d.C. y fue enterrado en la iglesia que él mismo construyó en el cementerio de Priscila, en la Vía Salaria2,3. Su fiesta se celebra el 31 de diciembre en la Iglesia Occidental desde el siglo XIII, y también se observa en Oriente el 2 de enero2,15. Este día, el 31 de diciembre, es la fecha de su entierro, según la Depositio episcoporum, una lista de los días de entierro de los obispos romanos compilada apenas un año después de su muerte3.
En 761, sus reliquias fueron trasladadas por el Papa Pablo I a la iglesia de San Silvestre in Capite en Roma, que ahora es la iglesia nacional de los católicos ingleses en Roma2.
Legado
El legado de San Silvestre I es significativo, no tanto por sus actos personales detallados, sino por el período transformador en el que sirvió2. Fue el primer Papa de Roma después de que la Iglesia emergiera de las catacumbas, marcando el inicio de una nueva era para el cristianismo2.
A lo largo de la historia, varias instituciones y órdenes han llevado su nombre. La Orden de San Silvestre, una orden honorífica creada por Gregorio XVI en 1841, se inspiró en la existencia de una fabulosa orden de Constantino el Grande que afirmaba la aprobación de Silvestre I16. Además, los Silvestrinos son una congregación monástica benedictina fundada por San Silvestre Gozzolini en 1231, que sigue la Regla de San Benito con un énfasis particular en la austeridad y la pobreza17,18,19.
El Papa Silvestre II (Gerberto de Aurillac), quien gobernó la Iglesia a finales del siglo X, también llevó el nombre de Silvestre, y sus relaciones con el emperador Otón III fueron muy amistosas8,20. Curiosamente, Silvestre II apoyó las ideas políticas del emperador, quien declaró que la «Donación de Constantino» era una falsificación8.
El pontificado de San Silvestre I fue un período crucial para la Iglesia, sentando las bases para su expansión y consolidación en el Imperio Romano y dejando una huella duradera en la historia del cristianismo.
Citas
Papa n.º 33: San Silvestre I, Magisterium AI. Breve historia de los papas de la Iglesia católica, §Papa 33: San Silvestre I (2024). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13
B31: San Silvestre I, papa (d. C. 335), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 648. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23
Papa San Silvestre I (314-335), The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa San Silvestre I (314-335). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15
Papa n.º 32: San Melquíades, Magisterium AI. Breve historia de los papas de la Iglesia católica, §Papa 32: San Melquíades (2024). ↩ ↩2
Papa San Melquíades, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa San Melquíades. ↩
La lista de los papas, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §La lista de los papas. ↩
epistola melchiadi falso adscripta seu testimonium de munificentia constantini erga primitivam ecclesiam, Papa Constantino I. Apéndice (Papa Constantino I), § 1. ↩
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Nicea I, Edward G. Farrugia. Diccionario enciclopédico del Oriente cristiano, §Nicea I (2015). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Capítulo 4. Mantener la fe accesible para todo el pueblo de Dios - 3. Salvaguardar el depósito de la fe: Caridad al servicio de los más pequeños - 3.2 proteger la fe ante el poder político, Comisión Teológica Internacional. Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador: 1700.º aniversario del Concilio Ecuménico de Nicea (325-2025) (2025), § 119 (2025). ↩
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San Pedro, obispo de Alejandría, mártir (d. C. 311), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 427. ↩
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