San Teófilo

San Teófilo fue el sexto obispo de Antioquía, una figura destacada en la Iglesia primitiva durante el siglo II. Reconocido por su firme defensa de la fe cristiana, especialmente a través de su obra apologética Ad Autolycum, Teófilo abordó temas fundamentales como la concepción cristiana de Dios y la creación del mundo, en contraste con las mitologías paganas. Su episcopado, situado entre los años 169 y 177 d.C. según algunas cronologías, se caracterizó por su labor en la consolidación doctrinal frente a las herejías de su tiempo. Aunque la información sobre su vida es limitada, su legado como apologista y defensor de la ortodoxia ha perdurado, influyendo en la comprensión de la teología cristiana primitiva.
Tabla de contenido
Vida y Contexto Histórico
San Teófilo fue el sexto obispo de la iglesia de Antioquía1,2. Eusebio de Cesarea lo sitúa en el mismo período que el Papa Sótero (169-177 d.C.), y a su sucesor, Maximino, en el tiempo del Papa Eleuterio (177-193 d.C.)1. Es importante señalar que esta correspondencia cronológica no implica que Maximino sucediera a Teófilo inmediatamente en el año 177, sino que ambos obispos de Antioquía florecieron durante los pontificados de Sótero y Eleuterio, respectivamente1. Los estudios de Lightfoot y Hort han demostrado que Eusebio, al carecer de datos cronológicos precisos para los obispos de Antioquía, los asociaba con los obispos romanos contemporáneos1.
Se sabe que Teófilo fue un converso del paganismo1. Su obra Ad Autolycum, la única que se conserva de él, es una apología del cristianismo1. Este trabajo, compuesto por tres libros, fue escrito en diferentes momentos y corresponde a la descripción de Eusebio como «tres obras elementales»1,3. En ella, Teófilo aborda la concepción cristiana de Dios y los relatos bíblicos sobre el origen del hombre y del mundo, comparándolos con los mitos paganos1. En varias ocasiones, se refiere a una obra histórica de su autoría, relacionada con los primeros capítulos del Génesis1.
Durante su episcopado, Teófilo se enfrentó a las herejías que amenazaban la pureza de la enseñanza apostólica. Los pastores de las iglesias de su tiempo se esforzaban por contener estas «malas hierbas» que destruían la «cosecha pura» de la doctrina, ya sea a través de admoniciones a los hermanos, debates públicos o refutaciones escritas con pruebas precisas4.
Obras y Contribuciones Teológicas
La principal contribución de San Teófilo a la teología cristiana es su obra Ad Autolycum1,3. En estos tres libros, Teófilo defiende la fe cristiana y la presenta a un interlocutor pagano llamado Autolycus1.
Además de Ad Autolycum, Eusebio menciona que Teófilo escribió refutaciones contra Marción y Hermógenes, así como «libros catequéticos»3,5. San Jerónimo, por su parte, añade a esta lista comentarios sobre los Proverbios y los Evangelios2. En el prólogo de su propio comentario sobre los Evangelios y en su epístola Ad Algasiam, Jerónimo indica que Teófilo comentó un Diatessaron o Armonía de los Evangelios, compilado por él mismo1. De este comentario, solo se conserva una larga cita en la mencionada epístola1. Sin embargo, los comentarios Sobre el Evangelio y Sobre los Proverbios de Salomón que circulan bajo su nombre no parecen coincidir en estilo y lenguaje con la elegancia de sus obras reconocidas2.
La obra Ad Autolycum es valiosa por su temprana articulación de conceptos teológicos y su defensa de la racionalidad de la fe cristiana frente a las críticas paganas. Teófilo se presenta como un apologista que busca la comprensión y la conversión, destacando la superioridad de la revelación divina sobre las especulaciones filosóficas y mitológicas de su tiempo1.
Sucesión y Cronología
Eusebio de Cesarea establece que Teófilo fue el sexto obispo de Antioquía1,2. Su sucesor, Maximino, fue el séptimo desde los apóstoles5. La cronología exacta de su episcopado ha sido objeto de estudio, pero se sitúa en la segunda mitad del siglo II. La mención de que Teófilo estaba vivo después de la muerte de Marco Aurelio (180 d.C.) en el tercer libro de Ad Autolycum no contradice la cronología de Eusebio, como algunos estudiosos han sugerido, ya que las fechas de Eusebio se refieren a períodos de florecimiento y no a sucesiones exactas1.
Legado y Devoción
El legado de San Teófilo de Antioquía radica principalmente en su apologética y su defensa de la ortodoxia cristiana en un período formativo de la Iglesia1. Su obra Ad Autolycum ofrece una visión temprana de cómo los cristianos de su tiempo articulaban su fe y respondían a las críticas del mundo pagano. Aunque no se le asocia con un martirio específico en las fuentes proporcionadas, su firmeza en la fe y su labor doctrinal contribuyeron a la consolidación de la Iglesia.
En cuanto a su devoción, la Iglesia Católica honra la memoria de los obispos y apologistas como Teófilo por su contribución a la fe. Aunque no se mencionan fechas litúrgicas específicas ni patronazgos en los documentos disponibles, su figura es un ejemplo de liderazgo espiritual y defensa intelectual del cristianismo. La figura de San Teófilo es un recordatorio de la importancia de la argumentación razonada y la fidelidad a la doctrina en la vida de la Iglesia.
Confusión con Otros Teófilos
Es importante distinguir a San Teófilo de Antioquía de otros personajes históricos con el mismo nombre. En las fuentes, se menciona a otro Teófilo, Patriarca de Alejandría (385-412 d.C.)1. Este Teófilo de Alejandría fue una figura prominente, conocido por su papel en la decadencia del paganismo en Egipto, la controversia origenista y la deposición de San Juan Crisóstomo1. Fue tío y predecesor de San Cirilo de Alejandría6.
Este Teófilo de Alejandría fue un hombre de grandes dotes intelectuales, pero también extremadamente violento y sin escrúpulos en la elección de sus medios1. Se le atribuye la destrucción de templos paganos, incluido el célebre templo de Serapis, sobre cuyas ruinas erigió una iglesia1. También se involucró activamente en la condena del Origenismo, convocando sínodos y escribiendo cartas pascuales en su contra7,8,9. Incluso, el Papa Anastasio I se dirigió a él como «reverendo y honorable hermano y co-obispo», reconociendo su vigilancia para que el pueblo de Dios no cayera en «horribles blasfemias» al leer a Orígenes10.
La Catholic Encyclopedia también menciona un Teófilo de Alejandría que escribió un volumen Contra Orígenes y otro Contra los Antropomorfistas11. Este Teófilo de Alejandría también se preocupó por la fecha de la Pascua y dio explicaciones al emperador Teodosio11.
Es crucial no confundir la labor apologética y doctrinal de Teófilo de Antioquía, el obispo del siglo II, con las acciones más controvertidas y la intensa actividad política y teológica del Patriarca Teófilo de Alejandría en el siglo IV y principios del V1.
Citas
Catholic Encyclopedia, Theophilus ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22
Church History (Eusebius of Caesarea), Book IV. Chapter 24. 1 ↩ ↩2 ↩3
Church History (Eusebius of Caesarea), Book IV. Chapter 24. 2 ↩
Church History (Eusebius of Caesarea), Book IV. Chapter 24. 3 ↩ ↩2
Catholic Encyclopedia, St. Cyril of Alexandria ↩
Letter 90 - From Theophilus To Epiphanius ↩
Letter 96 - From Theophilus ↩
Catholic Encyclopedia, Origen and Origenism ↩
Letter 95 - From Pope Anastatius to Implicianus, 1 ↩
