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San Tomás apóstol

San Tomás apóstol
Tomás el Incrédulo . Dominio Público.

San Tomás Apóstol, también conocido como Judas Tomás Dídimo, es una figura fundamental en la tradición cristiana, célebre por su inicial incredulidad ante la resurrección de Jesús y su posterior profesión de fe: «¡Señor mío y Dios mío!». Su vida, aunque escasamente detallada en los Evangelios Sinópticos, cobra mayor relieve en el Evangelio de Juan, donde se le presenta como un discípulo leal, aunque propenso a la duda y a la búsqueda de la verificación personal. Tras Pentecostés, la tradición lo sitúa como un incansable misionero, especialmente en la India, donde se le atribuye la fundación de comunidades cristianas y el martirio. Su figura resuena aún hoy como un modelo para aquellos que, en su camino de fe, enfrentan preguntas y buscan un encuentro profundo con Cristo.

Tabla de contenido

El Apóstol en los Evangelios

La personalidad de San Tomás se perfila con mayor claridad en el Evangelio de San Juan, a diferencia de los Evangelios Sinópticos (Mateo, Marcos, Lucas) donde su nombre aparece en las listas de los Doce Apóstoles1. En Juan, se le otorgan roles distintivos que revelan aspectos clave de su carácter.

Lealtad y Disposición al Sacrificio

Una de las primeras menciones significativas de Tomás ocurre cuando Jesús decide regresar a Judea para visitar a Lázaro. Ante la preocupación de los demás discípulos por el peligro que implicaba volver a una región donde los judíos habían intentado apedrear a Jesús, Tomás, conocido también como Dídimo (que significa «el gemelo»), expresó su profunda lealtad con las palabras: «Vayamos también nosotros, para morir con él» (Juan 11:16)1,2. Esta declaración subraya su ardiente amor por su Maestro y su disposición a enfrentar incluso la muerte por Él2.

La Búsqueda de la Verdad

Durante el discurso de Jesús antes de la Última Cena, Tomás vuelve a intervenir, planteando una objeción que refleja su necesidad de claridad y comprensión. Cuando Jesús dice: «Adonde yo voy, vosotros sabéis el camino», Tomás responde: «Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo podemos saber el camino?» (Juan 14:5)1,2. Esta pregunta directa provocó una de las afirmaciones más profundas de Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por mí»2. Su interpelación, aunque nacida de la incertidumbre, abrió la puerta a una revelación fundamental de la fe cristiana2.

La Incredulidad y la Profesión de Fe

El episodio más conocido de San Tomás es su incredulidad ante la resurrección de Cristo. Cuando los otros apóstoles le anunciaron que habían visto al Señor resucitado, Tomás se negó a creer sin una experiencia personal y tangible. Él declaró: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y no meto mi dedo en el lugar de los clavos, y no meto mi mano en su costado, no creeré» (Juan 20:25)1,2.

Ocho días después, Jesús se apareció nuevamente a los discípulos, estando Tomás presente. Jesús lo invitó a tocar sus heridas, diciendo: «Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae acá tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente» (Juan 20:27)2. Ante esta manifestación, Tomás hizo su solemne profesión de fe: «¡Señor mío y Dios mío!» (Juan 20:28)3,4,2. Esta exclamación es reconocida por la Iglesia como la primera profesión de fe en Cristo resucitado y un acto de adoración al Maestro divino4. Jesús, sin embargo, pronunció una bienaventuranza para aquellos que creen sin haber visto: «Porque me has visto, Tomás, has creído; bienaventurados los que no han visto y han creído» (Juan 20:29)5,1,3,2.

La experiencia de Tomás es vista como un reflejo de las dificultades que muchos cristianos contemporáneos pueden enfrentar en su fe. Su disposición a expresar su duda y su posterior transformación al encontrarse con el Señor resucitado lo convierten en un ejemplo de buscador sincero que, a través de la verificación, llega a una fe plena y personal3.

Actividad Misionera Post-Pentecostés

Después del descenso del Espíritu Santo en Pentecostés, las tradiciones sobre las actividades misioneras de San Tomás son abundantes, aunque su fiabilidad histórica varía considerablemente6.

Misiones en Oriente Medio

Eusebio de Cesarea, historiador eclesiástico, menciona que San Tomás envió a San Tadeo (Addai) a Edesa para bautizar al Rey Abgar6. Se le atribuye también haber predicado en Parthia, Media, Persia, Carmania, Hircania, Bactria y otras naciones de esas regiones6,7.

La Tradición India

La tradición más persistente y difundida es la que sostiene que San Tomás predicó el Evangelio en la India6,8,7. Esta tradición está respaldada por diversas fuentes, la principal de las cuales es los Hechos de Tomás (Acta Thomae), un documento apócrifo del siglo III1,6,9. Aunque los Hechos de Tomás tienen un marcado carácter gnóstico y contienen elementos extravagantes, algunos datos históricos sugieren que podrían contener gérmenes de verdad1,10,9.

Según los Acta Thomae, cuando los Apóstoles se dividieron las regiones del mundo para su labor evangelizadora, la India le tocó a Judas Tomás6. Inicialmente, Tomás se mostró reacio a ir, argumentando su falta de fuerzas y la dificultad de que un hebreo enseñara a los indios6. Sin embargo, Cristo se le apareció a un mercader llamado Abán, enviado por Gundafor, un rey parto que gobernaba parte de la India, y le «vendió» a Tomás como esclavo para que sirviera a Gundafor como carpintero1,6.

La historia relata que Tomás, al llegar a la corte de Gundafor, fue encargado de construir un palacio. En lugar de edificarlo con materiales terrenales, Tomás gastó el dinero en los pobres, explicando al rey que estaba construyendo un palacio espiritual en el cielo que solo podría ver después de dejar este mundo6. Esta acción, inicialmente, llevó a su encarcelamiento, pero milagrosamente escapó y Gundafor se convirtió1.

Posteriormente, Tomás continuó predicando y realizando milagros por la región. La tradición lo sitúa en la ciudad del Rey Misdai (o Mazdai), donde convirtió a su esposa Tertia y a su hijo Vazan1,7. Finalmente, fue condenado a muerte, llevado a una colina fuera de la ciudad, y traspasado con lanzas por cuatro soldados1,7. Fue enterrado en una tumba real, aunque sus restos fueron trasladados posteriormente a Occidente1,7.

Evidencia Histórica y Comunidades Cristianas

Es un hecho notable que alrededor del año 46 d.C. existió un rey llamado Gondophernes o Guduphara en una parte de Asia al sur del Himalaya, lo que hoy incluye Afganistán, Baluchistán, Punjab y Sind. Esta información se ha confirmado mediante el descubrimiento de monedas y la inscripción de Takht-i-Bahi1. La identidad de este nombre con el Gundafor de los Acta Thomae es inconfundible1. También existen razones para creer que el nombre Misdai o Mazdai podría ser una transformación de un nombre hindú, posiblemente el Rey Vasudeva de Mathura1,7.

A pesar de la naturaleza apócrifa de los Acta Thomae, la tradición de que San Tomás predicó en la India fue ampliamente difundida tanto en Oriente como en Occidente por escritores como Efrén el Sirio, Ambrosio, Paulino, Jerónimo y Gregorio de Tours1,7.

En la costa de Malabar, en el sur de la India, existe una antigua comunidad de cristianos, conocidos como los Cristianos de Santo Tomás, que utilizan una forma de siríaco para su liturgia y afirman descender espiritualmente del Apóstol7,11. Su tradición oral sostiene que Tomás desembarcó en Cranganore, estableció siete iglesias en Malabar, y luego se dirigió a la costa de Coromandel, donde sufrió el martirio por lanzas en la «Gran Colina», cerca de Mylapore (actualmente un suburbio de Madras)7,12. En Mylapore, se descubrió en 1522 una tumba de mampostería con huesos, la cabeza de una lanza y un bastón de peregrino, lo que los portugueses consideraron la tumba del Apóstol12.

Aunque la fecha exacta de la evangelización de esta Iglesia es objeto de debate (algunas teorías sugieren el siglo IV o el siglo VIII), la persistencia de la tradición y la existencia de cruces de granito con inscripciones pahlavi (persa antiguo) que datan del siglo VII en la región, refuerzan la conexión histórica con la predicación cristiana temprana en la India1,7.

Legado y Veneración

San Tomás es venerado en la Iglesia Católica como un apóstol que, a través de su honesta búsqueda de la verdad, llegó a una profunda y personal profesión de fe en Cristo resucitado3,4. Su festividad se celebra el 3 de julio, fecha que en las iglesias siríacas conmemora su martirio7.

Sus reliquias, según la tradición, fueron veneradas en Edesa en el siglo IV, y posteriormente trasladadas a Quíos en 1258 y luego a Ortona, Italia, donde aún se veneran1,7. La Iglesia lo presenta como un ejemplo de cómo la fe, aunque a veces probada por la duda, se fortalece a través del encuentro con Cristo y se manifiesta en el servicio y la predicación5,3,13.

La figura de San Tomás también ha inspirado a muchos a lo largo de la historia, siendo un patrón para aquellos que buscan la verdad y la verificación en su camino espiritual. Su vida nos recuerda que la fe no es la ausencia de preguntas, sino la confianza en Cristo, incluso cuando el camino parece oscuro e incomprensible4.

Citas

  1. San Tomás Apóstol, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §San Tomás Apóstol. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18

  2. B21: Santo Tomás, apóstol (siglo I), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 593. 2 3 4 5 6 7 8 9

  3. Papa Juan Pablo II. Encuentro con los jóvenes en el aeropuerto de Postojna (18 de mayo de 1996) - Discurso, § 2 (1996). 2 3 4 5

  4. Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 4 de julio de 1990 (1990). 2 3 4

  5. Dicasterio para las Causas de los Santos. Celestina della Madre di Dio: Omelia di beatificazione (30 marzo 2008), §Homilía (2008). 2

  6. Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 594. 2 3 4 5 6 7 8 9

  7. Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 595. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

  8. Papa Juan Pablo II. 6 de abril de 1986: Visita a la parroquia romana de los Santos Ángeles Custodios - Homilía, § 3 (1986).

  9. Apócrifos, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Apócrifos. 2

  10. San Anastasio II, patriarca de Antioquía, mártir (609 d.C.), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 596.

  11. Cristianos de Santo Tomás, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Cristianos de Santo Tomás.

  12. Santo Tomás de Mylapur, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Santo Tomás de Mylapur. 2

  13. Hildegarda de Bingen. Libro de las obras divinas, § 533.