Santa María Magdalena
Santa María Magdalena es una figura prominente en los Evangelios, venerada en la Iglesia Católica como la primera testigo de la Resurrección de Jesús y la «apóstol de los apóstoles». Este artículo explorará su vida bíblica, las tradiciones sobre su identidad, su veneración en la Iglesia, su día festivo, el patrocinio y la iconografía asociada a ella, así como la devoción moderna.
Tabla de contenido
Vida Bíblica
María Magdalena, cuyo nombre probablemente proviene de Magdala, una localidad cerca de Tiberíades en la costa occidental de Galilea, es mencionada en el Nuevo Testamento como una de las mujeres que acompañaron a Cristo y le sirvieron con sus propios medios1,2. San Lucas registra que de ella habían salido siete demonios1,3.
Ella estuvo presente al pie de la cruz durante la crucifixión de Jesús, junto con la Santísima Virgen María y el discípulo amado1,2,4. También fue testigo del entierro de Cristo1,5,4.
El momento culminante en la vida de María Magdalena fue su encuentro con el Cristo resucitado. Fue la primera persona a quien Jesús se manifestó después de su resurrección, y a ella le confió la gozosa noticia para que la anunciara a los apóstoles1,5,2,6,4,7. Este hecho la convierte en la «apóstol de los apóstoles» (apostolorum apostola), un título que le fue otorgado por Santo Tomás de Aquino y reconocido por Papas como San Juan Pablo II y Benedicto XVI8,2,6,7.
Tradiciones sobre su Identidad
La identidad de María Magdalena ha sido objeto de diversas interpretaciones a lo largo de la historia de la Iglesia.
La Tradición Occidental
En la tradición occidental, siguiendo a San Gregorio Magno, se ha tendido a identificar a María Magdalena con otras figuras femeninas de los Evangelios: la pecadora que ungió los pies de Jesús en casa de Simón el fariseo (Lucas 7:36-50), y María de Betania, la hermana de Lázaro y Marta (Lucas 10:38-42; Juan 11)1,3.
La Pecadora Arrepentida: San Lucas describe a una mujer pecadora que, con lágrimas, lavó los pies de Jesús y los secó con su cabello, ungiéndolos con ungüento. Jesús defendió a esta mujer, afirmando que sus muchos pecados le eran perdonados porque había amado mucho3,9. Esta acción se interpreta como un acto de profunda penitencia y amor1,5,3.
María de Betania: Esta María es conocida por sentarse a los pies de Jesús para escuchar sus palabras, eligiendo «la mejor parte» frente a la preocupación de su hermana Marta por las tareas domésticas5,3. También ungió a Jesús con un costoso ungüento antes de su Pasión, un acto que Jesús defendió como preparación para su entierro5.
Para la mentalidad católica, estas series de eventos forman un todo consistente, mostrando una misma mujer que, habiendo sido perdonada, se convierte en una contemplativa devota y una testigo fiel de la Pasión y Resurrección1,5.
La Tradición Oriental
Los Padres griegos, en general, distinguen a estas tres personas como individuos distintos: la «pecadora» de Lucas 7, María de Betania y María Magdalena1,3. Esta es la visión común en el Oriente, donde se celebran las fiestas de María Magdalena la Mirófora en una fecha y las de las otras dos en otras fechas3.
Aunque la identificación de las tres como una sola persona ha sido la creencia popular en Occidente, algunos escritores latinos como San Ambrosio, San Jerónimo, San Agustín, San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino dejaron la cuestión sin decidir3.
Vidas Posteriores y Tradiciones Apócrifas
Existen diversas tradiciones sobre la vida de María Magdalena después de la Resurrección.
Tradición Oriental: Según la tradición oriental, María Magdalena acompañó a la Santísima Virgen y a San Juan a Éfeso después de Pentecostés, donde murió y fue enterrada. Se dice que un peregrino inglés, San Willibaldo, visitó su santuario allí a mediados del siglo VIII5.
Tradición Occidental (Francesa): Una tradición francesa, reflejada en el Martirologio Romano y en varias fiestas locales, sostiene que María Magdalena, junto con Lázaro, Marta y otros, evangelizó la región de Provenza. Se afirma que pasó los últimos treinta años de su vida en una cueva5.
Vencimiento y Día Festivo
La Iglesia siempre ha honrado a Santa María Magdalena con gran reverencia, considerándola la primera testigo de la resurrección del Señor y la primera evangelista8.
Elevación a Fiesta
El Papa Francisco, el 3 de junio de 2016, estableció que la celebración de Santa María Magdalena fuera inscrita en el Calendario Romano General con el rango de Fiesta en lugar de Memorial, como era hasta entonces8. Esta decisión subraya la importancia de su figura en la Iglesia, especialmente en el contexto de la dignidad de la mujer, la Nueva Evangelización y el misterio de la Divina Misericordia8.
El día de su celebración no cambió y permanece el 22 de julio8. Los textos litúrgicos para la Misa y el Oficio Divino siguen siendo los mismos, con la adición de un Prefacio propio8,10.
Oración Litúrgica
La oración colecta de su fiesta refleja su papel fundamental: «Oh Dios, cuyo Hijo Unigénito confió a María Magdalena, antes que a todos los demás, el anuncio de la gran alegría de la Resurrección, concédenos, te rogamos, que por su intercesión y ejemplo proclamemos al Cristo viviente y lleguemos a verlo reinando en tu gloria»10.
Patrocinio
Santa María Magdalena es patrona de diversas causas y grupos, a menudo relacionados con su historia de conversión y devoción:
Mujeres: Como modelo del papel de la mujer en la Iglesia, especialmente en la evangelización8.
Pecadores arrepentidos: Debido a su propia historia de conversión y el perdón de sus pecados3.
Peluqueros: Por su acto de secar los pies de Jesús con su cabello, un gesto de humildad y devoción que la conecta con la belleza y la transformación11.
Iconografía
La iconografía de Santa María Magdalena a menudo la representa con atributos que aluden a los pasajes bíblicos y las tradiciones sobre su vida:
Jarreta de ungüento: Es el atributo más común, simbolizando el ungüento con el que ungió los pies de Jesús y las especias que llevó al sepulcro9.
Cabello largo y suelto: En referencia a la tradición de secar los pies de Jesús con su cabello9.
Vestido de penitente o ermitaña: En alusión a la tradición francesa de que pasó los últimos años de su vida en una cueva como ermitaña5.
Calavera o crucifijo: Símbolos de penitencia y contemplación.
Devoción y Uso Litúrgico
La devoción a Santa María Magdalena ha sido constante en la Iglesia, tanto en Oriente como en Occidente8. Su ejemplo de amor perseverante y fe inquebrantable en Cristo ha inspirado a innumerables fieles10.
El Papa Juan Pablo II destacó cómo el amor de Cristo impulsó la vida de María Magdalena, quien siguió a Jesús hasta el Calvario y fue testigo de su pasión, muerte y sepultura. El Resucitado quiso manifestar su cuerpo glorioso primero a quien había llorado profusamente su muerte, revelando la gloria de la resurrección a quienes miran con fe y amor el misterio de la pasión y muerte del Señor4.
Conclusión
Santa María Magdalena se erige como un testimonio poderoso del amor transformador de Cristo y del papel esencial de la mujer en la difusión del Evangelio. Su historia, marcada por el arrepentimiento, la fe inquebrantable y el privilegio de ser la primera en anunciar la Resurrección, la convierte en un modelo de discipulado y evangelización para todos los cristianos. Su elevación a fiesta en el Calendario Romano General reafirma su significado perenne para la Iglesia universal.
Citas
Santa María Magdalena, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Santa María Magdalena. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9
Mujeres al servicio del Evangelio, Papa Benedicto XVI. Audiencia General del 14 de febrero de 2007: Mujeres al servicio del Evangelio (2007). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
B22: Santa María Magdalena (siglo I), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 165. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9
Misa con el obispo y los sacerdotes de la diócesis de Aosta - Homilía de Su Santidad Juan Pablo II, Papa Juan Pablo II. 22 de julio de 2000, Misa con los sacerdotes del Valle de Aosta, § 1 (2000). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 166. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9
V Jesucristo - Primeros testigos de la Resurrección, Papa Juan Pablo II. Mulieris Dignitatem, § 16 (1988). ↩ ↩2
Capítulo I - Encuentros con el Señor en el Nuevo Testamento, Papa Juan Pablo II. Ecclesia in America, § 8 (1999). ↩ ↩2
Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. La celebración de Santa María Magdalena elevada a fiesta en el Calendario Romano General (3 de junio de 2016) (2016). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
Los misterios de la vida de Cristo nuestro Señor - De la conversión de Magdalena, Íñigo López de Oñaz y Loyola (Ignacio de Loyola). Los Ejercicios Espirituales, §Los Misterios De La Vida De Cristo Nuestro Señor: De La Conversión De Magdalena (1548). ↩ ↩2 ↩3
Propio de los Santos - 22 de julio - Santa María Magdalena - Memoria, Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. El Misal Romano (Traducción al inglés según la Tercera Edición Típica), §Propio de los Santos (2011). ↩ ↩2 ↩3
Peluqueros - María Magdalena, Magisterium AI. Santos Patronos en la Iglesia Católica, §Peluqueros (2024). ↩