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Cruz

Santa Salomé

Santa Salomé
Salomé la Mirófora. Original, Wolfymoza, CC BY-SA 4.0 📄

Santa Salomé es una figura venerada en la tradición cristiana, identificada en los Evangelios como una de las santas mujeres que estuvieron presentes en la crucifixión de Jesús y que visitaron su tumba en la mañana de la Resurrección. Es reconocida por ser la madre de los apóstoles Santiago el Mayor y San Juan Evangelista. Aunque no se conoce mucho sobre su vida más allá de estas referencias bíblicas, su fe y su presencia en momentos cruciales de la vida de Cristo la han convertido en un ejemplo de devoción y seguimiento fiel.

Tabla de contenido

Identidad de Salomé

Existen dos figuras llamadas Salomé en los Evangelios, pero la tradición católica se centra en una de ellas como Santa Salomé1.

Salomé, la madre de los hijos de Zebedeo

La Salomé venerada como santa es identificada en los Evangelios como la madre de Santiago el Mayor y Juan el Evangelista, los hijos de Zebedeo1,2,3. El Evangelio de Marcos la menciona entre las mujeres que observaban la crucifixión desde lejos, junto con María Magdalena y María, la madre de Santiago el Menor y de José1. El Evangelio de Mateo, en un pasaje paralelo, se refiere a ella como «la madre de los hijos de Zebedeo»1. Esta comparación de los textos bíblicos sugiere una alta probabilidad de que sean la misma persona1.

Salomé también es mencionada en el contexto de una petición a Jesús, donde ella pide que sus dos hijos se sienten uno a su derecha y el otro a su izquierda en su Reino1,3,4,5. Esta petición revela su deseo de asegurar el futuro de sus hijos y su creencia en Jesús como el Mesías que restauraría el reino de Israel4,5. Aunque la petición muestra una comprensión imperfecta de la naturaleza del Reino de Cristo, también denota una gran fe y amor maternal4,5.

Los padres de Santiago y Juan, Zebedeo y Salomé, parecen haber sido personas de ciertos recursos. Zebedeo era un pescador del lago de Galilea con hombres a su servicio, y Salomé fue una de las mujeres piadosas que siguieron a Cristo y le sirvieron con sus bienes2.

La otra Salomé

Es importante distinguir a esta Salomé de la otra Salomé, la hija de Herodes Filipo y Herodías, quien, a petición de su madre, solicitó la cabeza de Juan el Bautista1,6. Esta última Salomé no es la figura venerada como santa.

Salomé en los Evangelios

Las Escrituras ofrecen destellos de la presencia de Salomé en momentos clave de la vida de Jesús.

En la Crucifixión

Salomé estuvo presente en el Calvario, siendo testigo de la crucifixión de Jesús1,2. Su presencia en este momento de profundo dolor subraya su devoción y fidelidad a Cristo, incluso en medio del sufrimiento y la adversidad.

En la Resurrección

Además de su presencia en la crucifixión, Salomé fue una de las santas mujeres que visitaron el sepulcro de Jesús en la mañana de la Resurrección1,2. Ella fue con María Magdalena y María, la madre de Santiago, con la intención de ungir el cuerpo de Jesús con especias1. Su participación en este evento crucial la convierte en una de las primeras testigos de la Resurrección, un pilar fundamental de la fe cristiana.

Posible relación con la Santísima Virgen María

Algunos escritores han conjeturado, con mayor o menor plausibilidad, que Salomé podría ser la hermana de la Santísima Virgen María mencionada en Juan 19:251. Sin embargo, esta identificación no es universalmente aceptada y existen dificultades en la identificación de otras Marías y sus relaciones familiares en los evangelios7,8. La ambigüedad en la terminología «hermano» o «hermana» en el Nuevo Testamento, que puede referirse a diversas relaciones familiares como medio-hermano, primo o pariente cercano, complica estas identificaciones9.

Legado y Veneración

Más allá de las referencias evangélicas, no se conoce mucho más sobre la vida de Santa Salomé1. A pesar de ello, su papel como madre de dos apóstoles y su presencia fiel en los eventos centrales de la vida de Cristo la han hecho digna de veneración en la Iglesia Católica.

Su ejemplo de fe, incluso con sus imperfecciones iniciales al buscar honores para sus hijos, y su perseverancia en seguir a Jesús hasta la cruz y el sepulcro vacío, la convierten en un modelo de discipulado. La Iglesia ha recopilado cuidadosamente los registros de aquellos que perseveraron hasta el final en el testimonio de su fe, y aunque no hay un «acto de martirio» detallado para Salomé, su presencia en estos momentos sagrados es un testimonio de su vida de fe5.

La Catholic Encyclopedia menciona que, aparte de estas referencias en la narrativa del Evangelio y lo que se puede inferir de ellas, no se sabe nada más de Salomé1. No obstante, su figura sigue siendo importante para comprender el círculo de seguidores de Jesús y el papel de las mujeres en los primeros tiempos del cristianismo.

Conclusión

Santa Salomé, la madre de Santiago el Mayor y San Juan Evangelista, es una figura evangélica de fe y devoción. Su presencia en la crucifixión y en la mañana de la Resurrección la sitúa entre las mujeres piadosas que estuvieron más cerca de Jesús en los momentos más trascendentales de su misión. Aunque los detalles de su vida son escasos, su ejemplo de seguimiento fiel y su amor maternal por sus hijos apóstoles la convierten en una inspiración para los católicos, recordándonos la importancia de la perseverancia en la fe y el servicio a Cristo.

Citas

  1. Salomé, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Salomé. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13

  2. Santiago el Mayor, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Santiago el Mayor. 2 3 4

  3. B25: Santiago el Mayor, apóstol (a.D. 44), Alban Butler. Las Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 186. 2

  4. Papa Juan Pablo II. 20 de agosto de 1989: Jornada Mundial de la Juventud en Santiago de Compostela - Misa en el Monte del Gozo - Homilía, § 2 (1989). 2 3

  5. Homilía de Su Santidad Juan Pablo II - Misa en el «Monte del Gozo» - Viaje apostólico a Santiago de Compostela y Asturias con motivo de la Cuarta Jornada Mundial de la Juventud, Papa Juan Pablo II. 20 de agosto de 1989, Jornada Mundial de la Juventud en Santiago de Compostela - Misa en el Monte del Gozo, § 2 (1989). 2 3 4

  6. Santa Sabina, mártir (fecha desconocida), Alban Butler. Las Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 446.

  7. María de Cleofás, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §María de Cleofás.

  8. B18 de agosto, Papa Benedicto XIV. El Martirologio Romano, § 18 de agosto (1749).

  9. David Braine. La Virgen María en la fe cristiana: El desarrollo de la enseñanza de la Iglesia sobre la Virgen María en perspectiva moderna, § 24.