Solemnidad de la Anunciación
La Solemnidad de la Anunciación, celebrada el 25 de marzo, conmemora el momento en que el ángel Gabriel anunció a la Virgen María que sería la madre del Hijo de Dios. Es una fiesta de carácter solemne tanto para la Iglesia como para la propia María, y marca el inicio del misterio de la Encarnación, el «fiat» salvador que abre la historia de la redención. En la liturgia occidental y oriental se celebra con textos propios y una profunda reflexión teológica que subraya la cooperación libre de María con el plan divino.
Tabla de contenido
Historia y desarrollo
Orígenes tempranos
Los primeros indicios de la celebración aparecen en el siglo VII, cuando el Concilio Trullo (692) estableció la observancia del Evangelismos como una fiesta fija1. En la tradición latina, el Anunciación se menciona ya en el Sacramentario de San Gelasio (finales del siglo VI) y en el de San Gregorio, lo que sugiere una práctica litúrgica en el siglo VII2.
Difusión en Occidente
En el occidente tardío, la celebración enfrentó la resistencia del ayuno de Cuaresma, que impedía fiestas en días de semana. Sin embargo, a partir del siglo VIII se comenzaron a erigir iglesias dedicadas a la Anunciación, como la de Nazaret, lo que indica una aceptación gradual3. La consolidación definitiva llegó con la reforma litúrgica de Pablo VI, quien restauró el título antiguo «Anunciación del Señor» y la describió como una fiesta conjunta de Cristo y de la Virgen, resaltando el «fiat» salvador de la Palabra encarnada4.
Tradición oriental
En la Iglesia oriental la fiesta se conoce como Evangelismos y siempre se ha mantenido el 25 de marzo, sin trasladarse aunque coincida con otras solemnidades. Se celebra con liturgias combinadas cuando la fecha cae en Semana Santa o en la Pascua1.
Significado teológico
Aspecto cristológico
La Anunciación es el comienzo de la Redención: el Verbo se hace carne en el vientre de María, iniciando la unión indisoluble de la naturaleza divina y humana4. La Iglesia la celebra como la primera manifestación pública del plan de salvación.
Aspecto mariano
María es presentada como la «nueva Eva», cuya obediencia y fiat permiten que el Hijo de Dios entre en la historia. La fiat de María es vista como cooperación libre y plena con la gracia divina, esencial para la Encarnación5,6. Juan Pablo II subrayó que este acto constituye «la obediencia de fe» que la Iglesia celebra con especial veneración7,8.
Consentimiento predestinado
Según Santo Tomás de Aquino, el consentimiento de María fue previsto desde la eternidad y, aunque no obliga a Dios, forma parte del diseño redentor6. La Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana enfatiza que el anuncio del ángel y la respuesta de María revelan la voluntad divina de que la Encarnación se realice a través de ella9.
Liturgia de la Solemnidad
Ritos romanos
El Misal Romano contiene oraciones específicas para la Solemnidad, entre ellas el Kyrie y el Gloria con referencias al «Word that took on flesh in the womb of the Virgin»10. El Credo se recita y se hace una genuflexión al mencionar la Encarnación. El texto litúrgico invita a los fieles a participar de la naturaleza divina mediante la gracia del Espíritu Santo.
Celebraciones orientales
En la tradición bizantina el Evangelismos se celebra con himnos que recuerdan la anunciación del «Incarnation» y, cuando coincide con otras fiestas, se combinan liturgias especiales sin mover la fecha1.
Observancia actual
La Solemnidad de la Anunciación ocupa el rango de solemnidad en el calendario litúrgico romano, lo que implica la celebración de la Misa con Gloria y Credo, además de la posible celebración de la Vigilia de la Anunciación. En la práctica pastoral se anima a los fieles a rezar el Rosario, especialmente la Ave María y el Gloria al Padre, y a meditar sobre el «sí» de María como modelo de entrega total a la voluntad de Dios7.
Devociones y prácticas populares
Rosario: la meditación del misterio de la Anunciación es uno de los «misterios gozosos».
Procesiones y altares: en muchas parroquias se colocan imágenes de la Virgen con el ángel.
Liturgia de las Horas: el Salmo 39 (39,8‑9) y el Himno de la Anunciación se recitan en Laudes y Vísperas.
Conclusión
La Solemnidad de la Anunciación reúne en un solo día la encarnación del Verbo y la obediencia plena de María, dos pilares esenciales de la fe católica. Su historia muestra una evolución litúrgica que ha superado obstáculos temporales y culturales, mientras que su contenido teológico sigue inspirando a los creyentes a responder al llamado de Dios con un «¡hágase conmigo según tu palabra!».
Citas
Evangelismos, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Evangelismos (2015). ↩ ↩2 ↩3
La fiesta de la Anunciación, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §La Fiesta de la Anunciación. ↩
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 690. ↩
Parte primera - Sección primera - La bienaventurada virgen en la liturgia romana revisada, Papa Pablo VI. Marialis Cultus, § 6 (1974). ↩ ↩2
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 689. ↩
La Anunciación, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §La Anunciación. ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. A los jóvenes reunidos en la Basílica Vaticana (10 de enero de 1979) - Discurso, § 2 (1979). ↩ ↩2
Parte I - María en el misterio de Cristo - 2. Bienaventurada la que creyó, Papa Juan Pablo II. Redemptoris Mater, § 13 (1987). ↩
Parte primera - La fe de la Iglesia - III. Creemos en Dios Padre, creador del cielo y de la tierra, y en nuestro Salvador Jesucristo, y en el Espíritu Santo, el Señor, dador de vida - B. «Dios se hizo humano para que los humanos pudieran llegar a ser Dios”139 - 1. La encarnación del Hijo de Dios - A. La Anunciación a la Virgen María, Sínodo de la Iglesia Católica Griega Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 184 (2016). ↩
Propio de los santos - 25 de marzo - La Anunciación del Señor - Solemnidad, Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. El Misal Romano (Traducción inglesa según la Tercera Edición Típica), §Propio de los Santos (2011). ↩
