Supresión de la Compañía de Jesús
La supresión de la Compañía de Jesús, decretada por el Papa Clemente XIV en 1773 mediante la breve papal Dominus ac Redemptor, constituye uno de los episodios más controvertidos de la historia eclesiástica. El artículo aborda las causas políticas y eclesiásticas que condujeron a la medida, el contenido de la breve, su ejecución en los distintos reinos católicos, la supervivencia parcial del orden en Rusia y Prusia, y el proceso de restauración que culminó a principios del siglo XIX. Se analizan también las repercusiones a nivel institucional y el legado que la supresión dejó en la Iglesia y en la sociedad europea.
Tabla de contenido
Contexto histórico y causas de la supresión
Influencia de los monarcas borbónicos y la presión política
A finales del siglo XVIII, los monarcas de Francia, España, Portugal y las Dos Sicilias ejercieron una presión constante sobre la Santa Sede para que la Compañía de Jesús fuera disuelta. Estos reinos consideraban a los jesuitas como un obstáculo a su autoridad, acusándolos de interferir en asuntos políticos y de poseer un poder económico excesivo1. La expulsión de los jesuitas de Francia (1764), España (1767) y Portugal (1759) precedió a la decisión papal, y la creciente hostilidad de los Borbones se manifestó en la exigencia de «el extremo remedio» contra los supuestos males que la orden provocaba2.
Motivos eclesiásticos expuestos por Clemente XIV
En la breve Dominus ac Redemptor el Papa argumenta que, pese a los numerosos intentos de sus predecesores por reformar la orden, los conflictos y acusaciones contra los jesuitas continuaban sin resolverse, poniendo en peligro la paz de la Iglesia3. Clemente XIV sostiene que la sociedad ya no podía producir los «abundantes frutos» para los que fue fundada y que su existencia impedía la verdadera tranquilidad de la cristiandad4.
La breve Dominus ac Redemptor (1773)
Estructura y principales disposiciones
La breve, firmada el 8 de junio de 1773 y datada el 21 de julio, declara la anulación total de los oficios, funciones y administraciones de la Compañía, transfiriendo la autoridad a los obispos locales4. Se prohíbe la admisión de nuevos miembros, la profesión de votos y la continuidad de cualquier forma de vida comunitaria jesuita5. Además, se ordena a los jesuitas que, una vez liberados de sus votos simples, abandonen los colegios y casas de la orden dentro del plazo de un año, quedando libres para ejercer como clérigos seculares bajo la jurisdicción episcopal6.
Medidas de censura y prohibición de defensa
El documento también impone una estricta prohibición de defender o discutir públicamente la supresión, bajo pena de excomunión para quienes lo hicieran sin autorización papal7. Esta cláusula buscaba evitar que la medida se convirtiera en un foco de discordia dentro de la comunidad cristiana.
Ejecución y repercusiones inmediatas
Aplicación en los diferentes reinos
España y Portugal: los reyes exigieron la expulsión de los jesuitas y la confiscación de sus bienes, justificando la medida como necesaria para la «paz de la Iglesia»1.
Francia: la publicación de la breve fue impedida por la Iglesia galicana, que la consideró un acto personal del Papa y no vinculante para el Reino de Francia1.
Nápoles: la autoridad local prohibió la publicación bajo pena de muerte, reflejando la gravedad del conflicto político‑eclesial1.
Supervivencia en Rusia y Prusia
A pesar de la supresión, la orden continuó existiendo en los territorios de la Rusia zarista y la Prusia de Federico II, donde los monarcas la protegieron por su utilidad educativa. Los obispos locales, bajo la dirección de la Emperatriz Catalina II, permitieron que los jesuitas siguieran operando, aunque sin reconocimiento oficial papal hasta el breve Catholicae Fidei de 18018.
El período de la «interinidad» (1773‑1814)
Durante la interinidad, la ejecución de la breve quedó a cargo de los obispos locales, lo que generó una gran variedad de tratamientos. En Austria y Alemania los jesuitas fueron autorizados a enseñar bajo supervisión secular, mientras que en Inglaterra recibieron un breve que aprobaba su academia en Liège en 17788. La situación cambió con la Revolución Francesa, que derribó a muchos de los regentes anti‑jesuitas, creando un clima favorable para la restauración del orden.
Restauración de la Compañía de Jesús
Decisión de Pío VII y bula Solicitudo omnium ecclesiarum
El Papa Pío VII, durante su cautiverio en Francia, decidió restaurar la Sociedad. El 7 de agosto de 1814 emitió la bula Solicitudo omnium ecclesiarum, que concedió jurisdicción universal al general ruso Thaddeus Brzozowski y marcó el fin oficial de la supresión9.
Papel de los restauradores italianos
Figuras como Giuseppe Pignatelli (1767‑1811) fueron cruciales para la reorganización del orden en Italia. Tras la supresión, Pignatelli reunió a los jesuitas dispersos en Bologna con el apoyo de Pío VI, fundó un seminario en Colorno y, finalmente, vio la apertura de nuevas casas en Roma y Nápoles antes de su muerte10.
Consecuencias y legado
Impacto en la educación y la misión
La supresión provocó la pérdida temporal de una de las redes educativas más extensas del mundo católico. Sin embargo, la posterior restauración permitió que la Compañía retomara su labor apostólica y educativa, adaptándose a los nuevos contextos políticos y sociales del siglo XIX.
Reflexiones teológicas y eclesiásticas
El episodio ilustra la tensión entre la autoridad papal y el poder secular, así como la capacidad de la Iglesia para tomar decisiones difíciles en pos de la paz interna. La breve subraya la prioridad que el Papa otorgó a la «tranquilidad de la cristiandad» sobre la preservación de una orden religiosa, una postura que sigue siendo objeto de estudio histórico y teológico.
Conclusión
La supresión de la Compañía de Jesús representa un punto de inflexión en la historia de la Iglesia, marcado por la interacción de fuerzas políticas, doctrinales y sociales. Aunque la orden fue disuelta formalmente en 1773, su supervivencia en ciertos territorios y la restauración definitiva en 1814 demuestran la resiliencia de la comunidad jesuita y su capacidad para adaptarse a los desafíos del mundo moderno.
Citas
Papa Clemente XIV, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Clemente XIV. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Clemente XIV. Dominus ac Redemptor (21 de julio de 1773), § 22 (1773). ↩
Papa Clemente XIV. Dominus ac Redemptor (21 de julio de 1773), § 21 (1773). ↩
Papa Clemente XIV. Dominus ac Redemptor (21 de julio de 1773), § 25 (1773). ↩ ↩2
Papa Clemente XIV. Dominus ac Redemptor (21 de julio de 1773), § 29 (1773). ↩
Papa Clemente XIV. Dominus ac Redemptor (21 de julio de 1773), § 26 (1773). ↩
Papa Clemente XIV. Dominus ac Redemptor (21 de julio de 1773), § 35 (1773). ↩
Los jesuitas durante el interregno (1773-1814), The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Los jesuitas Durante el Interregno (1773-1814). ↩ ↩2
Los jesuitas después de la restauración (1814-1912), The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Los jesuitas Después de la Restauración (1814-1912). ↩
El Dicasterio para las Causas de los Santos. Giuseppe Pignatelli (1737-1811) - Biografía (1954). ↩
