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Syllabus Errorum

El Syllabus Errorum es un documento papal promulgado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1864, junto con la encíclica Quanta Cura1. Este documento es una lista de ochenta proposiciones que condenan diversas ideas y doctrinas consideradas erróneas por la Iglesia Católica en el siglo XIX2. Aborda una amplia gama de temas, incluyendo el panteísmo, el naturalismo, el racionalismo, el indiferentismo, el latitudinarismo, el socialismo, el comunismo, las sociedades secretas, y errores relacionados con la Iglesia, la sociedad civil y el liberalismo moderno3. El Syllabus fue una respuesta a los desafíos intelectuales y políticos de la época, buscando reafirmar la autoridad doctrinal de la Iglesia y proteger la fe católica de lo que se percibían como amenazas a sus fundamentos4.

Tabla de contenido

Contexto Histórico y Propósito

El siglo XIX fue una época de profundos cambios y desafíos para la Iglesia Católica. El surgimiento de nuevas corrientes filosóficas como el racionalismo y el naturalismo, así como movimientos políticos como el liberalismo y el socialismo, presentaban ideas que a menudo entraban en conflicto con la doctrina católica tradicional3. En este contexto, el Papa Pío IX, a través del Syllabus Errorum, buscó clarificar la postura de la Iglesia ante estas doctrinas consideradas peligrosas para la fe y la moral4.

El Syllabus no es un documento que enuncia nuevas doctrinas, sino que condena proposiciones específicas que ya habían sido reprobadas en documentos papales anteriores, como encíclicas y alocuciones3. Su propósito principal era proteger a los fieles de ideas que podían socavar su fe y la estructura de la Iglesia4. La condena de estos errores se entendía como parte del deber apostólico del Papa de defender la libertad y los derechos de la Iglesia5.

Contenido del Syllabus

El Syllabus Errorum se divide en diez secciones, cada una agrupando errores relacionados con un tema específico3. A continuación, se detallan las principales categorías de errores condenados:

I. Panteísmo, Naturalismo y Racionalismo Absoluto

Esta sección condena la negación de un Ser Divino Supremo distinto del universo, la identificación de Dios con la naturaleza y la afirmación de que la razón humana es el único árbitro de la verdad y el bien, sin referencia alguna a Dios3. También rechaza la idea de que todas las verdades religiosas provienen de la fuerza innata de la razón humana y que la revelación divina es imperfecta y sujeta a progreso continuo3.

II. Racionalismo Moderado

Esta sección aborda errores que, aunque menos extremos que el racionalismo absoluto, aún colocan la razón humana al mismo nivel que la religión. Se condena la idea de que la teología debe tratarse de la misma manera que las ciencias filosóficas y que todos los dogmas de la religión cristiana son objeto de la ciencia natural o la filosofía3.

III. Indiferentismo, Latitudinarismo

Aquí se condenan las ideas que sugieren que cualquier hombre es libre de abrazar y profesar la religión que, guiado por la luz de la razón, considere verdadera3. También se rechaza la noción de que el hombre puede encontrar el camino de la salvación eterna en la observancia de cualquier religión, y que se puede tener buena esperanza de la salvación eterna de todos aquellos que no están en la verdadera Iglesia de Cristo3. La proposición de que el protestantismo es otra forma de la misma verdadera religión cristiana también es condenada3.

IV. Socialismo, Comunismo, Sociedades Secretas, Sociedades Bíblicas, Sociedades Clérico-Liberales

Esta sección hace referencia a la condena frecuente y en los términos más severos de estos «flagelos» en varias encíclicas y alocuciones anteriores de Pío IX3. Estas ideologías y asociaciones eran vistas como amenazas a la moral, la propiedad y el orden social cristiano3.

V. Errores Relativos a la Iglesia y Sus Derechos

Esta parte del Syllabus condena las ideas que socavan la autoridad y la independencia de la Iglesia. Se rechaza la noción de que las leyes de la Iglesia no obligan en conciencia a menos que sean promulgadas por el poder civil, o que los decretos de los Romanos Pontífices necesitan la sanción del poder civil1. También se condena la abolición del fuero eclesiástico y la inmunidad personal de los clérigos, así como la idea de que la dirección de las cuestiones teológicas no pertenece exclusivamente a la jurisdicción eclesiástica3.

VI. Errores Sobre la Sociedad Civil, Considerada Tanto en Sí Misma Como en Sus Relaciones con la Iglesia

Esta sección condena la idea de que el Estado es el origen y la fuente de todos los derechos y que posee un derecho ilimitado3. También se rechaza la noción de que la autoridad civil puede suprimir órdenes religiosas3. El Papa Pío IX enfatiza que el poder sobrenatural de la autoridad eclesiástica es diferente e independiente de la autoridad política, y que la Iglesia es una sociedad perfecta con sus propias leyes y derechos6.

VII. Errores de la Ética Natural y Cristiana

Aunque no se detalla explícitamente en el extracto proporcionado, esta sección generalmente condena ideas que niegan la moralidad objetiva, la ley natural y la autoridad de la Iglesia en asuntos morales.

VIII. Errores Sobre el Matrimonio Cristiano

Esta sección condena la idea de que las causas matrimoniales y los esponsales pertenecen por su naturaleza a los tribunales civiles3. La Iglesia afirma su derecho inherente sobre el matrimonio cristiano como un sacramento3.

IX. Errores Relativos al Poder Civil del Romano Pontífice

Aquí se abordan las disputas sobre la compatibilidad del poder temporal con el poder espiritual3. Se condena la idea de que la abolición del poder temporal de la Sede Apostólica contribuiría en gran medida a la libertad y prosperidad de la Iglesia3.

X. Errores Referentes al Liberalismo Moderno

Esta sección condena la idea de que ya no es conveniente que la religión católica sea considerada la única religión del Estado, con exclusión de todas las demás formas de culto3. También se rechaza la noción de que se ha decidido sabiamente por ley, en algunos países católicos, que las personas que residen en ellos deben disfrutar del ejercicio público de su propio culto peculiar3. Finalmente, se condena la proposición de que el Romano Pontífice puede y debe reconciliarse y transigir con el progreso, con el liberalismo y con la civilización moderna3.

Interpretación y Recepción

El Syllabus Errorum generó considerable controversia y fue objeto de diversas interpretaciones2. Algunos lo vieron como un rechazo total a la modernidad, mientras que otros buscaron interpretaciones más matizadas. La forma en que se presentan las proposiciones (afirmaciones erróneas que deben ser negadas) a veces causó confusión2. Por ejemplo, la proposición 80, que afirma que el Papa debe «reconciliarse con el liberalismo contemporáneo», implica que la Iglesia no está obligada a hacerlo, o no con ciertas formas de liberalismo2.

Obispos como Félix Dupanloup de Orleans argumentaron que las proposiciones debían leerse como tesis liberales «universales» que, al ser principios falsos, debían ser repudiadas en muchos casos2. Esta perspectiva sugería que la condena no era necesariamente un rechazo absoluto de todo lo que se asociaba con la modernidad, sino una advertencia contra principios erróneos que socavaban la fe y la moral2.

A pesar de las dificultades de interpretación, el Syllabus fue una reafirmación clara de la autoridad doctrinal de la Iglesia y de su independencia frente a las intromisiones del poder civil y las filosofías seculares6,7. Los Papas posteriores, como Pío XI, continuaron condenando doctrinas erróneas y defendiendo los derechos de la Iglesia, citando la necesidad de confrontar las «falsas doctrinas y máximas» con la verdadera doctrina católica4.

Legado y Relevancia

El Syllabus Errorum es un documento fundamental para comprender la postura de la Iglesia Católica en el siglo XIX frente a los desafíos de la modernidad. Subraya la importancia de la verdadera fe católica y la necesidad de defenderla contra el error8. La condena de errores no solo sirve para refutar lo falso, sino también para manifestar la verdad de la fe católica8.

La preocupación de Pío IX por la autonomía de la Iglesia y su derecho a gobernar sus propios asuntos, sin injerencias del Estado, se refleja en varias proposiciones9,1,6. El Syllabus reitera que la Iglesia es una sociedad perfecta, equipada por Dios con autoridad de enseñanza, sacerdocio y poder para legislar y juzgar en asuntos del reino de Dios en la tierra, y que este poder es distinto e independiente de la autoridad política6.

Aunque el lenguaje y el contexto del Syllabus son específicos del siglo XIX, sus principios subyacentes sobre la defensa de la fe, la autoridad de la Iglesia y la distinción entre los órdenes espiritual y temporal siguen siendo relevantes en el pensamiento católico. La Iglesia, a lo largo de su historia, ha enfrentado y refutado errores para una mejor comprensión y posesión de la verdad, una práctica que se remonta a figuras como Santo Tomás de Aquino8,10,11. El Syllabus es un ejemplo de cómo la Iglesia busca preservar la integridad de la fe en tiempos de cambio y desafío12.

Citas

  1. Papa Pío IX. Quanta Cura (1864). 2 3 4

  2. Russell Hittinger. Dos Modernismos, Dos Tomismos: Reflexiones sobre el Centenario de la Carta de Pío X Contra los Modernistas, § 11. 2 3 4 5 6 7

  3. Papa Pío IX. El Syllabus De Errores (1864). 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44

  4. Papa Pío XI. Non Abbiamo Bisogno, § 53 (1931). 2 3 4

  5. Papa Pío XI. Dilectissima Nobis, § 23 (1933).

  6. Papa Pío IX. Vix Dum A Nobis (1874). 2 3 4

  7. Papa Pío XI. Acerba Animi, § 13 (1932).

  8. Gilles Mongeau, SJ. La Pedagogía Espiritual de la Summa Theologiae, § 7. 2 3

  9. Papa Pío IX. Quod Nunquam (1875).

  10. Parte dos - Prólogo, Tomás de Aquino. Contra Errores Graecorum, §Prólogo - Parte Dos (1263).

  11. Guy Mansini, O.S.B. Santo Tomás y el Desarrollo de la Doctrina, § 10.

  12. Papa Pío XI. Studiorum Ducem (1923).