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Teología de la liberación

La Teología de la Liberación es un movimiento teológico que surgió en América Latina en la década de 1960 y busca interpretar el Evangelio a la luz de las experiencias de opresión y pobreza, promoviendo un compromiso activo con la justicia social y la liberación de los marginados. Este movimiento enfatiza la opción preferencial por los pobres y ha sido objeto de diversas evaluaciones por parte de la Iglesia Católica, que ha reconocido sus intuiciones válidas mientras ha criticado ciertas desviaciones ideológicas, especialmente el uso acrítico de conceptos marxistas.

Tabla de contenido

Orígenes y Desarrollo

La Teología de la Liberación comenzó a consolidarse como movimiento teológico a principios de la década de 1970, con sus raíces en dos eventos significativos de la vida de la Iglesia: el Concilio Vaticano II y la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (CELAM) en Medellín, Colombia, en 19681.

Influencia del Concilio Vaticano II y Medellín

El Concilio Vaticano II, con su llamado al aggiornamento (actualización) y a orientar el trabajo pastoral de la Iglesia hacia las necesidades del mundo contemporáneo, proporcionó un marco para la emergencia de esta teología1. Los documentos de Medellín, por su parte, aplicaron las enseñanzas conciliares a la realidad de América Latina, donde la Iglesia comenzó a escuchar los clamores de los pueblos pobres y a interpretar sus condiciones de opresión2. Esta situación de pobreza y las injusticias globales sirvieron como un impulso fundamental para el desarrollo de la Teología de la Liberación2.

El Contexto de Pobreza y Opresión

La Teología de la Liberación no es primariamente un esfuerzo teórico o científico, sino que surge del contacto directo con la existencia cotidiana de hombres y mujeres sobrecargados y la urgencia de la acción que desafía a la Iglesia en esta situación2. Busca dar voz a los gritos de los hermanos y hermanas pobres y angustiados, que sufren hambre, enfermedades, ganancias injustas, exilio y opresión, viviendo en condiciones inhumanas2. Para los cristianos iluminados por el Evangelio, estos «signos de los tiempos» son un estímulo para esforzarse en liberar a sus hermanos de estas condiciones2. En este contexto, palabras bíblicas como «justicia», «liberación», «esperanza» y «paz» adquieren una expresión y ejemplificación singulares2.

Principios Fundamentales

La Teología de la Liberación se caracteriza por una preocupación especial por los pobres y las víctimas de la opresión, lo que a su vez genera un compromiso con la justicia3.

La Opción Preferencial por los Pobres

Un pilar central de la Teología de la Liberación es la opción preferencial por los pobres4,5,6. Este principio moral para la reflexión, el juicio y la acción reconoce y responde a la miseria humana en todas sus formas: privación material, marginación social, opresión, discapacidad física o enfermedad mental7. Se entiende como un amor que reconoce la herida universal de la humanidad, consecuencia del pecado original, y nuestra necesidad de reconciliación con Dios en Cristo7.

El entonces cardenal Joseph Ratzinger (futuro Papa Benedicto XVI) identificó tres actividades asociadas con este amor preferencial de la Iglesia: el socorro directo, la defensa de los pobres y el trabajo por la liberación integral7. El Papa Francisco ha destacado la importancia de esta opción para la evangelización, afirmando que es un sello distintivo de su pontificado y una clave para la Nueva Evangelización y la renovación de la Iglesia y la sociedad8,9.

Liberación Integral

La Teología de la Liberación, en su sentido auténticamente cristiano, busca una liberación integral6,10. Esto implica no solo la liberación de la pobreza material y la opresión social, económica y política, sino también la liberación del pecado, que es la raíz última de todas estas esclavitudes5,11. La libertad alcanzada a través de la proclamación liberadora del Evangelio permite a los seres humanos ordenar los procesos económicos y políticos de acuerdo con la verdad de la humanidad11.

La Iglesia proclama la liberación en su significado integral y profundo, tal como Jesús la anunció y realizó, una liberación que brota de la realidad de ser hijos de Dios, que nos impulsa a la comunión y supera las diversas formas de esclavitud para el crecimiento de un hombre nuevo11.

Evaluaciones y Críticas de la Iglesia Católica

Desde sus inicios, la Teología de la Liberación ha sido objeto de atención por parte del Magisterio de la Iglesia. Si bien la Iglesia ha afirmado la validez de la opción preferencial por los pobres y el compromiso con la justicia, también ha expresado preocupaciones sobre ciertas desviaciones4,5.

Preocupaciones sobre el Marxismo

Una de las principales críticas de la Santa Sede, particularmente articulada por la Congregación para la Doctrina de la Fe bajo la dirección del entonces Cardenal Ratzinger, se centró en el uso acrítico de conceptos tomados de diversas corrientes del pensamiento marxista4,5. La preocupación no era el uso del análisis marxista como una herramienta analítica, que Ratzinger consideraba útil para una comprensión incompleta de la situación social12. El problema radicaba en la atribución de una exhaustividad a la visión materialista de Marx sobre la lucha de clases y la revolución política12.

Cuando la visión de Marx se presupone acríticamente en la reflexión teológica, se corre el riesgo de reducir conceptos bíblicos ricos a metáforas bidimensionales para el compromiso social y político12. Esto puede llevar a una reducción de la libertad humana a la liberación política y económica, donde la lucha de clases se convierte en el medio principal y la salvación se reduce a un proyecto de liberación política de la opresión12,10. Ratzinger argumentó que los principios ideológicos del marxismo, con su metafísica atea y materialista, no son compatibles con la concepción cristiana de la humanidad y la sociedad13. Abandonar el aspecto trascendente de la existencia social cristiana es abandonar el núcleo vital de la vocación cristiana a trabajar por la liberación integral13.

Distinción entre Teologías de la Liberación

Es importante señalar que la crítica del Magisterio no fue una condena masiva de todo el movimiento5,8. La Instrucción sobre algunos aspectos de la «Teología de la Liberación» (1984) tuvo un propósito limitado y preciso: señalar las desviaciones y riesgos de desviación que dañan la fe y la vida cristiana4. Esta advertencia no debía interpretarse como un desautorización de quienes responden generosamente al espíritu evangélico de la opción preferencial por los pobres, ni como una excusa para la neutralidad o indiferencia ante la miseria humana4,5.

De hecho, la Comisión Teológica Internacional ha afirmado que existe una teología de la liberación plenamente conforme con el Evangelio y con plena validez en la Iglesia, que proviene de la prioridad de la misión espiritual de la Iglesia y que insiste en ciertas presuposiciones y consecuencias sociales14.

La Teología del Pueblo (Argentina)

Una corriente distintiva de la Teología de la Liberación es la Teología del Pueblo (teología del pueblo), originaria de Argentina y asociada con el pensamiento del Papa Francisco (entonces Cardenal Bergoglio) y su antiguo profesor, Juan Carlos Scannone6,15. Esta escuela se diferencia de las corrientes marxistas al contextualizar la opción preferencial por los pobres en una teología más amplia del pueblo, tomando como punto de partida documentos eclesiales como Gaudium et Spes y Evangelii Nuntiandi, en lugar del marxismo6.

La Teología del Pueblo enfatiza una liberación integral que es teocéntrica y vertical, haciendo posibles las liberaciones políticas horizontales6. La liberación viene primero de Dios, en contraste con la idea marxista de que la liberación es primordialmente un logro político humano6. Esta corriente subraya la importancia de la religiosidad popular y ve a los pobres dentro del corazón del Pueblo de Dios, en una eclesiología de comunión6,8.

La Visión del Papa Francisco

El Papa Francisco considera la Teología de la Liberación como una «consecuencia interpretativa del Concilio Vaticano II»8. Si bien reconoce los errores ideológicos, particularmente el uso de categorías marxistas, también subraya la importancia de su énfasis en la opción preferencial por los pobres y la religiosidad popular8. Ha elogiado a hombres y mujeres inspirados por la Teología de la Liberación que han vivido un mayor servicio a la Iglesia8.

Para Francisco, la opción preferencial por los pobres es de suma importancia para la evangelización, aunque reconoce que tuvo el potencial de ser cooptada por ideologías en los turbulentos años 608. Sin embargo, la creciente conciencia entre teólogos y pastores del tesoro de la religión popular mitigó esta influencia ideológica8.

El Papa Francisco ha insistido en que el amor por los pobres está en el centro del Evangelio y que la lucha por la tierra, la vivienda y el trabajo son derechos sagrados, lo cual es parte de la enseñanza social de la Iglesia16. Ha llamado a una «Iglesia pobre para los pobres», entendiendo por «Iglesia pobre» una que reconoce que todo lo que tiene proviene de Cristo y que está completamente dependiente de Él9. La vocación cristiana, arraigada en la contemplación del corazón del Padre, inspira a la solidaridad para llevar la liberación a los hermanos y hermanas, especialmente a los más pobres17.

Teología de la Liberación y Doctrina Social de la Iglesia

La Doctrina Social de la Iglesia, de la cual la opción preferencial por los pobres es un principio moral, es parte de la enseñanza moral católica y la teología moral7. Su objetivo es interpretar las realidades de la existencia humana, determinando su conformidad o divergencia con la enseñanza del Evangelio sobre el hombre y su vocación, guiando así el comportamiento cristiano7.

La Iglesia, a través de su doctrina social, ofrece principios para la reflexión, criterios para el juicio y directrices para la acción, con el fin de lograr los profundos cambios que exigen las situaciones de pobreza e injusticia, sirviendo al verdadero bien de la humanidad7. La Teología de la Liberación, cuando se mantiene dentro de los límites de la fe y la moral católicas, puede ser una expresión de este compromiso de la Iglesia con la justicia y la dignidad humana4,18.

Conclusión

La Teología de la Liberación es un movimiento complejo que ha buscado responder al clamor de los pobres y oprimidos a la luz del Evangelio. Si bien la Iglesia Católica ha afirmado su compromiso con la justicia social y la opción preferencial por los pobres, ha criticado las formas que incorporan acríticamente ideologías incompatibles con la fe cristiana, como ciertos aspectos del marxismo4,12. La visión de una liberación integral, que abarca tanto la dimensión espiritual como la socio-política, y que está arraigada en la verdad del Evangelio y la dignidad intrínseca de la persona humana, es el camino que la Iglesia ha promovido y continúa promoviendo11,10,19. El Papa Francisco, en particular, ha revitalizado este enfoque, enfatizando la evangelización, la religiosidad popular y la misión de una «Iglesia pobre para los pobres»8,9.

Citas

  1. B1. El enfoque liberacionista, Pontificia Comisión Bíblica. La Interpretación de la Biblia en la Iglesia (1993). 2

  2. I. Pobreza e injusticia mundial como trampolín para un movimiento teológico, Comisión Teológica Internacional. Desarrollo humano y salvación cristiana, § I (1976). 2 3 4 5 6

  3. III. Liberación, un tema cristiano, Congregación para la Doctrina de la Fe. Instrucción sobre algunos aspectos de la «Teología de la Liberación», § III. 3 (1984).

  4. Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Jesucristo portador del agua de la vida: Una reflexión cristiana sobre la 'Nueva Era' (2003). 2 3 4 5 6 7

  5. Miguel J. Romero. Liberación, desarrollo y promoción humana: Doctrina Social Católica en Caritas in Veritate, § 20. 2 3 4 5 6

  6. Keith Lemna, David H. Delaney. Tres caminos hacia la mente teológica del Papa Francisco, § 9. 2 3 4 5 6 7

  7. Miguel J. Romero. La llamada a la misericordia: Veritatis Splendor y la opción preferencial por los pobres, § 18. 2 3 4 5 6

  8. II, Keith Lemna, David H. Delaney. Tres caminos hacia la mente teológica del Papa Francisco, § 12. 2 3 4 5 6 7 8 9

  9. Keith Lemna, David H. Delaney. Tres caminos hacia la mente teológica del Papa Francisco, § 15. 2 3

  10. Miguel J. Romero. Liberación, desarrollo y promoción humana: Doctrina Social Católica en Caritas in Veritate, § 26. 2 3

  11. Miguel J. Romero. Liberación, desarrollo y promoción humana: Doctrina Social Católica en Caritas in Veritate, § 14. 2 3 4

  12. Miguel J. Romero. Liberación, desarrollo y promoción humana: Doctrina Social Católica en Caritas in Veritate, § 24. 2 3 4 5

  13. Miguel J. Romero. Liberación, desarrollo y promoción humana: Doctrina Social Católica en Caritas in Veritate, § 25. 2

  14. A. El problema - II. El problema teológico hoy - 3. La legitimidad y los límites de los nuevos enfoques desde el punto de vista teórico y práctico, Comisión Teológica Internacional. La Interpretación del Dogma, §A.II.3 (1989).

  15. Tracey Rowland. «Concupiscencia Gnoseológica» y las líneas de división en la Teología Postconciliar, § 12.

  16. Papa Francisco. A los participantes en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares (28 Octubre 2014) (2014).

  17. Papa Francisco. 52ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones 2015 - Tema: Éxodo, una experiencia fundamental de vocación (2015).

  18. Papa Juan Pablo II. 11 Octubre 1984: Misa para la Evangelización de los Pueblos en Santo Domingo - Homilía (1984).

  19. Capítulo cuarto: Un sueño eclesial - El mensaje que necesita ser oído en la región amazónica, Papa Francisco. Querida Amazonia, § 63 (2020).