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Tomismo

El tomismo es una escuela filosófica y teológica arraigada en el pensamiento de Santo Tomás de Aquino (c. 1225-1274), un fraile dominico y Doctor de la Iglesia. Representa una síntesis profunda de la filosofía aristotélica con la doctrina cristiana, ofreciendo una visión coherente de la realidad, el conocimiento, la moral y la relación entre la fe y la razón. A lo largo de los siglos, el tomismo ha sido una fuerza dominante en el pensamiento católico, influyendo en la teología, la filosofía, la ética y el derecho, y continúa siendo una fuente vital para la comprensión de la tradición católica.

Tabla de contenido

Orígenes y Fundamentos del Tomismo

El tomismo surge en el siglo XIII, un período de gran efervescencia intelectual en Europa, marcado por la reintroducción de las obras de Aristóteles en el mundo latino a través de traducciones árabes y griegas1. Estas obras presentaban un sistema filosófico integral que, en algunos puntos, parecía entrar en conflicto con la doctrina cristiana1. La tarea de Santo Tomás de Aquino fue precisamente integrar esta filosofía aristotélica con la teología cristiana, demostrando la armonía entre la razón natural y la revelación divina2,1.

La Síntesis de Fe y Razón

Uno de los pilares del tomismo es la convicción de que no puede haber contradicción entre la verdadera razón natural y la doctrina de la fe, ya que ambas tienen su origen en Dios2,3. Dios, como creador del mundo y del hombre, ha puesto los principios de nuestro conocimiento en nuestras mentes y también nos ha dado el conocimiento revelado2.

Santo Tomás se opuso firmemente a la teoría de la «doble verdad», que sostenía que lo establecido en la teología sagrada podía contradecir lo que era verdadero en filosofía2. Para Aquino, cualquier aparente contradicción se debe a un razonamiento erróneo o a deducciones falsas de la doctrina de la fe2. En cambio, propuso una colaboración armoniosa donde el orden sobrenatural presupone y perfecciona el orden natural2. La gracia no anula la naturaleza, sino que la eleva y la cumple2.

Influencia Aristotélica y Desarrollo Original

Aquino se basó en los principios de Aristóteles para desarrollar su filosofía, pero también los expandió y desarrolló orgánicamente a la luz de la revelación cristiana4,5. Su filosofía, a pesar de su compleja génesis histórica, posee una esencia identificable y un cuerpo de doctrina coherente que da cuenta de la estructura de la realidad4.

Entre las doctrinas distintivamente tomistas que se desarrollan a partir de esta lectura de Aristóteles se encuentran:

Aquino no solo adoptó a Aristóteles, sino que lo completó y, en algunos casos, fue más allá de sus enseñanzas. Por ejemplo, elaboró la doctrina de la distinción real entre el acto de ser (esse) y la esencia, y subrayó que el sentido original del verbo «ser» es ser real de manera absoluta7. En antropología, defendió que el alma humana es inmaterial, aunque constituye el cuerpo, y es «algo subsistente» (aliquid subsistens), y explicó la unión del alma con el cuerpo y la doctrina de la vida después de la muerte, sobre la cual Aristóteles tenía dudas7.

Doctrina Fundamental del Tomismo

El tomismo abarca una amplia gama de temas filosóficos y teológicos, caracterizados por su realismo metafísico y epistemológico, y su enfoque en Dios como el Acto Puro.

Metafísica y Teología Natural

La metafísica tomista sostiene un realismo metafísico, creyendo que los seres físicos están compuestos de materia y forma, y que el alma es la forma sustancial del cuerpo6. Los tomistas también afirman la distinción entre esencia y ser6. Dios es entendido como la plenitud del ser y el Acto Puro (actus purus)6,8.

La doctrina de la creación es central en la teología de Santo Tomás, su metafísica y su ética3. La creación ex nihilo no puede ser demostrada por la razón, pero se basa en argumentos demostrativos de Dios como el fundamento necesario y causal de todo ser3. Toda la creación subsiste en una dependencia radical de Dios como causa y fuente del ser3.

Epistemología y la Relación entre Conocimiento y Fe

En epistemología, el tomismo defiende un realismo epistemológico, afirmando que los seres humanos pueden obtener conocimiento verdadero a través de sus sentidos y el intelecto6. El intelecto agente es el principio natural de la cognición humana5.

Santo Tomás fue el primer teólogo en distinguir con gran claridad entre teología y filosofía, basándose en sus diferentes fuentes, métodos y objetos de estudio9. La doctrina sagrada recibe sus principios de la revelación divina, mientras que la filosofía adquiere sus principios fundamentales a través de la perspicacia evidente en la estructura de la realidad, procediendo mediante la experiencia, el análisis y la deducción9. Aunque la teología sagrada procede en la «penumbra de la fe,» los teólogos utilizan conceptos y principios filosóficos para profundizar en el significado de lo revelado9.

La fe y la ciencia, es decir, el conocimiento por demostración, no pueden coexistir en el mismo sujeto con respecto al mismo objeto10. Sin embargo, la razón tiene un papel positivo en la teología, siendo esencial para determinar nuestros deberes morales11.

Ética y Ley Natural

La ética tomista se dirige al fin último del hombre, la felicidad o bienaventuranza, y a las virtudes necesarias para alcanzarla7. Aquino enfatizó el carácter científico de la filosofía moral más que Aristóteles, y transpuso la teoría de los criterios de moralidad para hacerlos depender de los primeros principios del intelecto práctico7.

La ley natural es un componente esencial de la ética tomista y pertenece al depositum fidei12. Esto significa que sus verdades son accesibles tanto a la razón humana como a la revelación sobrenatural a través de la Tradición de la Iglesia y la Biblia12. La ley natural indica lo que todos los seres humanos están llamados a hacer, incluso antes de recibir las exigencias más elevadas de la Nueva Ley (la ley de la gracia y los sacramentos)12.

Historia y Desarrollo del Tomismo

El tomismo no es una doctrina estática, sino una tradición viva que ha evolucionado a lo largo de los siglos, enfrentando desafíos y adaptándose a nuevas realidades8.

El Tomismo Medieval y la Institucionalización

Después de la muerte de Santo Tomás, su pensamiento se difundió rápidamente dentro y fuera de la Orden Dominicana13. A principios del siglo XIV, el tomismo se convirtió en la doctrina oficial de la Orden Dominicana, no solo en la enseñanza universitaria sino también en la formación interna14. La canonización de Tomás por el Papa Juan XXII en 1323 y su rehabilitación doctrinal solemne por la Universidad de París en 1325 contribuyeron enormemente a establecer su autoridad doctrinal15. En el Concilio de Vienne (1311), la enseñanza tomista sobre la unidad de la forma en la composición humana fue declarada a favor, condenando como herético a quien negara que el alma racional o intelectiva es per se y esencialmente la forma del cuerpo humano13.

El Renacimiento Tomista y la Edad de Oro

El siglo XV vio un «primer renacimiento tomista», con un retorno a Tomás mismo y una crítica de las desviaciones del siglo XIV16. El siglo XVI es considerado la edad de oro del tomismo, con grandes «comentaristas» como Tomás de Vio (Cajetano) y Francisco Silvestri en Italia, y la Escuela de Salamanca en España, con figuras como Francisco de Vitoria, Domingo Soto y Melchor Cano17. Estos tomistas aplicaron los principios tomistas al desarrollo del derecho internacional y la defensa de los derechos naturales de los pueblos indígenas18.

El tomismo también jugó un papel decisivo en el Concilio de Trento, donde los teólogos tomistas dirigieron la reflexión cristiana sobre la justificación y los sacramentos18. La proclamación de Santo Tomás como Doctor de la Iglesia por San Pío V en 1567 marcó el apogeo de esta escuela, proporcionando la estructura doctrinal para la Reforma Católica18.

Desafíos y Renacimientos Modernos

Los siglos XVII y XVIII estuvieron marcados por controversias sobre la gracia, donde el tomismo se posicionó como una «tercera vía» entre las teologías molinistas y jansenistas18. Sin embargo, este período también vio fluctuaciones en el apoyo papal y un riesgo de que el tomismo fuera asociado con el jansenismo, hasta que la encíclica Aeterni Patris de León XIII en 1879 impulsó un renacimiento neotomista19.

El neotomismo de finales del siglo XIX y principios del XX consistió principalmente en una renovación de la filosofía tomista6. Figuras como Jacques Maritain y Étienne Gilson son ejemplos destacados de este movimiento6,20,21. Maritain, en particular, enfatizó la importancia de recuperar los logros intelectuales del pasado para abordar las preguntas contemporáneas, viendo en el pensamiento de Santo Tomás una invitación a descubrir la razón natural de la humanidad21.

El Tomismo Contemporáneo y sus Diversas Escuelas

En el siglo XX y XXI, el tomismo ha continuado evolucionando, con diversas escuelas y enfoques. Algunos de los desarrollos incluyen:

Los tomistas contemporáneos buscan integrar elementos externos armonizables con los principios esenciales de la tradición, defendiendo la filosofía de la naturaleza de Aristóteles, leída por Aquino, como relevante incluso frente a la física obsoleta, y sosteniendo que los grandes principios de la metafísica y la teología no deben someterse a las variaciones estacionales de los paradigmas científicos seculares23,25.

Principios Centrales del Tomismo

Para ser un auténtico tomista, se requiere adherirse a los primeros principios del pensamiento especulativo tanto en el orden natural como en el sobrenatural8. Esto implica:

El tomismo, en esencia, ofrece una guía segura para la verdad de la fe católica, utilizando la filosofía no por sí misma, sino como un medio para concebir y articular con precisión la doctrina cristiana24. En un mundo secularizado y desorientado intelectualmente, el aristotelismo-tomismo proporciona recursos importantes para comprender la realidad creada y su relación con Dios, y para un compromiso sabio con la cultura y otras disciplinas académicas25.

Citas

  1. Historia de la teología dogmática, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Historia de la Teología Dogmática. 2 3

  2. La gracia se basa en la naturaleza y la perfecciona, Leo J. Elders. Fe y Razón: La Síntesis de Santo Tomás de Aquino, § 3. 2 3 4 5 6 7 8

  3. Paige E. Hochschild. John Henry Newman: Mariología y el alcance de la razón en la Edad Moderna, § 12. 2 3 4 5

  4. Thomas Joseph White, O.P. Tomismo después del Vaticano II, § 7. 2 3 4 5 6 7 8

  5. Thomas Joseph White, O.P. Tomismo después del Vaticano II, § 5. 2 3 4

  6. Centro San Pablo para la Teología Bíblica. Reseñas de libros, § 8. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13

  7. Leo J. Elders. Fe y Razón: La Síntesis de Santo Tomás de Aquino, § 21. 2 3 4

  8. Eduardo J. Echeverria, Linda Trinkaus Zagzebski, et al. Reseñas de libros (Nova et Vetera, Vol. 17, No. 1), § 24. 2 3 4

  9. Santo Tomás de Aquino sobre la fe y la razón, Leo J. Elders. Fe y Razón: La Síntesis de Santo Tomás de Aquino, § 2. 2 3

  10. Tomismo, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Tomismo.

  11. El uso de la razón en la teología, Leo J. Elders. Fe y Razón: La Síntesis de Santo Tomás de Aquino, § 7.

  12. Fe y ley natural, Fulvio Di Blasi. La ley natural como inclinación a Dios, § 2. 2 3 4 5

  13. Orden de predicadores, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Orden de Predicadores. 2 3

  14. Serge-Thomas Bonino, O.P. La Tradición Tomista, § 8.

  15. Serge-Thomas Bonino, O.P. La Tradición Tomista, § 9.

  16. Serge-Thomas Bonino, O.P. La Tradición Tomista, § 10.

  17. Serge-Thomas Bonino, O.P. La Tradición Tomista, § 11.

  18. Serge-Thomas Bonino, O.P. La Tradición Tomista, § 12. 2 3 4

  19. Romanus Cessario, O.P. Sacrificio, Social y Sacramental: El Testimonio de Louis Billot, S.J, § 14.

  20. Avery Cardinal Dulles, SJ. Juan Pablo II y la Renovación del Tomismo, § 2. 2 3 4 5

  21. Matthew L. Lamb. Deuda Teológica con Jacques y Raïssa Maritain: Un Testimonio de su Contribución a Mi Vocación Teológica, § 2. 2

  22. William F. Murphy, Jr. Revisando la Renovación Bíblica de la Teología Moral a la Luz de Veritatis Splendor, § 8.

  23. Serge-Thomas Bonino, O.P. Ser Tomista, § 11. 2

  24. Centro San Pablo para la Teología Bíblica. Reseñas de libros, § 9. 2 3

  25. Thomas Joseph White, O.P. Hacia una Filosofía Tomista Post-Secular, Post-Conciliar: Sabiduría ante la Modernidad y el Desafío de la Teología Natural Contemporánea, § 8. 2

  26. Thomas G. Guarino. Philosophia Obscurans? Seis tesis sobre la relación adecuada entre teología y filosofía, § 25.