Transfiguración
La Transfiguración de Cristo es un evento pivotal en la vida pública de Jesús, donde su divinidad se manifestó gloriosamente ante tres de sus apóstoles: Pedro, Santiago y Juan. Este suceso, narrado en detalle por los evangelios sinópticos, representa un punto culminante en la revelación de la identidad de Jesús como el Hijo unigénito de Dios, prefigurando su Resurrección y la gloria escatológica. A través de este milagro, Moisés y Elías, representantes de la Ley y los Profetas, reconocieron a Jesús, mientras la voz de Dios Padre proclamaba su complacencia en Él, invitando a escuchar a su Hijo.
Tabla de contenido
Relato Bíblico de la Transfiguración
El evento de la Transfiguración es registrado por los evangelistas San Mateo (17:1-8), San Marcos (9:2-8) y San Lucas (9:28-36), y es aludido por San Pedro (2 Pedro 1:16-18) y San Juan (1:14)1. Aproximadamente seis u ocho días después de su estancia en Cesarea de Filipo, Jesús llevó consigo a Pedro, Santiago y Juan a una montaña alta y apartada2,3,4.
Mientras estaba allí, Jesús fue transfigurado ante sus ojos1. San Mateo y San Marcos utilizan la palabra griega metemorphothe, que la Vulgata traduce como transfiguratus est1. Su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se volvieron deslumbrantemente blancas, como ninguna lavandero en la tierra podría blanquearlas2,3,1. Esta luminosidad deslumbrante que emanaba de todo su cuerpo fue producida por un resplandor interior de su divinidad1.
De repente, aparecieron Moisés y Elías, conversando con Jesús2,3. Moisés, como mediador de la Ley, y Elías, como profeta del Dios viviente, representaban la Ley y los Profetas del Antiguo Testamento, reconociendo y adorando a Jesús como el Mesías1,5.
Pedro, en su asombro, exclamó: «Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, haré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías»2,3,4. Mientras Pedro aún hablaba, una nube luminosa los cubrió, y de la nube salió una voz que decía: «Este es mi Hijo, el Amado; en quien tengo complacencia; ¡escúchenlo!»2,3,4. Al escuchar esto, los discípulos cayeron al suelo, llenos de temor2. Jesús se acercó, los tocó y les dijo: «Levántense, y no teman»2. Cuando levantaron la vista, solo vieron a Jesús2.
Al descender de la montaña, Jesús les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto hasta después de que el Hijo del Hombre hubiera resucitado de entre los muertos2,3.
Significado Teológico y Espiritual
La Transfiguración es un evento de profunda significación teológica en la fe católica, marcando un momento decisivo en el ministerio de Jesús6.
Revelación de la Divinidad de Cristo
Este glorioso evento es el punto culminante de la vida pública de Jesús1. La luz deslumbrante que emanó de su cuerpo fue una manifestación de su divinidad interior1. La voz del Padre celestial, que proclamó a Jesús como su Hijo amado, confirmó su identidad divina y mesiánica1. El Papa Juan Pablo II destacó que Cristo es el centro de la Transfiguración, y su divinidad es proclamada por la voz del Padre y revelada por los símbolos de luz y blancura, que representan la eternidad y la trascendencia5.
Conexión con el Antiguo Testamento
La aparición de Moisés y Elías simboliza la continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento1,5. Moisés representa la Ley, y Elías, los Profetas. Su presencia atestigua que Jesús es el cumplimiento de todas las profecías y la plenitud de la Ley1. Orígenes de Alejandría interpretó que Moisés representa la Ley y Elías a todos los profetas, conversando con Jesús, lo cual muestra la armonía entre la ley espiritual y la sabiduría profética con la persona de Jesús7.
Preparación para la Pasión y Resurrección
La Transfiguración fortaleció la fe de los discípulos y los preparó para la tragedia de la Cruz, prefigurando la gloria de la Resurrección6. Este misterio es constantemente revivido por la Iglesia, que contempla el rostro transfigurado de Cristo para ser confirmada en la fe y no desanimarse ante su rostro desfigurado en la Cruz6. La Transfiguración ocurre en el contexto del primer anuncio de la Pasión, lo que subraya su papel como un anticipo de la gloria que seguirá al sufrimiento8.
La Nube y la Voz del Padre
La nube que los cubrió es un signo de la presencia de Dios, como lo fue durante el Éxodo de Israel y sobre la tienda de la Alianza5. La voz del Padre que dice «Este es mi Hijo, mi Elegido; escúchenlo» es una exhortación fundamental para los discípulos y para todos los creyentes4,9. Escuchar a Jesús significa adherirse a sus enseñanzas y seguir su camino, incluso el camino de la cruz.
La Transfiguración en la Liturgia y la Tradición
La Iglesia revive el misterio de la Transfiguración, contemplando el rostro transfigurado de Cristo6. Este evento es una fiesta importante en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica, celebrada el 6 de agosto.
Liturgia Oriental
La liturgia oriental, especialmente en los Maitines de la Transfiguración, canta: «Inmutable resplandor de la luz del Padre, ¡Oh Verbo, en tu luz resplandeciente en el Tabor hemos visto hoy la luz que es el Padre y la luz que es el Espíritu, una luz que ilumina toda la creación!»5. Esto resalta la teología de la luz en la Transfiguración.
La Luz del Tabor
La teología oriental ha desarrollado el concepto de la «Luz del Tabor»8. Siguiendo a Orígenes, quien identificó la montaña con el Tabor, esta luz deslumbrante de Cristo en el icono de la Transfiguración parece provenir del reino divino inaccesible, quitando el velo que hace a los apóstoles insensibles a la doxa (gloria) de Cristo8. San Gregorio Palamás (c. 1296-1359) ilustró con la Luz del Tabor la distinción entre la esencia trascendente de Dios (ousia), completamente inalcanzable, y las energías divinas con las que Dios se hace accesible a nosotros en la revelación y la gracia8. Según Palamás, los monjes con los ojos purificados por la oración y la penitencia pueden llegar a contemplar la Luz del Tabor, que refleja la divinidad misma8.
Implicaciones para la Vida Cristiana
La Transfiguración no es solo un evento histórico, sino también una fuente de inspiración y enseñanza para la vida cristiana.
Fortalecimiento de la Fe
La visión de la gloria de Cristo fortalece la fe de los creyentes, especialmente en momentos de prueba y sufrimiento. Nos recuerda que la gloria de la Resurrección sigue a la Pasión6.
Escuchar a Cristo
La voz del Padre que ordena «escúchenlo» es una llamada a la obediencia y a la adhesión a la Palabra de Dios. En un mundo lleno de distracciones, la Transfiguración nos invita a centrarnos en la voz de Jesús.
Anticipo de la Gloria Eterna
La Transfiguración prefigura la gloria que los justos compartirán con Cristo en la vida eterna. Es un recordatorio de nuestra vocación a la santidad y a la transformación en Cristo. Como los apóstoles, somos llamados a una relación madura con Cristo, viendo su gloria y siendo transformados por ella8.
Conclusión
La Transfiguración de Cristo es un misterio central de la fe católica, un punto de inflexión en la revelación de la divinidad de Jesús y una preparación para su Pasión y Resurrección. Este evento, rico en simbolismo y significado teológico, continúa iluminando el camino de la Iglesia y de cada creyente, invitándonos a contemplar la gloria de Cristo, a escuchar su voz y a vivir en la esperanza de la transformación final.
Citas
Transfiguración, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Transfiguración. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Mateo 17. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Marcos 9. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Lucas 9. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
La transfiguración, Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 26 de abril de 2000, § 2 (2000). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Capítulo I - «y se transfiguró ante ellos…», Papa Juan Pablo II. Vita Consecrata, § 15 (1996). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Libro XII - 38. Las vestiduras blancas como la luz, Orígenes de Alejandría. Comentario sobre Mateo, § 38 (250). ↩
Transfiguración, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Transfiguración (2015). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Sección Dos I. Los credos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 554. ↩