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Venganza

En la doctrina católica, la venganza se considera un pecado grave contrario a la caridad cristiana, que busca el mal del prójimo como respuesta a una ofensa recibida. La Iglesia enseña que Dios reserva para sí el derecho a la venganza justa, mientras que los fieles están llamados a imitar a Cristo mediante el perdón, la paciencia y la misericordia. Esta enseñanza evoluciona desde el Antiguo Testamento, donde la ley del talión limitaba la retaliación desmedida, hasta el Evangelio, que eleva el ideal del amor a los enemigos. El Catecismo de la Iglesia Católica condena explícitamente el deseo ilícito de venganza, distinguiéndolo de la legítima búsqueda de justicia y reparación.1,2,3

Tabla de contenido

Definición teológica de la venganza

La venganza no es mera ira pasajera, sino un deseo deliberado de devolver mal por mal, motivado por el afán de revancha personal. Según la tradición escolástica, representa una inclinación viciosa del apetito irascible que busca restaurar el honor propio a costa del bien ajeno.4 Santo Tomás de Aquino, en su Suma Teológica, distingue entre la venganza ordenada a la justicia —praiseworthy cuando corrige vicios y mantiene el orden social— y la ilícita, que persigue el daño innecesario.1

El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) define la ira homicida y el odio como inmorales, equiparándolos al homicidio en su raíz: «La ira es un deseo de venganza. “Desear la venganza con el fin de hacer mal a alguien que debe ser castigado es ilícito”».1 Así, la venganza privada usurpa el rol divino de juez, violando el quinto mandamiento: No matarás.3

Diferencia con la justicia restaurativa

No toda exigencia de reparación es venganza. La Iglesia subraya el deber de reparación moral o material por ofensas contra la justicia y la verdad, incluso si el ofensor ha sido perdonado.2 Por ejemplo, daños a la reputación requieren satisfacción proporcional, evaluada según la gravedad del perjuicio. Esta distinción evita confundir la venganza con la legítima defensa o sanción penal, que buscan el bien común.5

Enseñanzas bíblicas sobre la venganza

La Sagrada Escritura presenta una progresión reveladora: del control de la venganza ilimitada en el Antiguo Testamento al perdón radical en el Nuevo.

Antiguo Testamento: Límites a la retaliación

La ley mosaica introdujo el principio de lex talionis (ojo por ojo, diente por diente), no para fomentar la violencia, sino para contenerla y evitar venganzas desproporcionadas, como la de Lamec, que multiplicaba el castigo setenta y siete veces.6 Textos como Éxodo 21,23-25 y Levítico 24,19-20 establecían igualdad en la retaliación, protegiendo al débil de abusos. Los Salmos y Proverbios elevan la venganza a Dios: «Mía es la venganza, yo daré la recompensa» (Dt 32,35; cf. Sal 94,1).6,7

La sabiduría bíblica insta a superar la retaliación: «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer pan» (Pr 25,21-22), prefigurando el Evangelio.6

Nuevo Testamento: El perdón evangélico

Jesús radicaliza la enseñanza: «Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al mal» (Mt 5,38-39). Propone ofrecer la otra mejilla, amar a los enemigos y perdonar setenta veces siete (Mt 18,22), rompiendo el ciclo de violencia.3,6,8 Cristo ejemplifica esto al rechazar la espada de Pedro (Mt 26,52) y orar por sus verdugos (Lc 23,34).3

San Pablo refuerza: «No paguéis a nadie mal por mal […] no te dejes vencer por el mal, sino vence con el bien el mal» (Rm 12,17.21).6 Esta parábola del talión invertido culmina en la imitación del Padre celestial, que hace salir el sol sobre buenos y malos (Mt 5,45).9

Magisterio de la Iglesia

El Magisterio interpreta consistentemente la Escritura contra la venganza personal.

Catecismo de la Iglesia Católica

El CIC integra la tradición: la ira que desea matar o herir gravemente es pecado mortal contra la caridad (CIC 2302). Cristo exige paz de corazón, denunciando la venganza como raíz del homicidio.1 En CIC 2262, se prohíbe la venganza junto al odio, promoviendo el amor a enemigos.3 Además, CIC 2487 obliga a la reparación secreta o pública si es posible, pero siempre en clave de caridad.2

Documentos papales y conciliares

Papas como Pío X y Pío XI condenan venganzas políticas contra la Iglesia, confiando en la divina justicia.10,11 San Juan Pablo II elogia el perdón como victoria sobre el odio, citando a san Juan Gualberto, quien abrazó al asesino de su hermano.12 La Comisión Bíblica Pontificia destaca el avance del Antiguo al Nuevo Testamento: de retaliación igualitaria al perdón ilimitado.6

La venganza como pecado capital y sus efectos

La venganza se vincula al vicio capital de la ira, cuyos efectos incluyen querellas, contumelias y blasfemias.4 San Alfonso de Ligorio advierte: quien busca venganza pierde el honor cristiano y se condena a sí mismo en el Padre Nuestro («perdónanos como nosotros perdonamos»).13,7,14 Provoca inquietud perpetua y cierra las puertas del Cielo: «Fuera están los perros» (Ap 22,15), símbolo de los vengativos.7

En la vida espiritual, impide la misericordia divina: «Juicio sin misericordia para quien no hace misericordia» (St 2,13).7 Santo Tomás de Aquino, en la Catena Aurea, explica que Cristo elimina las ocasiones de pecado al prohibir toda retaliación.8

Virtudes opuestas: Perdón, paciencia y misericordia

La Iglesia propone antídotos evangélicos:

San Ambrosio y otros santos practicaron esto: dar limosna a asesinos o perdonar insultos.14 La tradición tomista ve en la mansedumbre la virtud que mitiga la ira.4

VirtudEjemplo bíblico/evangélicoEfecto espiritual
PerdónOfrenda de la otra mejilla (Mt 5,39)Paz interior y unión con Dios8
PacienciaCristo ante sus verdugos (Jn 18,23)Victoria sobre el mal6
MisericordiaAmar a enemigos (Mt 5,44)Hijos del Padre celestial9

Ejemplos de santos y vida cristiana

Santos como san Juan Gualberto (siglo XI) encarnan el ideal: perdonó al matador de su hermano un Viernes Santo, fundando la Orden Vallumbrosana.12 San Alfonso de Ligorio exhorta: «Si quieres vengarte, haz bien a tu enemigo; así otros lo condenarán».13

En la historia, mártires sufrieron persecuciones sin venganza, confiando en Dios.10 Hoy, la Iglesia aplica esto a conflictos sociales: promover reconciliación en lugar de rencor.6

La venganza en la escatología y la vida cotidiana

En el Juicio Final, Dios rectificará toda injusticia con justicia perfecta, combinando retribución y misericordia.16 Para el cristiano, rechazar la venganza implica:

  1. Examinar la conciencia diariamente.

  2. Confesión sacramental para iras persistentes.

  3. Práctica de obras de misericordia.

  4. Oración por enemigos.

Así, la venganza se transforma en oportunidad de santidad, alineándose con la llamada evangélica a la perfección (Mt 5,48).

Citas

  1. Sección II los diez mandamientos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2302 (1992). 2 3 4

  2. Sección II los diez mandamientos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2487 (1992). 2 3

  3. Sección II los diez mandamientos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2262 (1992). 2 3 4 5

  4. Basil Cole, O.P. Una valoración tomista del Catecismo de la Iglesia Católica sobre los vicios capitales, § 13 (2018). 2 3

  5. Christopher Kaczor. Pena de muerte y la tradición católica: ¿Contradicción, aplicación circunstancial o desarrollo de la doctrina? , § 11 (2004).

  6. II. Criterios específicos - II.II. Segundo criterio específico: Contraste - II.III. Tercer criterio específico: Avance - B. Conflicto con los vecinos, Comisión Bíblica Pontificia. La Biblia y la Moral: Raíces Bíblicas de la Conducta Cristiana, § 122 (2008). 2 3 4 5 6 7 8

  7. Alphonsus Liguori. Sermones sobre diversos temas, § 99 (1845). 2 3 4

  8. Capítulo V, Tomás de Aquino. Catena Aurea sobre Mateo, § 20 (1272). 2 3 4

  9. Mandamientos generales - Que no debemos devolver injurias, ni vengarnos de quien nos hace mal, autor desconocido. Constituciones Apostólicas, §Libro I. Sección I. II. (NaN). 2

  10. Papa Pío XI. Iniquis Afflictisque, § 16 (1926). 2

  11. Papa Pío X. Gravissimo Officii Munere, § 10 (1906).

  12. Papa Juan Pablo II. Mensaje al Abad General de la Congregación Beneditina Vallombrosana (marzo de 1999) - Discurso, § 3 (1999). 2 3

  13. Alphonsus Liguori. Sermones sobre diversos temas, § 100 (1845). 2

  14. Alphonsus Liguori. Sermones sobre diversos temas, § 98 (1845). 2

  15. Justicia como restauración de la relación correcta, Daniel Philpott. Hay una amplitud en la justicia de Dios, § 20 (2020).

  16. Michael Root. ¿Quién puede soportar el día de su venida? El juicio final como problema para la teología, § 13 (2025).