Virgen de la Candelaria
La Virgen de la Candelaria es una de las advocaciones marianas más antiguas y extendidas del mundo católico. Su nombre proviene de la celebración de la Candelaria (2 de febrero), también conocida como Candlemas, que conmemora la presentación de Jesús en el Templo y la purificación de la Madre de Dios según la Ley mosaica. A lo largo de los siglos, la imagen de la Virgen ha sido asociada a la luz que ilumina a los pueblos, a la protección de los peregrinos y a la profunda dimensión simbólica de la luz cristiana. Este artículo explora el origen histórico‑litúrgico, el significado teológico, la devoción popular y la presencia actual de la Virgen de la Candelaria en la vida de la Iglesia.
Tabla de contenido
Origen histórico y litúrgico
La fiesta de la Candelaria (Candlemas)
La celebración del 2 de febrero tiene sus raíces en la Presentación del Señor en el Templo y la purificación de María, conforme a la normativa del Levítico 12 y la tradición judía1. La Iglesia primitiva adoptó esta fecha como una conmemoración conjunta del Hijo y la Madre, resaltando la luz que Cristo representa para todas las naciones2. En la reforma litúrgica de 1969, el Congregado para la Liturgia recordó que la fiesta conserva un carácter popular, pero que su celebración debe reflejar la verdadera dimensión cristológica del misterio2.
Desarrollo del culto mariano
El vínculo entre la fiesta y la advocación mariana surgió cuando los fieles comenzaron a asociar la bendición de las velas con la figura de María como portadora de la luz de Cristo3. En la Edad Media, la procesión con velas se transformó en un sustituto cristiano de rituales paganos (como la Lupercalia), manteniendo un carácter penitencial y simbólico4.
El Papa Juan Pablo II, durante una visita a Bolivia en 1988, se dirigió a la Madre di Candelaria, pidiéndole que guíe a los peregrinos hacia la luz de su Hijo y que inspire fe, esperanza y caridad5. En 1986, en Cartagena (Colombia), el mismo pontífice coronó solemnemente la imagen de la Virgen de la Candelora, resaltando su papel protector sobre el pueblo durante cinco siglos de evangelización6.
Significado teológico
Cristo como luz del mundo
El Simón de la liturgia de Candlemas proclama a Jesús como «luz de los gentiles» (Lc 2, 32), y la bendición de velas simboliza la presencia iluminadora de Cristo en la vida de los creyentes7. La Congregación para el Culto Divino subraya que las velas encendidas en los hogares son signos visibles del «Lumen Mundi»2.
María como madre y portadora de la luz
María, al presentar a su Hijo en el Templo, se convierte en candelabro viviente, ofreciendo a la humanidad la luz de Cristo7. La Iglesia reconoce en ella la humildad y obediencia que ejemplifican la entrega total a la voluntad divina8, y su título de Candelaria enfatiza su papel de intercesora que ilumina los caminos de los fieles.
Devoción popular y expresiones culturales
Procesiones y bendición de velas
En muchas parroquias, la procesión de velas es el elemento central de la celebración. Los fieles portan luces encendidas, cantan antífonas como «Adorna thalamum tuum, Sion» y recuerdan la entrada triunfal de Cristo al Templo3,9. Estas procesiones, que datan del siglo V en Jerusalén, fueron adoptadas en Occidente como una manifestación penitencial y, con el tiempo, se vinculó estrechamente a la devoción a la Virgen de la Candelaria4.
Festividades en diferentes países
Islas Canarias: La Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria en Tenerife es el centro de una de las peregrinaciones más importantes del archipiélago, donde se celebra con misas, procesiones y ofrendas de velas.
Filipinas: La fiesta de la Virgen de la Candelaria se celebra con bailes tradicionales y la bendición de velas en las casas, reflejando la fusión de la liturgia con la cultura local.
Bolivia: En Copacabana, la Madre di Candelaria es invocada como guía espiritual y protectora de los peregrinos, tal como expresó el Papa Juan Pablo II en su mensaje de 19885.
Colombia: La coronación de la imagen en Cartagena (1986) reforzó la identidad local y la continuidad de la devoción a la Virgen de la Candelora6.
La Virgen de la Candelaria en la liturgia actual
Calendario litúrgico
El Calendario Romano mantiene la fiesta el 2 de febrero como Candelaria o Presentación del Señor, reconociendo su carácter conjunto de celebración del Hijo y de la Madre2. La Congregación para el Culto Divino insiste en que la popularidad del día no debe eclipsar su significado cristológico, sino complementarlo2.
Prácticas pastorales
Los sacerdotes suelen bendecir velas durante la Misa y animar a los fieles a encenderlas en sus hogares como testimonio de fe y recuerdo de la luz de Cristo2. En comunidades de vida consagrada, el día se celebra también como Día de la Vida Consagrada, resaltando el vínculo entre la luz del Evangelio y el compromiso total de los religiosos10.
Patrimonio artístico y santuarios
Los santuarios dedicados a la Virgen de la Candelaria albergan obras de arte que representan a María con el Niño Jesús y una candelabro o vela. Entre los más destacados se encuentran:
Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria (Tenerife, España).
Santuario de la Virgen de la Candelaria en Copacabana, Bolivia, donde la devoción está vinculada a la cultura andina y a la peregrinación del Virgen de la Candelaria5.
Cerro de la Popa en Cartagena, Colombia, donde la imagen fue coronada en 19866.
Estas imágenes no solo son objetos de veneración, sino también testimonios históricos de la inculcación de la luz cristiana en distintas culturas.
Conclusión
La Virgen de la Candelaria representa una unión profunda entre la liturgia y la popularidad, entre la teología de la luz y la cultura popular. Su advocación, nacida de la celebración de la Presentación del Señor, ha trascendido fronteras geográficas, convirtiéndose en un símbolo de protección, fe y esperanza para millones de fieles. Al encender una vela en su honor, los cristianos recuerdan que la luz de Cristo, anunciada por María, sigue iluminando el camino de la humanidad.
Citas
Candelaria, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Candelaria. ↩
Segunda parte: Orientaciones para la armonización de la piedad popular con la liturgia - Capítulo cuarto: El año litúrgico y la piedad popular - Tiempo de Navidad - La fiesta de la Presentación del Señor, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia: Principios y orientaciones, § 123 (2001). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 249. ↩ ↩2
Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 250. ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. Mensaje radiofónico al pueblo de Bolivia mientras sobrevolaba el Santuario Mariano Nacional de Copacabana (14 de mayo de 1988) - Discurso (1988). ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. 6 de julio de 1986: Coronación de la imagen de «Nuestra Señora de la Candelora» en Cartagena - Homilía, § 1 (1986). ↩ ↩2 ↩3
Papa Benedicto XVI. 2 de febrero de 2010: Celebración de Vísperas en la Fiesta de la Presentación del Señor con motivo de la XIV Jornada de la Vida Consagrada, § 2 de febrero de 2010: Celebración de Vísperas en la Fiesta de la Presentación del Señor con motivo de la XIV Jornada de la Vida Consagrada (2010). ↩ ↩2
B2: La Purificación de la Santísima Virgen María. Comúnmente llamado Día de la Candelaria, Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 247. ↩
Segunda parte: Orientaciones para la armonización de la piedad popular con la liturgia - Capítulo cuarto: El año litúrgico y la piedad popular - Tiempo de Navidad - La fiesta de la Presentación del Señor, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia: Principios y orientaciones, § 120 (2001). ↩
Papa Juan Pablo II. VII Jornada Mundial de la Vida Consagrada, § 3 (2003). ↩