Vísperas

Las Vísperas, también conocidas como Oración Vespertina o Liturgia de las Horas de la tarde, son una de las horas canónicas más antiguas e importantes de la Iglesia Católica, celebrada al atardecer para dar gracias por el día que termina y reflexionar sobre la redención. Este oficio litúrgico tiene una rica historia y una estructura que ha evolucionado a lo largo de los siglos, tanto en la tradición latina como en las orientales, manteniendo siempre su esencia de alabanza, acción de gracias y súplica. Su importancia radica en su arraigo en la vida de oración de la Iglesia, siendo un momento para recordar el sacrificio de Cristo y la promesa de la luz venidera.
Tabla de contenido
Origen e Historia
Las Vísperas son, junto con las Vigilias, uno de los oficios más antiguos de la Iglesia1. Ya en el siglo II, Plinio el Joven mencionaba reuniones litúrgicas de cristianos por la mañana y por la tarde («coetus antelucani et vespertini»)1. Este oficio vespertino, que originalmente abarcaba elementos de lo que hoy conocemos como Vísperas y Completas, ha sido conocido por varios nombres a lo largo de la historia, incluyendo vespertina synaxis o vespertina solemnitas1. El nombre «Vísperas» (del latín vespera) se popularizó gracias a San Benito en el siglo VI1.
Las Vísperas en el siglo VI
En el siglo VI, el Oficio de Vísperas en la Iglesia Latina ya tenía una estructura bien definida, similar a la que se mantendría durante la Edad Media y hasta la actualidad1. La Regla de San Benito (escrita alrededor del 530-543) describe este oficio como compuesto por cuatro salmos, un capitulum (lectura breve), una respuesta, un himno, un versículo, un cántico del Evangelio (el Magníficat), letanías (Kyrie eleison, Christe eleison), el Padrenuestro con su final ordinario, una oración y la despedida1. Los salmos se tomaban de la serie 109 a 147, con algunas divisiones y uniones para ajustarse al formato1.
Un aspecto notable de este período fue el cambio en el horario de las Vísperas. Originalmente, esta synaxis vespertina se celebraba con todas las antorchas encendidas, pero San Benito la trasladó al atardecer, antes de que anocheciera y fuera necesaria la luz artificial. Esto se debió a la introducción de otro oficio, Completas, que se celebraría por la noche y que podría considerarse una especie de duplicación del Oficio de Lucernarium (la ceremonia de encendido de las lámparas)1.
Las Vísperas en la Edad Media y cambios posteriores
La institución de Completas afectó la importancia y el simbolismo del Lucernarium, que perdió parte de su sentido original1. Sin embargo, algunas liturgias, como la Galicana, la Mozárabe y, en cierta medida, la Milanese, conservaron el Lucernarium1. La Iglesia Griega también mantiene el «Lumen hilare» y otros vestigios del antiguo Lucernarium en sus Oficios de Vísperas y Completas1.
A lo largo de los siglos, hubo variaciones en la práctica de las Vísperas. Por ejemplo, la Regla de San Columbano (c. 590) indicaba doce salmos para Vísperas, incluyendo los Salmos 112 y 113, y los salmos graduales1.
El Decreto «Divino afflatu» (1 de noviembre de 1911) introdujo cambios significativos en el antiguo Oficio Romano, asignando nuevos salmos para cada día de la semana. Estos salmos se recitarían en el Oficio de tempore (domingos y ferias) y en fiestas de rito menor. En las fiestas de segunda y primera clase, así como en las de la Santísima Virgen, los Santos Ángeles y Apóstoles, los salmos serían propios de la fiesta. La segunda parte de las Vísperas (capítulo, himno, antífona del Magníficat) se tomaría del Santoral en todas las fiestas1.
Estructura de las Vísperas en el Rito Romano
Las Vísperas se celebran por la tarde, al final del día, para dar gracias por los dones recibidos y las buenas acciones realizadas, recordando la redención a través de la oración que se eleva «como incienso ante el Señor», y donde «el alzar de nuestras manos» se convierte en «un sacrificio vespertino»2.
La estructura general de las Vísperas en el Rito Romano, según la Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas (1971), incluye los siguientes elementos:
1. Invocación inicial
El oficio comienza con una invocación, seguida de la doxología.
2. Himno
Después de la invocación, se canta un himno3. Los himnos de Vísperas en el Breviario Romano son muy antiguos, la mayoría datan del siglo VI, y tienen la particularidad de alabar un día de la Creación según el día de la semana, con la excepción del sábado, cuyo himno honra a la Santísima Trinidad al comenzar el Oficio dominical1.
3. Salmodia
La salmodia sigue al himno3. La salmodia de Vísperas consiste en dos salmos o dos secciones de salmos más largos, adecuados para la hora y para la celebración con el pueblo, seguidos de un cántico de las Epístolas o del Apocalipsis3. En las solemnidades, los dos salmos de las Primeras Vísperas suelen tomarse de la serie Laudate (Salmos 112, 116, 134, 145, 146, 147), siguiendo una antigua tradición4. En las Segundas Vísperas, los salmos y el cántico son propios4.
4. Lectura breve (Capítulo)
Después de la salmodia, se proclama una lectura breve.
5. Responsorio breve
A la lectura breve le sigue un responsorio.
6. Cántico Evangélico
El Magníficat, el Cántico de la Santísima Virgen María, se recita solemnemente con su antífona5. Este cántico expresa alabanza y acción de gracias por la redención y ha sido de uso popular durante siglos en la Iglesia Romana5. Las antífonas para el Magníficat varían según el día litúrgico, la estación o la fiesta5.
7. Intercesiones
Después del cántico evangélico, se hacen las intercesiones o peticiones6. En las solemnidades, las intercesiones pueden ser propias o del Común4.
8. Padrenuestro
El Padrenuestro es recitado por todos al final de las intercesiones, ocupando un lugar de honor en las Horas más populares de Laudes y Vísperas, de acuerdo con la tradición6,7.
9. Oración conclusiva
La oración conclusiva se toma del Propio en domingos, ferias de Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua, así como en solemnidades, fiestas y memorias. En las ferias del tiempo ordinario, se dice la oración del salterio para enfatizar el carácter particular de estas Horas8.
10. Despedida
Si está presente un sacerdote o diácono, despide al pueblo como en la Misa con el saludo «El Señor esté con vosotros» y una bendición, seguido de la invitación «Podéis ir en paz». De lo contrario, la celebración concluye con «El Señor nos bendiga», etc.9.
Integración con la Misa
Cuando las Vísperas siguen a la Misa, la Misa se celebra de la manera habitual hasta la oración postcomunión inclusive. La salmodia del Oficio comienza inmediatamente después de la oración postcomunión, sin versículo introductorio. En este caso, se omite la lectura breve después de la salmodia, y se dice la oración conclusiva, seguida de una despedida como en la Misa. En Vísperas, el Magníficat con su antífona sigue inmediatamente a la salmodia (sin lectura, intercesiones ni Padrenuestro), y luego viene la oración conclusiva y la bendición del pueblo10.
Las Vísperas en las Iglesias Católicas Orientales
Mientras que el rito romano ha estandarizado la estructura de las Vísperas, las Iglesias Católicas Orientales, que están en plena comunión con el Obispo de Roma, tienen sus propias tradiciones litúrgicas que reflejan una rica diversidad.
Rito Bizantino (Católicos Griegos y Ucranianos)
En la liturgia bizantina, las Vísperas (conocidas como hesperinos en griego) tienen como centro el gran lucernarium (rito del encendido de las lámparas), precedido por oraciones iniciales, el Salmo 103 (104), salmos vespertinos y una serie de stichera (himnos o versículos). Le siguen varias oraciones y letanías11.
Las Vísperas son una oración de alabanza, petición y arrepentimiento12. El Salmo 103(104) alaba al Señor por su creación, mientras que una serie de salmos penitenciales (Salmos 140[141], 141[142], 129[130], 116[117]) expresan arrepentimiento y piden perdón12. Elementos importantes son el incienso y la luz; el humo del incienso simboliza la oración penitencial que asciende a Dios12. El antiguo himno «Luz Tranquila» canta a Cristo, quien por su debilidad en la cruz venció el poder del diablo y «dio vida a todo el mundo»12. El himno «Dígnate, Señor» pide protección contra el pecado «esta tarde»12.
Las Vísperas culminan con el canto del Cántico de Simeón, «Ahora, Señor, despides a tu siervo» (Lucas 2:29-32). En este cántico, la comunidad expresa la alegría de haber encontrado al Señor «esta tarde» y su disposición a encontrarlo en gloria13.
Las Grandes Vísperas se celebran cada sábado por la tarde, y en las fiestas del Señor, de la Madre de Dios y en las principales fiestas de los santos, se celebran Vísperas con Vigilia, que incluyen un servicio de Lytia14. En la Lytia, se bendicen pan, trigo, vino y aceite para simbolizar la abundancia recibida de Dios y orar por su multiplicación14.
Rito Armenio
En la tradición armenia, las Vísperas (erekoyean žam) son un servicio puramente catedralicio, sin salmodia monástica11.
Rito Siríaco Oriental
De manera similar al rito armenio, la tradición siríaca oriental (ramšā) también presenta Vísperas como un servicio catedralicio sin salmodia monástica11.
Simbolismo y Significado
La Iglesia ha otorgado gran importancia al Oficio de Vísperas, siendo uno de los pocos que ha mantenido su popularidad entre los fieles piadosos, aparte del Santo Sacrificio de la Misa1.
Las Vísperas se rezan al atardecer, en la hora en que, en el templo de Jerusalén, se ofrecía el holocausto con incienso15. En esa hora, después de su muerte en la Cruz, Jesús yacía en el sepulcro, habiéndose ofrecido al Padre para la salvación del mundo15. Así, las Vísperas son un momento para recordar el sacrificio de Cristo y agradecer la luz que Él nos trae.
El simbolismo de los himnos en el Breviario Romano, que alaban los días de la Creación, conecta la oración vespertina con la obra divina de la creación y la providencia1. El incienso, presente en las liturgias orientales, simboliza la oración penitencial que asciende a Dios12. La luz, un elemento central del lucernarium en el rito bizantino, representa a Cristo como la luz del mundo, que vence la oscuridad del pecado y la muerte12,16.
Música en las Vísperas
La música es un componente esencial de las Vísperas, enriqueciendo la oración y la alabanza. Las porciones que deben cantarse incluyen el primer versículo del Magníficat, el primer y último versículo del himno, y los versículos donde se prescribe la genuflexión o la inclinación de cabeza17.
Aunque el canto gregoriano es el marco típico para los textos, se permite el uso de polifonía clásica o música moderna17. Las antífonas, aunque regularmente deben ser en melodías gregorianas, pueden cantarse ocasionalmente con música figurada, siempre que no adquieran la forma de una melodía de concierto o la plenitud de un motete o cantata17. Los salmos deben ser regularmente en canto gregoriano, pero en las fiestas mayores pueden alternarse versículos en canto gregoriano con versículos en falsibordoni o composiciones adecuadas17. Se prohíben los salmos «di concerto», que son composiciones teatrales con solistas, coro y orquesta, que incluyen adagios, allegros y a menudo aires de danza, ya que no promueven la piedad y la devoción cristianas17.
El Ceremonial de Obispos permite que los versículos alternos del Magníficat sean suplidos por el órgano, siempre que el coro recite el texto de manera inteligible o un solo cantor cante el texto con acompañamiento de órgano17. También se permite una disposición similar para los salmos en caso de escasez de voces17. El órgano no debe tocarse en los domingos de Cuaresma y Adviento, excepto en los domingos Gaudete y Laetare, aunque un Rescripto permite que se toque cuando sea necesario para sostener las voces, siempre que cese cuando las voces callen17. Se requiere una pausa en el asterisco de cada versículo de los salmos, «sin importar cualquier costumbre en contrario»17.
Conclusión
Las Vísperas son una parte integral de la oración diaria de la Iglesia, una tradición arraigada en siglos de fe y devoción. Ya sea en la solemnidad del rito romano o en la riqueza simbólica de las liturgias orientales, este oficio vespertino ofrece a los fieles una oportunidad para la acción de gracias, la penitencia y la alabanza al final del día. A través de sus salmos, himnos y cánticos, las Vísperas nos invitan a reflexionar sobre la obra de la creación y la redención de Cristo, y a elevar nuestras mentes y corazones a Dios mientras el día se desvanece y la esperanza de la luz eterna se renueva.
Citas
Vísperas, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, § Vísperas. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16
Capítulo dos. La santificación del día—las diversas horas litúrgicas - II. Laudes y vísperas, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 39 (1971). ↩
Capítulo dos. La santificación del día—las diversas horas litúrgicas - II. Laudes y vísperas, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 43 (1971). ↩ ↩2 ↩3
Capítulo cuatro. Diversas celebraciones en el curso del año - II. La celebración de los santos - 1. Cómo se dispone el Oficio en las solemnidades, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 226 (1971). ↩ ↩2 ↩3
Capítulo dos. La santificación del día—las diversas horas litúrgicas - II. Laudes y vísperas, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 50 (1971). ↩ ↩2 ↩3
Capítulo dos. La santificación del día—las diversas horas litúrgicas - II. Laudes y vísperas, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 52 (1971). ↩ ↩2
Capítulo tres. Las diversas partes de la liturgia de las horas - XI. Las intercesiones, la oración del Señor y la oración conclusiva - B. La oración del Señor, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 194 (1971). ↩
Capítulo tres. Las diversas partes de la liturgia de las horas - XI. Las intercesiones, la oración del Señor y la oración conclusiva - C. La oración conclusiva, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 199 (1971). ↩
Capítulo dos. La santificación del día—las diversas horas litúrgicas - II. Laudes y vísperas, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 54 (1971). ↩
Capítulo dos. La santificación del día—las diversas horas litúrgicas - VII. El modo de unir las horas del Oficio con la Misa o entre sí, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 97 (1971). ↩
Vísperas, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, § Vísperas (2015). ↩ ↩2 ↩3
Parte dos - La oración de la Iglesia - III. El tiempo y el espacio de la oración de la Iglesia - B. El ritmo de la oración litúrgica - 1. El ciclo diario—horologion (chasoslov) - A. Vísperas y maitines, Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana. Catecismo de la Iglesia católica ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 542 (2016). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Parte dos - La oración de la Iglesia - III. El tiempo y el espacio de la oración de la Iglesia - B. El ritmo de la oración litúrgica - 1. El ciclo diario—horologion (chasoslov) - A. Vísperas y maitines, Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana. Catecismo de la Iglesia católica ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 543 (2016). ↩
Parte dos - La oración de la Iglesia - III. El tiempo y el espacio de la oración de la Iglesia - B. El ritmo de la oración litúrgica - 1. El ciclo diario—horologion (chasoslov) - A. Vísperas y maitines, Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana. Catecismo de la Iglesia católica ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 541 (2016). ↩ ↩2
Vísperas, oración del atardecer estructura de la oración vespertina en el rito romano, Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 15 de octubre de 2003, § 1 (2003). ↩ ↩2
Parte dos - La oración de la Iglesia - III. El tiempo y el espacio de la oración de la Iglesia - B. El ritmo de la oración litúrgica - 1. El ciclo diario—horologion (chasoslov) - A. Vísperas y maitines, Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana. Catecismo de la Iglesia católica ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 546 (2016). ↩
Música de vísperas, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Música de Vísperas. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9